En
la anterior entrada de esta serie veíamos cómo un viento huracanado
provocó destrozos en puertas, ventanas, chimeneas y cristales y
algunos faroles de Algorta.
El
6 de febrero de 1890, nuevamente se solicitaba por algunos ganaderos
de Santa María de Getxo poder volver a celebrar el día 1 de marzo
la feria de ganado, que en esa fecha se había venido celebrando
hasta su traslado al 1 de octubre. La feria coincidía con la fiesta
de Ángel de la Guarda y en agosto de 1887 se pasó a octubre a
petición de algunos vecinos. Los solicitantes eran D. Juan Arrieta y
D. Juan José Ibatao: “...Junto a otros
vecinos solicitamos se nos permita concurrir con nuestros ganados a
la feria de la campa de Santa María el día 1 de marzo, según se
hacía hasta la traslación de dicha feria al día 1 de octubre...”
El Ayuntamiento volvía a denegar la celebración de la feria en esa
fecha: “...Teniendo
en cuenta el acuerdo de la corporación municipal de suprimir la
feria del 1 de marzo, trasladándola al 1 de octubre, desestimamos
esa petición...”
No
todas las actividades comerciales recibían el visto bueno del
municipio. El 13 de febrero de 1890 D. Baldomero Lazarobaster
solicitaba del Ayuntamiento de Getxo permiso para: “…Que
se me conceda agua para amasar anualmente cuatro o cinco carradas de
cal en el punto de Miaragay, y poder extraer dicha agua del sifón
situado junto al convento...”
La casa llamada Miragaray estaba situada en la proximidad de la
ermita de San Martín para entonces ya demolida. El convento al que
se refería era el antiguo de los Trinitarios de Algorta, en la misma
calle, que estaba en construcción, y que se terminaría en
septiembre de 1890. A pesar de lo cual el Ayuntamiento entendió:
“...Desestimar
dicha petición por no estar esa actividad en el reglamento que rige
sobre concesión de aguas...”
Sin embargo, al vecino de Las Arenas, D. Marcos Zamacona, sí se le
concedía permiso para extraer: “...Ocho
metros cúbicos de tierra arenisca del monte comunal de Aiboa cercano
al matadero...”
La
casa matadero de ganado vacuno, situada en la estrada de Mosu en la
zona de Iturribarria de Algorta, que estaba cerca del actual
Polideportivo de Fadura, se encontraba en un deplorable estado, por
lo que el consistorio decidía que: “...Hallándose
denunciada la casa matadero actual por la Comisión de Policía
Urbana y la Junta de Sanidad, por ser inservible y presentar malas
condiciones para los servicios a los que está destinada y tener
corta capacidad, estar falta de ventilación y tener malas vías de
comunicación con el municipio, se ve con frecuencia que las carnes
se ponen en mal estado en un corto plazo de tiempo, no siendo aptas
para el consumo público por no reunir dicho edificio las condiciones
higiénicas necesarias. Que dicha Comisión y la Junta recomendamos
en su día la construcción de otro matadero tan pronto como se
pueda...”
El Ayuntamiento acordó abrir un expediente para la construcción de
un nuevo matadero. Se acordaba convocar a la Junta de Sanidad para el
domingo 16 de febrero para señalar el nuevo emplazamiento del
matadero.
El
pesaje de la pesca, en febrero de 1890, parece que en nuestro puerto
provocaba las protestas de los consumidores, por lo que en el pleno
del 13 de dicho mes el consistorio trataba dicho tema, a propuesta de
los regidores D. Ramón de Barandica y D. Bautista Carrandi: “...Se
da cuenta de una moción de dichos regidores de los abusos que se
vienen cometiendo con el peso del besugo y otras pescas que suelen
venir al puerto de esta Anteiglesia. Y deseando desterrar los mismos
disponemos lo siguiente: 1º)- Autorizar a los regidores D. Ramón de
Barandica y D. Pedro Icaza para que proporcionen y habiliten un
local en la taberna de Echevarri con el fin de realizar en el mismo
la pesa de las pesca. 2º)- Autorizar al regidor D. Mateo Ajuria para
que compre una báscula contrastada que pese de 200 a 300
kilogramos...”
En
esa misma fecha D. Pedro Lecue estaba construyendo una fonda en el
barrio de Las Arenas. También otros vecinos de Las Arenas
solicitaban construir nuevos contenedores para depósito de las
basuras de sus negocios: “...La
Policía Urbana ha emitido un informe favorable a la solicitud de
Dña. Felipa Bustingorri y D. Román Scala, quienes desean construir
un depósito, junto a la casa n.º 55 de Las Arenas pegante a la
calle, para colocar en él las inmundicias de sus casas...”
