jueves, 13 de junio de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -390-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, se traba sobre la estadística por vivienda en el municipio.

En la pasada entrada se esta serie sobre el “Ultimo Cuarto del siglo XIX”, veíamos como una noticia sobre la autoría del Puente de Bizkaia o Transbordador de Las Arenas a Portugalete, saltaba a la prensa bilbaína. Nuevamente el asunto volvía a aparecer en el mismo diario que la reprodujera anteriormente: “...El puente Vizcaya.- En respuesta al artículo que días atrás publicamos, rectificando una manifestación del diario de Burdeos La Petite Gironde, el cual atribuía a Mr. Arnodín la paternidad del proyecto del puente «Vizcaya», hemos recibido muy atenta carta de dicho señor, acompañada de una Memoria descriptiva del puente. Memoria de la cual entresacamos el siguiente párrafo: Y «Los estudios técnicos y las disposiciones de la ejecución de este trabajo, son debidos en conjunto a los señores Arnodín y Palacio, los cuales se asesoraron debidamente, para lo referente a los cálculos de estabilidad y resistencia del citado puente, con el distinguido ingeniero Mr. Brull de París. Hacemos esta aclaración por deferencia a Mr. Arnodín y para que cada cual quede en el lugar que le corresponde. Y suponemos que en el mismo sentido quedará aclarado el particular de que se trata en la «Crónica científica» de La Petite Gironde...” (El Nervión del 5 de junio de 1897).

Como decía en mi anterior entrada los efectos de la llegada del verano ya se hacían sentir entre nuestros visitantes, y probablemente, también entre el vecindario de Getxo. De los primeros, y posíblemente dirigido a ellos, la prensa bilbaína decía: “...Mientras que durante la noche pasada, en el Arenal bilbaíno, debido al buen tiempo reinante, las gentes disfrutaban de los conciertos de la banda de música. Al día siguiente, en Las Arenas y Portugalete no faltó tampoco gente que fue a gozar de la agradable temperatura que reinaba a las orillas del mar...” Esa misma prensa ofrecía en sus anuncios, para aquellos elegantes visitantes, de traje a rayas, que gustaban de usar sombrero canotier: “...Prevenimos a nuestros lectores que ha empezado la liquidación de cinco mil sombreros de paja para caballero a 90 céntimos uno, en Hijos de Emiliano Amann...” (El Nervión del 6 y 7 de junio de 1897).

En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 7 de junio de 1897, se trataba en sobre un único punto en el orden del día, que versaba sobre: “...La Comisión nombrada para presentarse en Bilbao ante la Junta de Obras del Puerto, la cual ha cumplido su cometido. Dicha Comisión conferenció largamente con dicha Junta presentando explicaciones razonadas sobre la propuesta del Municipio de Guecho, para la construcción del camino que desde el contramuelle del Puerto Exterior se dirigirá hasta el Puerto de Algorta, y que Guecho contribuya a sufragar la tercer parte de las obras del mismo. Proyecto que había sido formado por el Ingeniero D. Evaristo de Churruca, y presupuestado en 202.000 y pico de pesetas, debiendo este Ayuntamiento satisfacer dicha tercera parte en cinco años, por cantidades iguales cada año, empezando en el año económico de 1898-1899. Acordaba el Ayuntamiento de Guecho aceptar y aprobar la propuesta en todas sus partes...”

En uno de los diarios bilbaínos aparecía recogida la noticia referida a la relación de los jueces municipales que habían sido nombrados para el bienio: de 1897 al 1899, correspondientes a los términos de la provincia de Vizcaya: “...Por el Partido Judicial de Bilbao era nombra como Juez de Guecho, D. José Ramón Ansoleaga; por el de Berango D. José Manuel Egusquiza y por el de Lejona D. Victoriano Basanez. Por el Partido Judicial de Valmaseda era nombrado como Juez de Portugalete D. Manuel del Valle...” (El Nervión del 10 de junio de 1897).

Quizá como un anticipo de lo que los oráculos del pensamiento y la moral definían como forma de conductas apropiadas para la época, y como continuación de aquello que ya aconteciera diez años antes, con la Fiesta del Ángel de la Guarda en nuestra Anteiglesia en 1887, (Entrada del 21 de diciembre del 2011). Algunas quejas, que más adelante trataré, referidas a los usos y costumbres de los bailes públicos en Getxo, parecen sacadas de esas mentes pensantes. La protesta que aparecía recogida un diario, se refería a esos hábitos de diversión en una localidad de Busturialdea, en Pedernales: “...Como todos los años y por las Pascuas, tuvieron lugar el domingo y lunes las romerías en la estrecha plaza de Pedernales. Se bailó a más no poder, si bailar se le puede llamar a la infernal baraúnda que los bailarines entro si producían en los corros. Durante muchos años, he vivido lejos de esta tierra, en donde nací, las romerías que ha habido siempre en los pueblos Vascos, eran muy concurridas y hermosas en la época en que yo abandoné este querido suelo. Entonces se bailaba con orden y decencia, y recordando aquellas diversiones he experimentado muy desagradable impresión al ver un jolgorio desenfrenado, un espectáculo en el que dominaba la nota chulesca. Yo no se á qué influencia se debe la introducción en plazas públicas y en nuestras tan celebradas y renombradas romerías, por su moralidad, esta maldita costumbre de bailar el baile de importación funesta y desmoralizadora. Lo que sé es, que este grave mal, ya bastante desarrollado, adquirirá muy pronto el máximum de sus proporciones, si las autoridades no se deciden a extirparlo, alternando los medios de persuasión con los de energía, y no perdonando esfuerzo alguno que pueda contribuir eficazmente a la desaparición de costumbres canallescas que rápidamente van reemplazando nuestras tradicionales fiestas populares...” Llamaba aquel interprete de las buenas costumbres, un tal J. T. Albizuri a: “...Como ahora es el tiempo en que van a tener lugar romerías en casi todos los pueblos circunvecinos, de publicidad en su acreditado diario a este trabajillo...” (El Nervión del 10 de junio de 1897). Este diario pertenecía a la familia Gandarias, era de ideología conservadora y monárquica.

En el pleno del 10 de junio de 1897, se trataba sobre una invitación dirigida a la corporación municipal del Ayuntamiento de Getxo: “...Se da cuenta de un oficio de Fr. Gregorio del Sagrado Corazón de Jesús, presidente del Convento de los Trinitarios en Algorta, invitando a esta Corporación a la función religiosa que el día 13 del actual , a las 10 de la mañana, tendrá lugar en el referido Convento. El Ayuntamiento acuerda asistir en Corporación a dicha función...” Dicha función religiosa celebraba la Festividad de la Santísima Trinidad.

En la próxima entrada de esta serie veremos como, el Ayuntamiento de Getxo acordaba concurrir a la conducción del cadáver de la esposa del veterinario municipal.

 

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