En la entrada anterior veíamos cómo se trataba sobre las
reclamaciones de algunos vecinos de la zona de Santa María, no siendo
satisfechas en su totalidad.
En el pleno del 10 de mayo de 1893 se volvía a tratar el
asunto de la escuela de niños de San Nicolás de Algorta. En aquel pleno se
decía: “…Se da cuenta de un acuerdo tomado por la Junta Local de
Primera Enseñanza de esta Anteiglesia, en sesión del 25 de abril último, a
quien para su informe pasó el Ayuntamiento un oficio del Maestro de la Escuela
de Niños de Algorta, referente a la insuficiencia del local de dicha escuela
para dar la enseñanza de escritura a los niños que acuden a ella. En ella hacía
presente dicho maestro, la conveniencia de que hasta que el Ayuntamiento pueda
disponer de un local más capaz, se traslade a parte de los niños a la sala que
hoy ocupa el Juzgado Municipal, la cual se encuentra sobre el expresado local
escuela…” En vista de ello el
Ayuntamiento acordaba: “…Que se ejecuten
todas las obras necesarias, para que en el sobre piso alto salón del local de
la Escuela de niños de Algorta, y previamente se remita el expediente a la
Junta de Enseñanza de Instrucción Pública de la Provincia, suplicándole se
digne autorizar el traslado de parte de los niños asistentes al mencionado piso
alto o salón que existe sobre la escuela, para que en él reciban los niños la
enseñanza por medio del pasante de aquella, bajo la inmediata dirección y
vigilancia del maestro, y en caso afirmativo colocar el Juzgado Municipal en un
departamento del edificio donde existe la enseñanza de Francés y Comercio…”
La conducción de las aguas sucias al alcantarillado
municipal continuaba en la zona de Txomintxu: “…Habiéndose
ejecutado, por cuenta del municipio las obras de alcantarillado, que empezando
enfrente de la casa de Dña. Leona Larrazabal, viuda del finado D. Domingo
Aurrecoechea “Chominchu”, termina en la plazuela de Ereaga. Acuerda este
Ayuntamiento se avise a D. Vicente Suarez que desde luego puede empezar las
obras para conducir las aguas sucias de sus casa situadas en la calle de la
Carretera de Ereaga…”
Por fin el Ayuntamiento de Getxo acordaba la realización
del sorteo de los concejales que habían de cesar, el cual quedo suspendido a
comienzos del mes de mayo, debido a la falta de confirmación por parte del
Gobierno: “…De conformidad con lo acordado el 27 de abril y el 4 de
mayo esta corporación acuerda verificar el sorteo de los Concejales que deben
de cesar para la renovación del nuevo Ayuntamiento, que ha de tener lugar con
arreglo a la Ley Municipal, el día 1 de
julio próximo, si las elecciones convocadas para el próximo día 14 de mayo se
llevan a efecto. Una vez realizado el sorteo, resultó que deben de cesar los
siguientes concejales: Por el Distrito 1º: D. Juan José Camiruaga y por el
Distrito 2º: D. Sabino Laca…” Por último,
relacionado con esas elecciones, acordaba el Ayuntamiento: “…Que si no se recibe orden alguna sobre el aplazamiento de
dichas elecciones municipales, se mande poner comidas para las dos mesas
electorales de esta localidad…”
El puente que daba paso al municipio de Leioa se
encontraba en aquellos días en mal estado por lo que el Ayuntamiento
decidía: “...Que
hallándose en mal estado el puente de paso a Lejona, sobre el río Govelas,
perteneciente a este municipio, se reponga dicho puente poniéndolo en buen
estado para que no se interrumpa el transito público…”
Los días en que el Ferrocarril de Las Arenas a Plencia
realizó su trazado viario a través de nuestro municipio habían visto
transcurrir el paso del tiempo. Y las promesas hecha a nuestro consistorio de
reposición de caminos se las había llevado el tiempo, por ello el Ayuntamiento
de Getxo, en el pleno del 10 de mayo de 1893 decidía: “…Que a pesar de haber ofrecido la Comisión nombrada por la
