Esta
serie que hoy comienzo va a dar descanso durante cuatro entregas a la
relacionada con los “Aconteceres
del último cuarto del Siglo
XIX
en Getxo”.
En ella trataré sobre los
molinos de Getxo, que por su extensión he decidido dividirla en
cuatro entradas, haciendo un recorrido por todos los tipos de molinos
que nuestra Anteiglesia tuvo a lo largo de su historia.
El
río Gobela es un río que nace en el monte Ganeta (Barrika) y
discurre por los municipios Berango, Getxo y Leioa, hasta su
desembocadura en la dársena de Udondo. En él, y en la zona
correspondiente a la Anteiglesia de Getxo, a lo largo de su historia
a visto nacer y desaparecer varios molinos, algunos incluso fuera de
su cauce, en manantiales y tributarios que a él afluyen.
Entre
estos tributarios estaban el “Kandelu-Erreka” que desciende de
Oeste a Este por una vaguada en el limite Este de la anteiglesia de
Berango. Por la parte Norte del montículo “Armuru” desciende el
arroyo de “Mimenaga”. Y por la vega de Baserri el Gobela recibe
el “Bolue” que nace en la zona de Umbe y es engrosado por el
“Beskorta”. A ellos se suman los arroyos “Kukullu” e “Itze”,
procedentes de Berango que se juntan en “Larranazubi” y van
bordeando los limites de Lejona.
La
implantación de los molinos se produjo por la necesidad de alimentar
al ganado y posteriormente a los pobladores de la zona. Durante el
Siglo XVII se iba a producir la llamada “revolución del maíz”,
y a partir de ella, con la implantación del maíz en toda la cuenca
del Gobela, y en particular en Getxo, sus vegas a partir de las
nuevas tecnicas de cultivo, y la adaptabilidad del máiz a esos
suelos bajos de gran humedad, resultaron útiles para obtener una
importante rentabilidad agrícola. Por ello se vio la necesidad de
edificar nuevos molinos. Este hecho que propiciaron las agua del
Gobela y sus afluentes lo relataba el trinitario Carlos María Zabala
en su libro “Historia de Getxo”: “...La
fluvialidad getxotarra no era muy propicia para la industria
molinera, pero el aldeano se las ingenió para obtener el máximo
rendimiento de las aguas que confluyen al río Gobela...”
Los caseríos de mayor producción de este cereal en Getxo fueron
Goñi-Bekoa, Piñaga-Goikoa, Maidagan y Diliz-Andi. Y la forma de
sacar el máximo rendimiento, precisamente por el escaso caudal de
los emisarios, consistió en que algunos molinos crearon algo tan
sencillo como una antepara (deposito de agua que alimentaba al
molino) la cual facilitaba la fuerza motriz del molino.
Esta
actividad se intensificará tras la implantación de maíz a partir
del Siglo XVI que sustituyó al mijo. Buena parte de nuestra dieta a
partir de esa época consistiría en productos cómo el maíz,
alubias, tomate, pimientos, todos ellos traídos del “Nuevo Mundo”.
El maíz, fue un cereal en primer lugar utilizado para la
alimentación del ganado, pasando posteriormente a la cadena
alimentaria humana. Según la Enciclopedia Aunamendi: “...En
Berango, zona próxima a la costa y de clima benigno, ya en 1616,
supondría el 67 por 100 de la cosecha total de cereales...”
Este grano era el cereal mayoritario ya que el trigo tan solo
representaba el 30% (Según
el Archivo General de Simancas).
La
abundancia o escasez de las cosechas aconsejaban en ocasiones la
libertad de trafico con otras provincias o su limitación: En 1701
debido a la abundancia en la cosecha de castaña,
trigo y maíz, el Corregidor del “Señorío de Vizcaya” ordenaba:
“...Se
cumpla el acuerdo de las Juntas Generales sobre la libertad para
sacar castaña del Señorío a cambio de traer cargas de otros
bastimentos y fijando el precio de la misma...”
Mientras que en 1793 se publicaba un decreto: “...Del
Señorío de Vizcaya en Regimiento General prohibiendo la extracción
de trigo, maíz y demás cereales de este Señorío para prevenir la
escasez de alimentos que empieza a notarse...”
Aprovechando
los cauces de estos emisarios del Gobela, la Anteiglesia de Getxo a
lo largo del tiempo ha dispuesto de diversos sistemas de molienda
para triturar diferentes tipos de grano (maíz y trigo...) para la
elaboración de pan y otros tipos de tortas y papillas. Una de las
más utilizadas en el País Vasco fueron las derivadas del maíz, que
formaron parte de la dieta habitual de nuestros baserritarras, la
conocida con el nombre de “talo” elaborada con harina de ese
producto; también una papilla ya en desuso conocida cómo “Morokil”
que se elaboraba con leche y harina de maíz. Incluso la “Algarroba”
que además de servir para la fabricación de chocolates (sin cacao),
de esa pasta amarga y mantecada los pequeños decían “...Que
el chocolate tiene arena...”
lo cual era debido a su textura. Esas semillas en la postguerra
quitaron muchas hambrunas.