Así mismo D. Manuel Uria solicitaba permiso al Ayuntamiento para
extraer piedra con destino a su fábrica de cemento “La Algorteña”:
“...De
la muna o ribazo que se halla en el punto de Arrigunaga a mano
izquierda de la bajada a la playa...”
Los
asuntos de D. Felipe Mattern relacionados con la fábrica de
aguardientes y alcoholes finalmente tuvieron solución, ya que la
Diputación Provincial autorizó su instalación en el barrio de Las
Arenas. El 21 de febrero de 1890 enviaba un escrito al Ayuntamiento
de Getxo en el que decía: “...El
que suscribe, autorizado por la Diputación de Vizcaya, el 13 de
diciembre de 1889 para la instalación de una fábrica de
aguardientes y alcoholes en este barrio de Las Arenas, tiene el honor
de comunicarles que se hallan ya instalados los aparatos para la
fabricación y elaboración de alcoholes, con una caldera capaz para
1.000 litros...”
El 27 de febrero de 1890 el consistorio de Getxo daba la autorización
para la puesta en marcha de dicha fábrica.
A
comienzos de febrero de 1890 las obras que se estaban acometiendo,
tanto en la ría cómo en el Puerto Exterior del Abra eran
ampliamente tratadas por los medios de comunicación escritos
madrileños. El 28 de febrero de 1890 era el diario madrileño “El
Día” quien publicaba en sus páginas la noticia de un Real decreto
del Ministerio de Fomento: “...Aprobado
el proyecto del puente colgante para el cruce de la ría de Bilbao
entre Portugalete y Las Arenas de Guecho, presentado por D. Alberto
de Palacio...”
El
27 de febrero de 1890 el Ayuntamiento de Getxo atendía un caso de
enfermedad grave, en el que se daba la circunstancia de pobreza para
D. Raimundo Z. “...Este
vecino de Getxo presentaba una solicitud de ayuda para poder atender
a su hijo que había sido mordido por un perro hidrófobo, y que
careciendo de recursos solicitaba limosna para atender a la curación
de su hijo...”
Una vez informado el consistorio de ambos extremos, mordedura y
pobreza extrema, acordaba: “...Se
faciliten al exponente, vía socorro o limosna, abonadas de una vez,
de los fondos municipales la cantidad de 75 pesetas, con la
condición de que ha de solicitar a la Diputación de la Provincia
los recursos necesarios para poder trasladar a su hijo a Barcelona o
París para ser tratado de dicha enfermedad...”
Sobre
nuestros barrios se ha escrito largo y tendido, incluso desde
Montevideo (Uruguay), en marzo de 1890, lo hacía el diario “La
Opinión Pública”. En él, D. Ricardo Becerro de Bengoa realizaba
una descripción de Bilbao, sus ferias, minas y la ría. Recogía
dicho artículo el diario “El Noticiero Bilbaíno” del 3 de marzo
de 1890, quien en su hoja literaria reflejaba el artículo de dicho
escritor. En lo referido a nuestro pueblo y la ría describía lo
siguiente: “...La
Capital de Vizcaya y metrópoli del norte ha celebrado sus fiestas
grandes, fiesta en agosto, a la que acuden innumerables forasteros
desde sus playa y establecimientos balnearios. Para formarse idea de
lo que vale el movimiento comercial de Bilbao y su preponderante
industria, nada más fácil que recorrer el curso del río Ibaizabal.
Hay vías de comunicación directa con el puerto: Por la margen
derecha, la vía férrea de Las Arenas y el tranvía del mismo
nombre. Por la izquierda, la vía férrea de Portugalete con su
tranvía. Si nos acordamos de los antiguos medios de locomoción, una
carretera por cada orilla, es decir, siete caminos, constantemente
expeditos para carros, paseantes, bañistas, hombres de negocios
mercancías y expediciones de recreo. Las vegas pintorescas sembradas
de maíz, alubias calabazas; el arenisco promontorio de Axpe con su
fuerte; la gran vega de Lamiaco y el aristocrático punto y playa de
Las Arenas con su gran balneario, sus ochenta hoteles, sus calles
nuevas abiertas por ensalmo; su hipódromo elegante, en el que se
acaban de celebrar carreras de caballos, el puerto y la ensenada que
se dilata entre Portugalete y Algorta y el faro de la Galea. La
atrevida obra de este muelle nuevo se debe al genio vizcaíno del
sabio ingeniero Churruca, el hombre providencial de este puerto, que
ha calculado y estudiado el proyecto necesario para hacer del Abra de
Bilbao un puerto de refugio, cuyas obras se inauguraron hace un año,
y aún faltan diez para terminarlo...”
En
la próxima entrada veremos cómo el Gobierno Civil intervenía por
el aumento de mordeduras de perro hidrófobos en Getxo.
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