jueves, 26 de noviembre de 2020

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -190-

 


En la entrada anterior veíamos cómo la falta de agua se hacía sentir en la Anteiglesia.


En el pleno del 6 de julio de 1893, se habló de un informe remitido por la Comisión de Fomento y Policía Urbana, acerca de una instancia enviada por la Compañía del Tranvía de Bilbao a Las Arenas y Algorta, en la que solicitaban permiso para ejecutar algunas obras de mejora al fin de la línea, en la zona contigua a la Casa Consistorial (en San Nicolás): “…Solicitamos permiso para hacer algunas obras, según se marca en el plano, en el extremo contiguo a esa Casa Consistorial, y para colocar una caseta con destino al guardavía…” El Ayuntamiento accedía pero con la condición de que: “…Si en algún tiempo el punto donde se construya ese cobertizo fuera necesitado por el municipio, la Compañía del Tranvía deberá dejarlo libre, sin reclamación ni indemnización de ninguna clase…”

 

En esa mismo pleno se informaba de la dimisión del cabo de serenos, o veladores nocturnos de Algorta D. Saturnino Fernández.

 


Por otro lado el Consistorio nombraba: “…Como vigilante de la playa de mar de Las Arenas para el presente verano a D. Esteban Castillo y para la de Ereaga a D. Jesús Núñez, con el haber diario de 2,50 pesetas…” Los nombrados debían cesar en su puesto en cuanto les fuera indicado por el Ayuntamiento.

 

Continuaba el pleno tratando sobre los nombramientos para Asociados de la Junta Municipal: “…Siendo necesario con arreglo a la Ley el nombramiento de Asociados de la Junta Municipal, acordamos dividir el Pueblo en tres secciones según hasta aquí. Para la formación de las correspondientes listas se nombre una comisión especial…” Para realizar la labor de formación de listas se nombró a los ediles Sres. Inchaurtieta y Azcorra.

 

Finalizaba aquel pleno con un acuerdo en el que se nombraba una comisión especial para resolver el tema de las fiestas próximas a comenzar: “…Las mismas deberán celebrarse  con sujeción a las cantidades consignadas en el presupuesto, practicándose lo que se estime más conveniente para la celebración de funciones religiosas y festejos, las cuales tendrán lugar durante el presente verano y el otoño en los tres barrios de esta Anteiglesia, para dirigir los festejos y celebraciones se nombra una comisión compuesta por los señores concejales Inchaurtieta, Ajuria, Laca e Icaza…”

 

Y para que no se diga que nuestro pueblo no es lugar en el que se hicieran curiosas puestas, baste recordar la que el día 10 de julio de 1893, según informaba el diario “El Noticiero Bilbaíno” del 11 de julio, se realizó entre dos vecinos del barrio de Algorta: “…Ayer por la mañana se verificó en Algorta una apuesta, concertada hace pocos días, entre D. Galo Goicoechea y otro individuo, ambos de esta localidad. La apuesta consistía en recorrer a caballo, la distancia que media entre la casa de D. Galo y la taberna de Sopelana, unos 5 kilómetros, en un tiempo de 8 minutos. Perdió la apuesta el Sr. Goicoechea que fue quien lanzó el reto, confiado en la velocidad de las patas de su caballo, por haber tardado cerca de 9 minutos…”

 

En otro de los diarios bilbaínos, en “El Nervión” daban noticia de los donativos realizados en Algorta para el Montepío de la Guardia Civil: “…En Algorta tienen hechos donativos: La Sociedad de Tiro Pichón de Lamiaco, 50 pesetas; los R.R. P.P. Trinitarios, 25 pesetas; D. José Antonio Uriarte, D. Eladio Sustacha, D. José Zubiaga y D. Joaquín Arellano, 15 pesetas; D. Emilio Basagoiti, D. Manuel Zalduondo, D. Manuel Arteaga (hijo), D. Víctor Vidaurrazaga, D. Ramón Hurtado, D. Antonio Ruiz de Velasco, D. Emeterio Zulueta y D. Miguel Uria, 10 pesetas; D. Ramón Barandica, 9 pesetas; D. Santiago Diliz, D. Asensio Inchaurtieta, D. Braulio Ajuria, D. Juan Bautista Carrandi, D. Pedro Icaza, D. Juan José Unzaga, D. Santos Larrazabal, D. Hermenegildo Aguirre, 5 pesetas…”

                                          


Dentro del Abra algunas veces se sucedían abordajes entre vapores que salían con otros que entraban. Así lo relataba “El Nervión” del día 11 de julio de 1893: “…Esta mañana se hallaba en el Abra el vapor Galea, esperando con otros el momento de entrar a puerto, cuando el vapor ingles General Gordon que salía, embistió al Galea causándole averías de mucha consideración en la banda de estribor. Inmediatamente entro el Galea a puerto yendo a varar en la playa de Sestao…”

 

Al día siguiente en el diario bilbaíno “El Nervión” aparecía una queja de algunos vecinos de Bilbao que estaban pasando el verano en Las Arenas: “…Algunos de nuestros convecinos, que se hallan en Las Arenas se lamentan de que se hayan quitado los bancos que había en la plaza que da al frente del puente nuevo, y desearían que el Ayuntamiento de Algorta dispusiera fuesen colocados nuevamente y si no hay inconveniente que se aumentara su número, pues aquel es el centro de reunión y descanso de los veraneantes que acuden a aquellas playas y mal pueden descansar si no tienen banco en que sentarse…” Aunque no todos los visitantes fueran recomendables, ya que uno de ellos resultó ser un auténtico “Pitarque”: “…Esta mañana viose en la Audiencia la causa que por el delito de estafa se seguía contra un tal  Ricardo… Este se personó un día del mes de marzo del año  pasado en el café, qué en Las Arenas posee D. Antolín Urtiaga, y pidió de comer, recomendando al concluir que para el día siguiente dispusieran un almuerzo de dos cubiertos. Después de almorzar solicitó le fueran prestados treinta reales y en pago de todo ello entregó un papel firmado por una conocida persona de Bilbao, que resultó ser una falsificación…” Por otro lado las obras del Puente Colgante ya a punto de concluir, en ese mismo diario decían: “…Estando terminadas la obra del puente pasarela de Las Arenas, ya que se harán las pruebas de carga esta misma semana. Se espera que la inauguración se haga hacia el día de Santiago. Existe el propósito de invitar al acto al Sr. Obispo de la Diócesis, y si fuera posible que celebrara una misa en el mismo puente…”

 


En la próxima entrada de esta serie veremos la Compañía del tranvía de Bilbao a Las Arenas aceptaba transportar gratis a los músicos que desde la Villa acudían a nuestro barrio para amenizar las tardes del verano.

 

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