De
los molinos y su pequeña historia nos darán una idea los relatos e
intervenciones que algunos historiadores nos dejaron en sus
respectivas obras, así como los expedientes de los Archivos
Provinciales y Municipales:
Según
relataba D. Juan Ramón de Iturriza en su obra de 1787 “Historia
General de Vizcaya”: “...Los
primeros molinos que hubo en Vizcaya, según el historiador D. Juan
Iñiguez de Ibargüen, fueron de braceo; antes de que se introdujera
el uso de la máquinas hidráulicas, debieron moler grano seco de
castañas, encina, centeno, mijo y pañizo en morteros de piedra...”
Unas
de las primeras referencias a los molinos en nuestra zona son las que
aparece en las documentaciones de: En 1515
en el expediente del (Archivo
Foral de Bizkaia/Villarias 2686/002/002)
habla sobre: “...Un
Pleito de denuncia de nueva labor de Martín Ortiz de Martiartu y
consortes contra Pedro González de Salazar, que trata sobre los
autos promovidos ante el Corregidor de Vizcaya por Martín Ortiz de
Martiartu, Ochoa Ortiz de Guecho,
Mencia de Susunaga y Martín de Zubieta y Juan de Jauregui, sus
hijos, contra Pedro González de Salazar, vecino de Portugalete,
sobre denuncia de reedificio del molino
del
regato que baja de Martiartu y Berango por "Mimenaga". El
cual incluye la declaración de testigos realizada en el Siglo
XVII...”
Entre
los años 1600 y 1700 aparecerán recogidas en los Fondos del Marqués
de Villarías menciones a los Molinos de “Ibarra” y “Mimenaga”,
menciones que continuarán hasta 1800.
Otra
vez, esta en 1600, aparace en el expediente del (Archivo
Foral de Bizkaia/Corregidor JCR2041/017)
en el que se habla sobre: “...La
escritura de donación otorgada por Ochoa Ortiz de Asua Sangroniz,
vecino de las anteiglesias de Erandio y Sondica, viudo de Águeda de
Martiartu, en favor de Antonia de Zamudio Martiartu, de la posesión
de los molinos de “Mimenaga”, “Gobelaerrota”, “Errotabarría”
y “Bolunchu”...”
También
en 1670
en el expediente del (Archivo
Foral de Bizkaia/Villarias 2685/001/007)
hablará sobre: “...El
traslado de la escritura de poder otorgada por Diego Ignacio de Asua
Guecho
Martiartu,
vecino de la villa de Elorrio y de las anteiglesias de Guecho
y
Erandio, dueño del mayorazgo de las casas y solares de "Guecho"
y "Martiartu", a favor de Antonio de Arespacochaga, oficial
de la Secretaría de Estado de Italia, para que obtenga facultad real
de imponer dos mil ducados de plata contra sus bienes vinculados con
el fin de reedificar y levantar unos molinos
de
marea en el término de "Udondo" de la anteiglesia de
Lejona...”
Y a pesar de que no se trate de la construcción de un molino en
nuestro Municipio, lo traigo a estas páginas por tratarse de un
vecino de nuestra Anteiglesia.
Un
poco más tarde, en 1693,
aparece otro expediente de la misma fuente (Archivo
Foral de Bizkaia/Villarias 2685/001/009)
habla sobre: “...El
traslado del expediente promovido en 1691 ante el Alcalde de Fuero de
la merindad de Uribe por María Teresa de Asua Guecho Martiartu
Inglés, sobre la posesión de los mayorazgos, patronatos diviseros y
todas sus pertenencias heredadas de Diego de Asua Guecho Martiartu
Inglés, su sobrino. Destaca: el molino de "Mimenaga" y la
sexta parte del de “Ibarra”, la casa, torre y solar de “Guecho”,
sitos en esta anteiglesia...”
En
1801
en
el expediente del (Archivo
Foral de Bizkaia/Corregidor JCR0686/008)
hablará sobre: “...Los
autos intentados por Francisco de Mendieta, presbítero beneficiado
de la anteiglesia de Berango, como colector del Cabildo Eclesiástico
de la misma, contra Benito de Libarona, vecino de Guecho,
sobre la paga de cuatrocientos cincuenta y ocho reales y once
maravedís de vellón procedentes de las rentas del molino
de
“Bolunzarreta” pagaderas a la capellanía fundada por Martín
Ortiz de Basagoiti...”
En
el Diccionario Histórico Geográfico de la Real Academia de la
Historia de 1802 se habla de que en Getxo existían: “...Seis
molinos de agua y 2 de viento...”
Sobre
los rendimientos del trigo y el maíz en 1809 hablaba la relación en
fanegas de ambos productos de varias localidades de Uribe Kosta
(Archivo
Foral de Bizkaia Expediente: Gobierno y Asuntos Eclesiásticos
AJ01432/009)
entre ellas las de Getxo y Berango: “...Que
para nuestro municipio era de 11 fanegas de trigo y 76 de maíz;
mientras que en el municipio vecino de Beranfo era de 7 fanegas de
trigo y 22 de maíz...”
En
la siguiente entrada de esta serie sobre los Molinos de Getxo veremos
parte de lo relativo a lo molinos de Santa María.
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