En
la anterior entrada veíamos cómo a primeros de junio de 1889
continuaba dejando mucho que desear el correo en muchos pueblos de
Bizkaia, a pesar de que ya funcionaba el ferrocarril de la margen
derecha hasta Las Arenas.
El
ferrocarril de Bilbao a Las Arenas daba comienzo a su proyecto de
llevar el tren hasta Plencia, cuando el 1 de julio de 1887, promovido
por la familia Aguirre, en un Getxo que en ese año tan solo contaba
con una población de 2.651 habitantes, se hizo un trazado nuevo: el
de Las Arenas a Plencia. La línea ferroviaria, cuya concesión fue
otorgada a D. José María Aramberria el 27 de diciembre de 1887,
quedaba inaugurada el 4 de setiembre de 1893. Muchas iban a ser las
noticias relacionadas con este medio de transporte a lo largo de su
andadura. Una de ellas fue la recogida por el diario madrileño “El
Liberal” el 7 de noviembre de 1887, en la se daba cuenta de que la
Dirección de Obras Públicas autorizaba: “...A
D. Ezequiel de Aguirre para la construcción de un ferrocarril
económico desde el barrio de Las Arenas a Algorta...”
Pero adelantarnos más en el tiempo, recordar que en el verano de
1889, el día 16 de junio, el consistorio de Getxo ya trataba sobre
dicho ramal y las posibles ayudas para su construcción. Aquel día
no había concurrido al pleno su Alcalde, D. Pedro Amezaga, a pesar
de lo cual se trataba como único punto del orden del día ese tema:
“...Se
da cuenta de la carta remitida por la Compañía del Ferrocarril de
Bilbao el día 8 de junio de este año. A la misma se acompaña copia
del convenio celebrado por dicha compañía con los obligacionistas,
acreedores y consultas celebradas con letrados de cara a la obtención
de subvenciones que se inician para la construcción del proyectado
ferrocarril de Las Arenas a Algorta…”
Por otro lado se daba cuenta también de las celebradas con otros
abogados por parte del Ayuntamiento referidas a dicho proyecto. De
las conclusiones del debate municipal se concluía que: “...Es
tomar en cuenta por el Ayuntamiento todo adelanto que tienda a
desarrollar y mejorar las comunicaciones, mejorando los intereses del
vecindario, lo cual resultará con la construcción del ferrocarril
el día en que sea un hecho. Por ello considerando que las
corporaciones deben ayudar para la realización de toda obra de
adelanto que pueda reportar ventajas al público en general y al
municipio en particular, porque establecerá una comunicación rápida
con la capital de la Provincia y aumentará considerablemente los
arbitrios de este municipio. Acuerda este Ayuntamiento que se podrá
conceder una subvención a la compañía que se forme para la
construcción de dicho ferrocarril, cuya cuantía así como las bases
y condiciones se fijarán una vez formada la compañía y presente
sus estatutos y estudios para la construcción de la citada vía...”
Mientras,
el Cupo de Beneficencia llegaba el día 19 de junio de 1889. Visto
desde hoy no parecería muy sustancioso, pero teniendo en cuenta que
la cantidad asignada para socorro a los Hospitales de Bizkaia
ascendía a 11.000 pesetas de las que 185,34 correspondían al Pueblo
de Getxo, parece que la cantidad era importante.
Por
otro lado la Junta de Instrucción Pública de la Provincia, tras la
consulta realizada por la alcaldía sobre si debían de impartirse
clases durante los días de Pascua, resolvía que: “...Era
día lectivo el martes de la Pascua de Pentecostés, pero no el de la
Resurrección para las escuelas...”
Se
recibía la confirmación de la Comandancia de Marina autorizando al
Ayuntamiento para prohibir la extracción de arena en la Playa de
Ereaga. Por lo que el consistorio decidía: “...Colocar
bandos al público anunciando la prohibición absoluta de extraer
arena de la referida playa de Ereaga bajo la multa de 10 pesetas...”
Entre
todos los temas tratados en aquel pleno uno de los más llamativos,
junto al del ferrocarril, fue el de la carreras internacionales de
caballos que se iban a celebrar el los campos de Lamiako. Se tenía
noticia de aquel acontecimiento por una circular enviada por: “...El
Presidente de la Sociedad de fomento de la Cría Caballar Vizcaína.
