domingo, 21 de junio de 2020

LOS MOLINOS DE GETXO -I-



Esta serie que hoy comienzo va a dar descanso durante cuatro entregas a la relacionada con los “Aconteceres del último cuarto del Siglo XIX en Getxo”. 

En ella trataré sobre los molinos de Getxo, que por su extensión he decidido dividirla en cuatro entradas, haciendo un recorrido por todos los tipos de molinos que nuestra Anteiglesia tuvo a lo largo de su historia.

El río Gobela es un río que nace en el monte Ganeta (Barrika) y discurre por los municipios Berango, Getxo y Leioa, hasta su desembocadura en la dársena de Udondo. En él, y en la zona correspondiente a la Anteiglesia de Getxo, a lo largo de su historia a visto nacer y desaparecer varios molinos, algunos incluso fuera de su cauce, en manantiales y tributarios que a él afluyen.

Entre estos tributarios estaban el “Kandelu-Erreka” que desciende de Oeste a Este por una vaguada en el limite Este de la anteiglesia de Berango. Por la parte Norte del montículo “Armuru” desciende el arroyo de “Mimenaga”. Y por la vega de Baserri el Gobela recibe el “Bolue” que nace en la zona de Umbe y es engrosado por el “Beskorta”. A ellos se suman los arroyos “Kukullu” e “Itze”, procedentes de Berango que se juntan en “Larranazubi” y van bordeando los limites de Lejona.

La implantación de los molinos se produjo por la necesidad de alimentar al ganado y posteriormente a los pobladores de la zona. Durante el Siglo XVII se iba a producir la llamada “revolución del maíz”, y a partir de ella, con la implantación del maíz en toda la cuenca del Gobela, y en particular en Getxo, sus vegas a partir de las nuevas tecnicas de cultivo, y la adaptabilidad del máiz a esos suelos bajos de gran humedad, resultaron útiles para obtener una importante rentabilidad agrícola. Por ello se vio la necesidad de edificar nuevos molinos. Este hecho que propiciaron las agua del Gobela y sus afluentes lo relataba el trinitario Carlos María Zabala en su libro “Historia de Getxo”: “...La fluvialidad getxotarra no era muy propicia para la industria molinera, pero el aldeano se las ingenió para obtener el máximo rendimiento de las aguas que confluyen al río Gobela...” Los caseríos de mayor producción de este cereal en Getxo fueron Goñi-Bekoa, Piñaga-Goikoa, Maidagan y Diliz-Andi. Y la forma de sacar el máximo rendimiento, precisamente por el escaso caudal de los emisarios, consistió en que algunos molinos crearon algo tan sencillo como una antepara (deposito de agua que alimentaba al molino) la cual facilitaba la fuerza motriz del molino.


Esta actividad se intensificará tras la implantación de maíz a partir del Siglo XVI que sustituyó al mijo. Buena parte de nuestra dieta a partir de esa época consistiría en productos cómo el maíz, alubias, tomate, pimientos, todos ellos traídos del “Nuevo Mundo”. El maíz, fue un cereal en primer lugar utilizado para la alimentación del ganado, pasando posteriormente a la cadena alimentaria humana. Según la Enciclopedia Aunamendi: “...En Berango, zona próxima a la costa y de clima benigno, ya en 1616, supondría el 67 por 100 de la cosecha total de cereales...” Este grano era el cereal mayoritario ya que el trigo tan solo representaba el 30% (Según el Archivo General de Simancas).

La abundancia o escasez de las cosechas aconsejaban en ocasiones la libertad de trafico con otras provincias o su limitación: En 1701 debido a la abundancia en la cosecha de castaña, trigo y maíz, el Corregidor del “Señorío de Vizcaya” ordenaba: “...Se cumpla el acuerdo de las Juntas Generales sobre la libertad para sacar castaña del Señorío a cambio de traer cargas de otros bastimentos y fijando el precio de la misma...” Mientras que en 1793 se publicaba un decreto: “...Del Señorío de Vizcaya en Regimiento General prohibiendo la extracción de trigo, maíz y demás cereales de este Señorío para prevenir la escasez de alimentos que empieza a notarse...”

Aprovechando los cauces de estos emisarios del Gobela, la Anteiglesia de Getxo a lo largo del tiempo ha dispuesto de diversos sistemas de molienda para triturar diferentes tipos de grano (maíz y trigo...) para la elaboración de pan y otros tipos de tortas y papillas. Una de las más utilizadas en el País Vasco fueron las derivadas del maíz, que formaron parte de la dieta habitual de nuestros baserritarras, la conocida con el nombre de “talo” elaborada con harina de ese producto; también una papilla ya en desuso conocida cómo “Morokil” que se elaboraba con leche y harina de maíz. Incluso la “Algarroba” que además de servir para la fabricación de chocolates (sin cacao), de esa pasta amarga y mantecada los pequeños decían “...Que el chocolate tiene arena...” lo cual era debido a su textura. Esas semillas en la postguerra quitaron muchas hambrunas.


