En
la anterior entrada de esta serie sobre los Molinos de Getxo pudimos
ver una cronología histórica sobre el desarrollo de los molinos en
nuestra Anteiglesia.
En
nuestro entorno del río Gobela y de sus afluentes (Bolue,
Kandeluerreka, Larrañazubi y los arroyos Infernueta e Iturriaga), en
el área de Getxo, se puede decir que existieron básicamente tres
tipos de molinos para la producción de grano, Molinos de río,
Eléctricos y Viento y Vapor:
Entre
los Molinos
de río
aparecieron los de Bolunzarreta, Errotatxu, Ibarreko-Errota, Ibatao,
Kukullaga-bekoa y Mimenaga.
Entre
los Molinos
Eléctricos
cabe citar a un pequeño lugar de molienda que se abrió en la calle
Santa Eugenia de Romo, por Román Ausín, vecino de esta calle, en
1929, destinado según decía su constructor: “...A
la molduración de piensos y la preparación de compuestos para la
cabaña ganadera y avícola...”
(Archivo
Municipal de Getxo, Expediente 2600016)
Entre
los Molinos
de Viento
se encontraban los de Aixerrota, Axpikorta y Esacerrota; este último,
aunque dispuso de aspas cómo los de viento, realmente puede ser
considerado cómo Molino
de Vapor
ya que funcionó mediante una maquinaria movida por ese gas: Su
expediente de construcción fue aprobado por la Diputación
Provincial de Bizkaia en 1854, aunque pronto dejó de moler grano
para dedicarse a la molienda de materiales de construcción.
Algunos
de ellos ya aparecían en los datos de la Administración de la
Hacienda de Bizkaia de 1795 (Signatura AH05006/050), en el que se
trata sobre: “...Las
casas, molinos,
ferrerías y demás fincas de la jurisdicción de la anteiglesia de
Guecho,
de sus inquilinos y propietarios, de las rentas anuales que pagan,
del producto de propios y arbitrios municipales...”
En este documento de marzo de 1795 se enumeran los molinos de Getxo
siguiendo este orden: “Mimenaga, molino”, “Errotatxu, molino”.
“Molino de viento”. “Molino de Ormaza, inutilizado”, y
“Molino de Kukullaga”. En la fogueración de 1796 se anotaba que
en esta jurisdicción existía un molino “...Que
se maneja desde otra casa...”.
Se censaban también las casas de “Boluntzarreta” e
“Ibarreko-errota”, pero estas no eran calificadas como molinos.
Sin embargo, en la Estadística que la Diputación Provincial ordenó
enviar al Ayuntamiento de Getxo en marzo de 1814, aparecían ya como
molinos.
También
en otro expediente del Ayuntamiento de Getxo de junio de 1887 “Estado
de roturación de las calles y plazas de la Anteiglesia”
que dividía Getxo en dos zonas “Santa María” y “Baserri”
nos ofrecían el documento el número de molinos que existían en esa
dos zonas: En Santa María indicaban la existencia de dos molinos y
en la de Baserri de tres.
En
diciembre de 1997 la revista getxotarra “Galea” llevaba a sus
paginas un artículo sobre los “Molinos en la cuenca del Gobela”.
En la misma afirmaban que: “...Aseguran
los historiadores que en la cuenca del Gobela (Sopelana, Berango y
Getxo) pudieron contarse alrededor de veintiséis molinos de agua
pertenecientes al tipo llamado de antepara. Mas extraños fueron en
nuestro entorno los molinos de viento (en Aixerrota y Las Arenas)...”
En el se continuaba explicando cómo era el funcionamiento de los
molinos de río: “...El
agua se almacenaba en un primer deposito, llevándola a través de un
pequeño cauce hasta un segundo o antepara. La circulación se
regulaba mediante pequeñas compuertas a las que se acostumbraba
añadir unas rejillas destinadas a detener ramas o malezas que
podrían dañar la maquinaria. Esta se situaba normalmente debajo de
la planta de molienda cuyo suelo se sostiene mediante arcos,
frecuentemente de medio punto. Su elemento principal era una rueda
con palas o cucharas movida por el golpe del agua. Un sistema de ejes
transmitía el movimiento a la muela superior, mientras la inferior
permanecía fija. Mediante una tolva se dejaba caer el grano en el
orificio central de la superior, pasando a continuación entre ambas
muelas. En los últimos tiempos la fuerza motriz facilitada por la
caída de agua fue sustituida, en algunos casos, por la que generaban
motores de baja potencia (entre siete y diez caballos). Con ello, el
molino perdió su tradicional carácter...”