Solicita para las carreras que se celebrarán los días 22, 25 y 29
de agosto de 1889, en el punto denominado Lamiaco, se señale una
cantidad en metálico para alguno de los premios...”
El Ayuntamiento de Getxo colaboró con 125 pesetas. Solo hubo una voz
discordante con la concesión de la citada subvención, fue la del
Síndico D. Irineo Ramón Diliz, quien alegaba que: “…No
se debe de dar dicha subvención por celebrarse las carreras fuera de
nuestra jurisdicción…”
El
19 de junio el Presidente de la Comisión de los vecinos del barrio
de Las Arenas proponía al Ayuntamiento de Getxo que: “...Se
ponga en este barrio para tocar en los días festivos y a poder ser
también los jueves, durante la temporada de verano, una banda de
música...”
Dicha propuesta fue tomada en consideración por el pleno municipal,
acordando que el regidor D. Idelfonso Arrola realizara las gestiones,
ya que entendían que: “...Establecer
esa banda de música puede ser beneficioso porque atraerá forasteros
al barrio, pero la banda tocará esos días, desde el 1 de julio al
15 de septiembre, a excepción de los días en que tengan lugar
romerías en Algorta o Santa María...”
Y cómo ya se iban acercando esos días de fiestas para atraer a los
vecinos de otras latitudes acordaban: “...Designar
una Comisión especial, poniendo al frente de ella al Alcalde D.
Pedro Amezaga, al Síndico D. Irineo Ramón Diliz y al regidor D.
Idelfonso de Arrola, con el fin de celebrara según los años
anteriores, para la atracción de la gente, las funciones religiosas
y fiesta o festejos en el verano...”
El
pleno municipal también estudió un escrito de la Compañía del
Tranvía de Bilbao a Algorta solicitando: “...Permiso
para construir una tejavana cerca del cambio de Las Arenas inmediato
a la Avanzada, con destino a albergue de caballería para el servicio
del tranvía...”
Tras el informe de la Comisión de Fomento y Policía Urbana,
dictaminaba el consistorio que: “...La
tejavana que se ejecute para dicho albergue ha de tener por lo menos,
con arreglo al artículo 11 del bando de policía gobierno cuatro
metros de elevación...”
A
partir del día 23 de junio de 1889 quedaba abierta al público la
Fonda de Las Arenas, cuyo gerente era el Sr. Aramberria, aunque su
verdadero nombre era “Hotel Aramberria”, instalación hostelera
que frente a su porche tenía una fuente pública.
Por
aquellos días y desde hacía ya algún tiempo la estabilidad de la
ladera entre la Plazuela de Ereaga (Cuesta de Suárez) y el Puerto
Viejo de Algorta no estaba garantizada, ya que en las épocas de
lluvia se producían desprendimientos y corrimientos de tierras que
amenazaban el camino de acceso entre ambos puntos. Por ese motivo
acordaron construir un muro para sujeción de dicha ladera, proyecto
que fue encargado al ingeniero D. Laureano Gómez Santa María, pero
como quiera que las arcas municipales, que al parecer siempre estaba
escasas, comisionaron a algunos ediles para tratar con dicho señor
una reducción en el presupuesto. Y como entendían que aquella obra
iba a redundar en beneficio de algunos propietarios se dirigieron a
ellos a fin de que hicieran una aportación para la obra.
Las
obras de construcción del nuevo Puerto del Abra ya estaban a punto
de comenzar, y ante los efectos que para algunos propietarios iban a
tener las mismas, el consistorio de Getxo acordaba que: “...Estando
ya próxima la época en que necesariamente darán principio las
obras de construcción del nuevo Puerto del Abra, según los
preparativos que se están viendo, y teniendo presente que la
construcción de esas obras han de resultar perjuicios al Puerto de
Algorta, al Municipio y a muchos propietarios próximos a la costa,
acordamos elevar la oportuna queja o protesta para que en su día
sean indemnizados quienes resultaran perjudicados...”
En
la próxima entrada veremos cómo las fiestas de Santa Ana de Las
Arenas resultaron más animadas que nunca.
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