En
la anterior entrada veíamos La llegada del Sr. Obispo a la iglesia
de San Nicolas de Bari de Algorta, en abril de 1877, para suministrar
la confirmación a los niños de Algorta. En esta avanzaremos otros
temas, como las comunicaciones o un litigio en torno a la Ermita de
San Martín.
El
problema de las comunicaciones escritas estaba sobre la mesa del
consistorio en octubre de 1877, sobre todo debido a la extensión de
terreno que abarcaba el municipio: “...con
un solo buzón o cartería en el mismo para depositar las cartas y
comunicaciones, lo que provoca que haya que recorrer grandes
distancias para depositarlas, sobre todo a la zona de Alangüetas en
Algorta, de donde resulta ser casi toda la concurrencia de forasteros
en verano, quienes se quejan de la falta de un buzón...”
Por lo cual solicitaron al Administrador de Correos que pusiera un
buzón en dicho punto de Algorta. A finales de ese año el
responsable de la conducción de la correspondencia era D. Antonio
San Martín, quien llevaba la correspondencia sin franqueo hasta
Bilbao. Otro de los puntos en que se colocó un buzón fue en las
escuelas de la Plaza de San Nicolás.
En
octubre de ese año estaba de guarda del Camposanto de Algorta D.
Ángel de Egusquiza, cobraba un salario de 500 reales anuales.
Las
obras también tenían su espacio en aquellos días. A finales de
octubre se realizaban la reparación de dos puentes en konporte, obra
que realizó el carpintero D. Sebastián de Aguirremota. El camino a
la fuente de Sarri, también era sujeto de reparación:
“...Hallándose
en malísimo estado el camino a la fuente de Sarri, en la entrada
contigua a la misma hasta el caserío llamado Bescoeche, por la mucha
gente concurrente a la citada fuente, especialmente en el invierno a
lavar las coladas...”
A
primeros de noviembre se trataba sobre una comunicación recibida del
Gobierno Civil, en la que se instaba a dar la autorización a
petición de D. Narciso Goiri: “...sobre
el proyecto de construcción de un Pabellón Balneario en Las
Arenas...”
El Ayuntamiento confirmaba que: “...la
construcción del Pabellón Balneario es de alta importancia para los
intereses de la Provincia y en particular para esa población...”
El 9 de julio de 1878, se publicaba en la “Gaceta
de Madrid”
una Real Orden, en la que el Director de Obras Publicas C. Toreno
daba cuenta de la autorización concedida a Narciso Goiri para
construir en Las Arenas (Getxo) un Balneario.
En
noviembre de 1877 se nombraba por la Administración de Económica de
la Provincia, como estanquero de Algorta a D. Álvaro Navas. Y en
abril de 1878 a D. Juan Garaizabal como estanquero de Las Arenas.
Y
en previsión de las algarabías nocturnas, que al parecer se
realizaban en las fiestas navideñas por el Pueblo, el Ayuntamiento
pocos días antes de la llegada de las de 1877, promulgaba un bando:
“...Prohibiendo
toda parranda por la calles después de las diez de la noche en
adelante, y se cierren a la misma hora las tabernas y
establecimientos de bebidas, bajo apercibimiento de multa, que
dependerá de la gravedad de cada caso...”
Y así finalizaba 1877.
Comenzaba
1878 con la solicitud del veterinario D. José Cruz de Mezo para que
se le nombrara veterinario de Getxo para revisar las reses que se
sacrificaban en el municipio con destino al consumo público. A lo
que el Ayuntamiento accedió abonándole 4 reales por res mayor y 2
por ternera. Para dichas revisiones debía de estar acompañado por
el regidor responsable de consumo. Y la apertura frente a Jardingana
de un puesto para la venta de carnes frescas a nombre de D. Idelfonso
Arrola.
El
17 de enero era solicitado permiso por D. Ignacio de Meñaca para la
construcción de un Casino al Sur de la tejavana de D. Cipriano de
Urquiola. Se trataba del Casino Algorteño.
En
febrero de 1878 D. Francisco Antón solicitaba le fuera vendido el
terreno denominado “San Martín”. Esto provocó un pequeño
litigio en el que intervino la Iglesia, ya que el mismo al parecer
era el antiguo asentamiento de la “Ermita de San Martín”, en las
actas municipales de esa fecha se decía: “...que
con fecha del 20 de noviembre se envió al Gobierno Civil un escrito
con documentos, que existiendo en el referido terreno restos humanos
de los antepasados, y haber existido en otro tiempo una ermita en él,
el pueblo pide su conservación, porque nunca ha tenido ni tiene
carácter de propios dicho terreno...”
Y
hasta la muerte de una raposa era motivo de premio por parte del
consistorio de Getxo, ya que el día 14 de febrero de 1878, le era
otorgado un premio al maestro de Santa María por haber dado muerte a
un zorro. Pero no solo a él, ya que poco más tarde era D. Juan
Francisco de Libano el agraciado por abatir otro en Azkorri.
Parece
que en la zona del Castillo (Usategi), en algunos tiempos, fue
habitual ver alguna caseta de carabineros, ya que en febrero de 1878
se recogía en las actas: “...Hallándose
en mal estado las ruinas del sitio público llamado la Plaza del
Castillo, donde se celebran las romerías de este pueblo, los restos
de la caseta que ha sido de carabineros, la cual fue destruida
durante la última guerra...”
En
marzo de 1878 se presentaban los presupuestos para el periodo que iba
desde el primero de enero de 1878 al 30 de junio de 1879. Los gastos
presentados ascendían a 33.666 escudos los ingresos y a 34.157
escudos los gastos.
En
ese año, según escribían en los libros de actas, además de
construir una tabla con el sistema métrico decimal para tallar a los
mozos. Estos eran sustituidos, según una circular del día 12 de
marzo de 1878: “...de
las Provincias Vascongadas por naturales de las mismas...”
El
21 de marzo de 1878 se daba lectura en el consistorio de Getxo a un
escrito del Alcalde de Gasteiz, en el que se solicitaba contribuir a
la erección de un panteón en aquella ciudad: “...cumpliendo
con el deseo de todos los Ayuntamientos de las tres provincias
vascongadas, de coadyuvar de la erección de un panteón en la ciudad
de Vitoria, al esclarecido vascongado D. Mateo Benigno de Moraza...”
El Ayuntamiento de Getxo a pesar de tener sus arcas muy mermadas
contribuyó a la erección de dicho monumento. Mateo de Moraza fue un
representante
del fuerismo alavés y vasco que vivió entre 1817 y 1878.
En
la próxima entrada veremos cómo se solicito permiso para hacer un
juego de bolos en la trasera de la Venta, entre la Ermita del Ángel
y dicha taberna. Así como el fervor religioso se dejaba sentir en
julio de 1878, por el que los vecinos de Alango solicitaban la
creación de una ermita o iglesia dedicada al culto a San Ignacio.
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