En
esta revista daban algunos datos acerca del fenómeno molinero y su
población a comienzos del Siglo XIX: “...Getxo
contaba en ese año con 1528 habitantes. La producción declarada de
cereales en 1814 era: Trigo: 897 fanegas (1 fanega: 55,5 litros);
Maíz: 1999 fanegas...”
Otros datos que facilitaban del entorno de aquellas fechas eran los
siguientes: “...Precios
en (1794), Trigo: 33 reales/fanega; Maíz: 26 reales/fanega. Tiempo
aproximado de molienda de una fanega: Trigo: 1 hora y media. Maíz: 3
horas y media. Costo molienda: Trigo: 6 libras, Maíz: 8 libras.
Rentas/año pagadas por 5 molinos (en reales): Errotatxu 825,
Ibarreko 2200, Boluntzarreta 1650, Kukullaga 400 y Mimena 616...”
Pero
no todas las estaciones eran adecuadas para la molienda ya que con la
llegada del verano los arroyos perdían caudal y los molinos dejaban
de trabajar. Algo de eso debió de suceder en el verano de 1929, en
el que algunos agricultores de Sopelana protestaban: “...Ante
el Ayuntamiento de Sopelana los labradores y vecinos de este
municipio Mariano Bilbao Expósito y Ramón Bilbao Bilbao,
manifiestan que se dirigieron con una fanega de maíz
al
molino Mimenaga de Guecho
para
moler dicho grano para consumo propio y el encargado de dicho molino
no se lo permitió alegando que en verano no se puede moler por falta
de agua...”
(Archivo
Foral de Bizkaia, Espediente: Archivo Municipal de Sopelana/Sopelana
0075/022)
De
ellos iremos viendo a través de datos obtenidos de expedientes
Provinciales, Municipales y aportaciones de algún autor, a quien
mencionaré, algunas referencias históricas en torno a las fechas de
construcción, propietarios y localización. Comenzaremos por orden
alfabético por los Molinos
de Río:
MOLINO
DE BOLUNZARRETA:
Molino
de río situado en la llamada vega de Baserri, que recibe el nombre
de Bolunzarreta y también Errotabarri, tomaba sus aguas del río que
baja desde Martiartu, llamado “Bolua Erreka”, que a su paso por
el molino dará su nombre a la esa trituradora de grano cómo
“Bolunzarreta”. Estaba situado a la altura del actual N.º 15 de
Larrañazubi kalea (Ver situación en plano). Este molino según el
berangotarra (Alberto Díez Sáiz) data de 1480 que funcionaba con
dos ruedas. A partir de 1602 paso a ser un molino de tres ruedas.
En
relación a su fecha de construcción se puede decir que esta debió
de ser con posterioridad a 1746, ya que no aparece en documentos
hasta 1789 según describían en el expediente existente en el
(Archivo
Foral de Bizkaia: “H05006/001-067”)
titulado “Casas y Molinos de Guecho” en el que se dice: “...Tenía
por inquilino a D. Benito Livarona, quien pagaba la renta a D. Manuel
Montiano por valor de 150 ducados…”
En
la estadística de 1814 se le denominaba cómo “molino” y cómo
propietario a D. Jose Ramón de Zalduondo y como inquilino a D. Jose
Ramón de Libano. Era una propiedad, al decir de sus contribuciones,
de renta muy fuerte: “...Ya
que el propietario contribuyo con 600 reales, con 4 fanegas de trigo,
7 de maíz, y una de alubias; mientras que el inquilino lo hacía
con, con 6 fanegas de trigo, 10 de maíz, y una de alubias. En 1826
declaro una renta de 891 reales...”
El edificio del molino ocupaba en 1885 una extensión de 21 estados
de 49 pies cuadrados.
