En
la anterior entrada veíamos cómo la casa matadero de ganado vacuno,
situada en la estrada de Mosu en la zona de Iturribarria de Algorta,
que estaba cerca del actual Polideportivo de Fadura, se encontraba en
un deplorable estado.
El
8 de marzo de 1890 se daba cuenta en el pleno municipal de Getxo de
un oficio del Gobernador Civil de la Provincia, en el que se remitía
un informe del Subdelegado de Medicina del Partido de Zona, que
trataba sobre las diligencias instruidas por nuestra alcaldía sobre:
“...Las
cinco personas mordidas y arañadas por un gato hidrófobo en el
caserío de “Tosu” de Santa María de Guecho. El Ayuntamiento
había presentado las diligencias ante la Comisión Provincial con el
fin de que se facilitaran los recursos para poder trasladar a dichas
personas a un Instituto Antirrábico para ser inoculadas y evitar en
ellas el desarrollo de la rabia...”
Por lo que el Ayuntamiento decidía: “...Trasladar
al día siguiente a dichas personas, con un vecino y un empleado de
la Diputación a Barcelona para ser inoculadas por el D. Jaime
Ferrán i Clúa.
Se calculaba que los gastos podrían ascender a unas 1.000 pesetas,
siendo los mismos abonados a medias entre Ayuntamiento y
Diputación...”
D. Jaime Ferrán i Clúa (1851-1929) fue un vacunólogo nacido en
Corbera d´Ebre: “...Que
en 1886 publicó un trabajo teórico sobre la vacunación
antirrábica según el método pasteuriano, y dados los
buenos resultados obtenidos por la vacuna, propuso al Ayuntamiento de
Barcelona la creación de un instituto de vacunación antirrábica
bajo su dirección. Como consecuencia se creo el Laboratorio
Microbiológico Municipal con la aprobación de Pasteur, a quien el
Ayuntamiento había consultado...”
En
marzo de ese mismo año las vías públicas: “...Algunas
en mal estado, eran reparadas con “resebo” proveniente de las
canteras de Axpe...”
A la piedra machacada se le añadía gravilla o recebo como
aglutinante.
El
8 de marzo de 1890 se daba lectura en el pleno municipal de una
instancia presentado por el Director Gerente de la Compañía del
Tranvía de Bilbao a Algorta: “...En
ella se presentaban los planos de una nueva vía en Las Arenas y su
prolongación hasta la Casa Consistorial, así cómo la colocación
de nuevos cambios…”
Se designaba una comisión compuesta por los concejales Arrola,
Barandica, Sainz y Ajuria para que estudiase dicho proyecto y
emitiera un dictamen acerca del mismo.
Y
como se acercaba la época en la que había que realizar el
empadronamiento de los habitantes de la Anteiglesia, acordó el
Ayuntamiento: “...Que
para facilitar el cobro de las cédulas personales durante el próximo
año, autorizar al Alcalde para que de acuerdo con la forma
acostumbrada dispusiera de lo que consideraba conveniente para
realizare dicho empadronamiento, proporcionando los impresos y
ejemplares necesarios...”
Además
acordaron realizar varias modificaciones de los arbitrios
municipales: “...Suprimir
para el próximo año económico el arbitrio que se cobra por la
introducción de soma y sal. Facilitar al rematante en dicho año
la casa del despacho de carnes de Alangüetas con su habitación, con
la condición de tener en ella carne a la venta o en su defecto en un
local decente y adecuado desde el Casino a la casa Numancia. Que los
arriendos de vinos y demás bebidas y artículos de abacería se
pongan en uno con las correspondientes condiciones y arbitrios que
hoy tienen con la excepción de la soma y sal que se suprimen, con
base fija de 44.500 pesetas sin baja, y el arriendo de carnes con la
casa habitación y el despacho de Altamira con la de 11.800 pesetas,
también sin baja. Que con estas modificaciones se formen las
correspondientes condiciones de los expresados arriendos, así como
de los asientos del mercado, puestos de poncheras y barracas, para
remitirla a la Diputación como está obligado...”
El
13 de marzo de 1890 en el pleno municipal se daba cuenta de un oficio
de la Parroquia de Santa María: “...Invitando
a este Ayuntamiento para concurrir a la Santa Misión, que dará
comienzo en esta parroquia el día 20 del actual, disponiendo acudan
en corporación a dicho acto todos los concejales que puedan...”
También era en esa fecha cuando el Mayordomo de la Cofradía de San
Nicolás: “...Invitaba
al Ayuntamiento a asistir a la función religiosa que en honor al
Santo iba a tener lugar en la iglesia de San Nicolás, el día 19 de
marzo...”
El Ayuntamiento dispuso la asistencia a dicho acto.
En
esas fechas la Diputación Provincial enviaba una circular indicando
la normativa a la que: “… Los
Ayuntamientos debían de ajustarse cuando solicitaran la gracia de
ingreso de los dementes en el manicomio de Valladolid...”
Pocos meses más tarde ya hablaban de que: “...A
los sordomudos y dementes de Vizcaya se les sostiene por cuenta de la
Diputación en establecimientos de otras provincias; pero se ha
formulado el proyecto para instalar la observación de alienados en
Bermeo...”