De los molinos y su pequeña historia nos darán una idea los relatos e intervenciones que algunos historiadores nos dejaron en sus respectivas obras, así como los expedientes de los Archivos Provinciales y Municipales:

Según relataba D. Juan Ramón de Iturriza en su obra de 1787 “Historia General de Vizcaya”: “...Los primeros molinos que hubo en Vizcaya, según el historiador D. Juan Iñiguez de Ibargüen, fueron de braceo; antes de que se introdujera el uso de la máquinas hidráulicas, debieron moler grano seco de castañas, encina, centeno, mijo y pañizo en morteros de piedra...”

Unas de las primeras referencias a los molinos en nuestra zona son las que aparece en las documentaciones de: En 1515 en el expediente del (Archivo Foral de Bizkaia/Villarias 2686/002/002) habla sobre: “...Un Pleito de denuncia de nueva labor de Martín Ortiz de Martiartu y consortes contra Pedro González de Salazar, que trata sobre los autos promovidos ante el Corregidor de Vizcaya por Martín Ortiz de Martiartu, Ochoa Ortiz de Guecho, Mencia de Susunaga y Martín de Zubieta y Juan de Jauregui, sus hijos, contra Pedro González de Salazar, vecino de Portugalete, sobre denuncia de reedificio del molino del regato que baja de Martiartu y Berango por "Mimenaga". El cual incluye la declaración de testigos realizada en el Siglo XVII...”

Entre los años 1600 y 1700 aparecerán recogidas en los Fondos del Marqués de Villarías menciones a los Molinos de “Ibarra” y “Mimenaga”, menciones que continuarán hasta 1800.

Otra vez, esta en 1600, aparace en el expediente del (Archivo Foral de Bizkaia/Corregidor JCR2041/017) en el que se habla sobre: “...La escritura de donación otorgada por Ochoa Ortiz de Asua Sangroniz, vecino de las anteiglesias de Erandio y Sondica, viudo de Águeda de Martiartu, en favor de Antonia de Zamudio Martiartu, de la posesión de los molinos de “Mimenaga”, “Gobelaerrota”, “Errotabarría” y “Bolunchu”...”


También en 1670 en el expediente del (Archivo Foral de Bizkaia/Villarias 2685/001/007) hablará sobre: “...El traslado de la escritura de poder otorgada por Diego Ignacio de Asua Guecho Martiartu, vecino de la villa de Elorrio y de las anteiglesias de Guecho y Erandio, dueño del mayorazgo de las casas y solares de "Guecho" y "Martiartu", a favor de Antonio de Arespacochaga, oficial de la Secretaría de Estado de Italia, para que obtenga facultad real de imponer dos mil ducados de plata contra sus bienes vinculados con el fin de reedificar y levantar unos molinos de marea en el término de "Udondo" de la anteiglesia de Lejona...” Y a pesar de que no se trate de la construcción de un molino en nuestro Municipio, lo traigo a estas páginas por tratarse de un vecino de nuestra Anteiglesia.

Un poco más tarde, en 1693, aparece otro expediente de la misma fuente (Archivo Foral de Bizkaia/Villarias 2685/001/009) habla sobre: “...El traslado del expediente promovido en 1691 ante el Alcalde de Fuero de la merindad de Uribe por María Teresa de Asua Guecho Martiartu Inglés, sobre la posesión de los mayorazgos, patronatos diviseros y todas sus pertenencias heredadas de Diego de Asua Guecho Martiartu Inglés, su sobrino. Destaca: el molino de "Mimenaga" y la sexta parte del de “Ibarra”, la casa, torre y solar de “Guecho”, sitos en esta anteiglesia...”

En 1801 en el expediente del (Archivo Foral de Bizkaia/Corregidor JCR0686/008) hablará sobre: “...Los autos intentados por Francisco de Mendieta, presbítero beneficiado de la anteiglesia de Berango, como colector del Cabildo Eclesiástico de la misma, contra Benito de Libarona, vecino de Guecho, sobre la paga de cuatrocientos cincuenta y ocho reales y once maravedís de vellón procedentes de las rentas del molino de “Bolunzarreta” pagaderas a la capellanía fundada por Martín Ortiz de Basagoiti...”


En el Diccionario Histórico Geográfico de la Real Academia de la Historia de 1802 se habla de que en Getxo existían: “...Seis molinos de agua y 2 de viento...”

Sobre los rendimientos del trigo y el maíz en 1809 hablaba la relación en fanegas de ambos productos de varias localidades de Uribe Kosta (Archivo Foral de Bizkaia Expediente: Gobierno y Asuntos Eclesiásticos AJ01432/009) entre ellas las de Getxo y Berango: “...Que para nuestro municipio era de 11 fanegas de trigo y 76 de maíz; mientras que en el municipio vecino de Beranfo era de 7 fanegas de trigo y 22 de maíz...”

En la siguiente entrada de esta serie sobre los Molinos de Getxo veremos parte de lo relativo a lo molinos de Santa María.

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