En
1887 llevaba el numero 4 de la rotulación municipal. A este molino
se le adoso posteriormente una modesta vivienda. En 1925 vivió en
ella D. Francisco de Zubiaur. Esta industria funciono hasta la muerte
de Ignacio Bilbao en los años cincuenta. Durante sus dos últimos
años de vida realizaba dos moliendas anuales. Hoy este viejo molino
esta, al igual que la mayoría de los de Getxo, en absoluta ruina.
ERROTATXU:
Molino
situado en el camino a Berango, entre la estación de servicio y
Zubilleta. Documentado en 1761 por primera vez, en el que aparece
como Errotachu, unas pocas veces como Rotachu y en 1788 lo llamaron
Ormatzaerrota y muchas veces se dice que era de la casa Ormatzabekoa.
Molino
de río alimentado por el arroyo Kandeluerreka, que debió ser
construido sobre 1740, dato que se conoce gracias a una escritura del
16 de febrero de ese año: “...En
ella intervenían Domingo de Maidagan y José Ordoñez de Barraicua.
Dentro de la misma fijaron las siguientes condiciones:
Ambas
partes se comprometen a pagar 50 ducados de renta anual, hipotecando,
para la seguridad de la paga, no sólo su caserío Ibarra, en Getxo,
y el molino de Mimenaga, el cual recibía la cesión temporal del
dominio útil del inmueble, a cambio del pago anual de dicho canon,
sino también su caserío de Ibarra en esa anteiglesia...”
Según
recogía el libro del trinitario Carlos María Zabala “Historia de
Getxo”: “...Recogía
las aguas del arroyo “Itxe”, que viene de santa Ana, y las
desaguadas por el molino Mimenaga a través de un largo calce. El
caudal de ambos cauces se acumulaba en la “antepara", hoy
acondicionada para otros menesteres. Fue un molino de tres juegos de
muelas o piedras, dato revelador de la gran capacidad molturadora del
mismo. Dos juegos estaban destinados a moler el maíz y el tercero al
trigo...”
Este
molino según figura en el expediente (Administración
de Bizkaia de Hacienda y Estadística Signatura AH05006/050)
de 1795: “...Tenía
por inquilino de D. Jph de Zalduondo, quien pagaba la renta a D. Juan
Antonio de Maydagan por valor de 65 ducados...”
En
el libro “Getxoko Izenak” aparece recogido: “...Es
curioso que en 1863 se recogiera la traducción en la documentación:
La casa molino harinero nombrada Errotachu, que es el dialecto
vascongado, y significa Molinito. En 1933-1936, mientras en España
gobernó la CEDA parece que en esta casa se refugiaban los de
izquierdas y que aquí estuvo escondido Indalecio Prieto…”
En
1863 por escritura de compraventa paso a ser propiedad de Manuel de
Vidaurrazaga e Iturriaga. A su fallecimiento lo heredo su hijo
Enrique Vidaurrazaga e Itxaurtieta, el cual lo lego a su hija
Esperanza de Vidaurrazaga y Olaeta, casada con Juan Mendieta y
Andikoetxea. Funcionó como molino hasta 1970.
Como
decía al comienzo, en diciembre de 1997 la revista “Galea”
llevaba a sus paginas un artículo sobre “Molinos en la cuenca del
Gobela”. Cuando en dicho artículo se referían al de Errotatxu
decían lo siguiente: “...El
mejor conservado, hasta hace poco tiempo, era el de Errotatxu, en
Berango. Cuenta con una antepara de 8,75 metros cuadrados de lamina d
e agua y una altura util de 5,2 5 metros. Actualmente la antepara se
encuentra cubierta de ramajes y la ma quinaria confundida con todo
tipo de enseres: conserva parte de los cajones destinados al
almacenamiento de las harinas obtenidas…”
En la fotografía inferior podemos apreciar el estado del molino en
esas fechas.
Hoy
tan solo quedan pequeños vestigios de lo que fue en su día y se ha
convertido en un remozado caserío propiedad de la familia Mardaras
de Getxo.
IBARREKO-ERROTA:
Molino
situado en el valle del río “Larrañazubi” o “Bolue”, en la
bajada de Santa Coloma hasta la carretera que conduce a Martiartu.
Utilizaba el agua del río Bolue, después de su salida del molino
Boluntxu, y de varios arroyuelos que daban con sus aguas a aquél,
destacando las que provenían de Kukullaga-bekoa.