En
esos día se estaba pensando instalar una báscula para el pesaje del
pescado fresco en la Taberna de Echevarri en el Puerto. Se le
encomendó esa tarea a D. Domingo Zubizarreta.
Otro
de los solicitantes de obras era el bilbaíno D. Enrique Gana que
pedía autorización para construir: “...Una tejavana destinada a
gallinero y alivio de la cochera existente en
su casa sita en el ángulo de la capilla de Las Arenas...”
Un
20 de marzo de 1890, en el pleno del Ayuntamiento de Getxo se trataba
sobre unos depósitos de renta perpetua de D. Andrés Cortina Piñaga,
ya fallecido: “...Se
da cuenta de un oficio de D. Luciano Alday como albacea testamentario
de D. Andrés Cortina Piñaga, haciendo presente la necesidad de que
la factura o resguardo Nº 48.506 del Banco de Bilbao del 25 de
agosto de 1886, por depósito voluntario de cuatro títulos de renta
perpetua interior que importan 90.000 pesetas perteneciente a la
Escuela de La Fundación del expresado Sr. Cortina, cuyo depósito
inadvertidamente había sido puesto a nombre de D. Juan Antonio
Aldecoa, Alcalde de Guecho, debe proceder el Ayuntamiento a su
cancelación, y hacer otro nuevo a nombre de la Fundación de D.
Andrés Cortina Piñaga representada por esta corporación municipal,
poniendo en la nueva factura a continuación de la numeración de los
títulos la advertencia siguiente: “El Ayuntamiento de Guecho
solamente cobrará los intereses de las 90.000 pesetas, no pudiendo
disponer del capital sin la intervención expresada de la escritura
de fundación...”
El consistorio acordaba aceptar lo manifestado por D. Luciano Alday.
La
utilización de agua para las incipientes industrias del municipio
veían la autorización municipal de uso. En el 20 de marzo de 1890
fue el caso de la Fábrica de Cementos de D. Miguel Uria. Se le
concedió licencia para el uso de: “...Hasta
3 metros cúbicos de agua al día, para su fábrica de cementos. Por
cada metro cúbico de agua que consuma satisfará al Ayuntamiento la
cantidad de 1 peseta. El Ayuntamiento colocará un contador para
saber con fijeza la cantidad de agua que vaya pasando a su
fábrica...”
En
esa misma fecha se decidía el traslado de los fondos municipales a
un Banco: “...A
fin de precaver toda consecuencia desagradable, sería bueno y
acertado que los fondos que existen en el arca de tres llaves, en
esta casa Consistorial en la que nadie habita, sean trasladados al
Banco de Bilbao. Acordando el Ayuntamiento que el Depositario Sr.
Ugarte recoja los fondos pertenecientes al Municipio que existen en
dicha arca y los deposite en el Banco...”
Por
aquellos días el ferrocarril de Las Arenas a Algorta y Plentzia
estaba en proyecto. El adjudicatario de las obras D. José María
Aramberria solicitaba al consistorio información de la subvención
que el Ayuntamiento tenía previsto conceder a la compañía
constructora: “...El
Alcalde D. Eladio Sustacha daba a conocer en el pleno que D. José
María Aramberria, concesionario de un ferrocarril de vía estrecha
desde Las Arenas a Plencia, se le había acercado varias veces
manifestando que proponiéndose construir dicho ferrocarril que
pasaba por Algorta, ha de enclavar una estación en las proximidades
de la Iglesia de San Nicolás y un apeadero cercano a la de San
Ignacio, desea conocer los propósitos de este Ayuntamiento sobre la
subvención que podrá dar a la compañía constructora...”
Para animar al consistorio a elevar dicha ayuda Aramberria ofrecía:
“...Establecer
un servicio de por lo menos una hora al día que enlazara con el de
Bilbao a Las Arenas. Estableciendo al mismo tiempo una tarifa de
precios reducidos, de modo que el viaje de Algorta a Las Arenas y
viceversa, cueste solamente 20 céntimos en 2ª clase. Aclarando que
dicho servicio vendría a mejorar la riqueza del municipio…” El
consistorio para aprobar dicha subvención al oponerse a la misma los
ediles Arrola y Ajuria, acordaron llevar a votación en el pleno, de
la misma salieron los siguientes resultados: “...Votos a favor:
Señores Aizpiri, Barandica, Beitia, Icaza, Sainz y Unzaga y el del
Alcalde D. Eladio Sustacha, en total 7 votos favorables; votos en
contra: los ediles Arrola y Ajuria, total 2 votos...”
De aquella forma se decidía ayudar económicamente a la construcción
de dicho ferrocarril.
El
23 de marzo de 1890 se negociaban en Bilbao las acciones del
ferrocarril de Bilbao a Las Arenas a 86 duros cada una.
En
la próxima entrada veremos cómo se daba información del estado de
las
cuentas de las Escuelas de la Fundación de Niñas Pobres de D.
Andrés Cortina Piñaga.
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