Compañía del Ferrocarril de Las Arenas a Plencia, a la representación de este Ayuntamiento que tan
luego como el tiempo, entonces lluvioso lo permitiese y estuvieran establecidos
los raíles de la vía férrea, en el término jurisdiccional de este municipio,
dejaría la Compañía en perfecto estado de transitar los caminos que a paso a
nivel y paso superior atraviesa el citado ferrocarril. Ha visto con disgusto
esta corporación que a pesar de haber transcurrido muchos meses y haber
mejorado el tiempo, y tener posibilidades de andar la máquina por todo el
trayecto de este término municipal, dichos caminos se hallan si no en peor
estado que entonces, puesto que por unos no pueden transitar los carros en los
días de aguas, debido a la abundancia de fango que en ellos se forma, y en
otros a consecuencia de que las pendientes son tan grandes se dificulta casi en
su totalidad el tránsito. Motivo por el que acordamos ordenar a la Compañía del
Ferrocarril que cuanto antes proceda a la reposición de los caminos y pasos de
referencia, entendiendo que de lo contrario este Ayuntamiento se verá precisado
contra su voluntad, a obrar de otra manera que hasta aquí para poder conseguir
lo que de forma tan justa reclama…”
El 13 de mayo de 1893 aparecía en el diario bilbaíno “El
Nervión” la siguiente noticia relacionada con el tramo de ferrocarril
comprendido entre Las Arenas y Algorta: “…Habiéndose
convenido entre las Compañías de Ferrocarril de Bilbao a Las Arenas y Las
Arenas a Plencia, explotar el tramo entre Las Arenas y Algorta, se pone en
conocimiento del público que a partir del día 15 de mayo, se establecerá un
servicio de trenes sin traslado entre Bilbao y Algorta, con paradas en las
estaciones y apeaderos de ambas líneas…” Los
precios de los billetes sencillos entre Bilbao y Algorta eran: En 1ª clase 0,90
pesetas, en 2ª clase 0,55 y en 3ª clase 0,45 pesetas.
Y precisamente siguiendo con ese tramo de vía, el día 16
de mayo aparecía recogido en “El Noticiero Bilbaíno”, la noticia de la inauguración
del recorrido: “…Ayer se inauguró
la corta sección que media entre Algorta y Las Arenas. El alborozo de los
algorteños no salió de los límites de la moderación, hay en la barriada
pareceres encontrados en eso de los medios de locomoción con que cuentan ya,
los hay que son partidarios del ferrocarril y quiénes del tranvía. Dieciséis
fueron los que en la más completa concordia y alegres pláticas tomaron el tren
de las 7:45, y en llegando a Bilbao, celebraron un modesto banquete en honor
del suceso, los vinos corrieron sobrados, y a expensas de un rico
expedicionario, el Sr. Isasi…” Firmaba la
noticia un tal “Francisco Ruiz de la Peña”. Lo interesante de la misma fue que
nos dejaba la fecha de la inauguración
del tramo entre Las Arenas y Algorta, el lunes día 15 de mayo de 1893.
Y con la estación de baños llamado ya a la puerta, el día
18 de mayo de 1893, un afamado establecimiento de baños de Las Arenas anunciaba
a sus clientes, en “El noticiero Bilbaíno”: “…En vista de
lo adelantado de la estación y deseando complacer a las personas que vienen
manifestando su deseo de empezar los baños, la dueña de este establecimiento ha
determinado abrirlo al público del día 1 de junio, aunque con servicio limitado
de diez de la mañana a dos de la tarde. Este servicio regirá hasta el día 24
junio, en cuyo día empezara el horario acostumbrado de verano desde la una a
ocho de la tarde…” El servicio era de baños de
mar calientes con duchas. Se trataba del establecimiento “Las Delicias” del barrio de Las Arenas.
En
la próxima entrada de esta serie veremos cómo Dña. Amalia Landarte y Basagoiti
solicitaba inscribir en el Registro de la Propiedad la mitad de la casa llamada
“Malzapatariena” de Algorta.
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