Este
molino según el expediente (Administración
de Bizkaia de Hacienda y Estadística Signatura AH05006/050)
de 1795: “...Tenía
por inquilino a D. Agustín de Oriosolo paga renta de 200 ducados a
D. Juan Bautista de Sopandas vecino de Berango…”
En
1843 el arquitecto Luis de Arauco y el maestro de obras José Javier
de Echebarría, de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando,
reconocen y valúan el molino de “lbarreco-errota”; y lo hacen
con todo lujo de detalles: “...El
molino consta de piso bajo, primero y cámara. La construcción del
edificio es de paredes de mampostería de cal y canto, con sus
esquinas y poyales de piedra sillar. La carpintería se compone de
postes, frontales, armadura de la cubierta, solibas, cabrios y lata,
todo de madera de roble, exceptuando un tramo de solibas que son de
madera de haya. La entablación de los pisos es de roble y de pino,
como igualmente el ensamblaje. Las divisiones interiores del edificio
son, la que divide el depósito de trigos, de paredes de mampostería
de cal y canto y la de los dormitorios, de tabiques sencillos. La
cubierta del edificio es de teja de buena calidad. La maquinaria del
molino se compone de dos rodetes de fierro, con sus pujones, tortas,
cellos, jungulos de fierro, bantiadura de la mesa de las moliendas,
las cajas de arateguis, dos chiflones de madera reforzados con cellos
de fierro que sirven para surtir las aguas, con cuatro piedras de
moler de un diámetro de cuatro y medio pies (aprox. 1,26 m.) Los
enseres que pertenecen al molino son: una balanza de fierro con sus
cartolas de madera y abrazaderas de fierro, cuatro pesas de piedra
con sus argollas de fierro, siendo el peso de una de ellas de cien
libras, otra de cuarenta y las dos restantes de veinte. Además
contiene cinco pesas de fierro, que la primera contiene diez libras,
la segunda cinco, la tercera tres, la cuarta dos y la quinta una.
También es propiedad de la casa una palanca de fierro de peso de
diez y seis libras, dos picachos de fierro para refinar las piedras
de moler, dos cadenas de eslabones de fierro que sirven para las
tapas de los chiflones y una polea con su maroma. Calculado por menor
todas las obras y enseres de la casa-molino, su antuzano y su horno,
con su planta, terreno y las aguas que ocupaban su calce las paredes
de su presa y paredes de contención, ascendía todo a la cantidad de
44.389 reales de vellón...”
En
el padrón de 1868 (Expediente
del Archivo Municipal de Getxo Codigo: 21417. Signatura: 2510-19)
aparece como morador D. Manuel Mota de 37 años.
Como
decía al comienzo, en diciembre de 1997 la revista “Galea”
llevaba a sus paginas un artículo sobre “Molinos en la cuenca del
Gobela”. Cuando en dicho artículo se referían al de
Ibarreko-errota, hacían la siguiente descripción del estado del
molino en aquel momento: “...En
Getxo, por el importe de las rentas pagadas, destaca el de Ibarrek .
Que esta situado en la cuenca del Bolue, muy cerca de la ermita de
Santa Coloma. El edificio es de mampostería y esquinales de
sillería, con cubierta a doble vertiente, se mantiene en relativo
buen estado. Se identifica fácilmente la antepara, cuya obra de
fábrica se conserva. En el estolde se utiliza el arco de medio
punto. El buen aspecto exterior pone de manifiesto la existencia de
manos que lo cuidan. La fachada formada por una especie de atrio
cubierto, con cuatro puntales de sustentación, la salida del
estolde, los macizos de flores y un puentecillo rústico de madera,
ofrecen un conjunto atractivo…”
Cesó
en su actividad molinera en 1960. Hoy, forma parte de un chalet
propiedad de la familia Zubizarreta, en el que quedan los restos de
algunas muelas y articulaciones metálicas del molino, así cómo el
túnel de paso del agua desde la antepara (deposito de agua que
alimentaba al molino). Las fotografías que adjunto me permitió
amablemente realizarlas su actual propietario.
En
la siguiente entrada de esta serie sobre los Molinos de Getxo
continuaremos viendo los molinos de río de nuestra Anteiglesia.
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