En la anterior entrada, de esta serie, sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos cómo desaparecía el Casino de Las Arenas.
En los plenos del Ayuntamiento de Getxo, algunos asuntos nos hacían recordar cuales eran las inquietudes de nuestros ediles, los cuales velaban de nuestras calles, plazas y canteras, hasta por la papelería que se empleaba en el Ayuntamiento. De ello hablaron en el pleno del 20 de diciembre de 1894. Pero vayamos paso a paso, el primer asunto que se trató en el mismo fue uno relacionado con la música: “...Se da lectura a un escrito de D. Juan José Garate, solicitando autorización para que pueda amenizar con una banda de música en la Plazuela de Las Arenas, las tardes de los días festivos, a expensas de varios particulares...” Aquella autorización le fue concedida.
Respecto de las canteras en las que se trabajaba en Getxo, dos fueron la solicitudes. La primera para la cantera de Aiboa próxima a Comporte: “...Se da cuenta de una instancia de Dña. Fermina Bilbao Echevarria, viuda de D. Domingo Arancibia, solicitando se le permita continuar con la extracción de piedra arenisca, que su esposo tenía arrendada en el termino de Aiboa, cerca de Comporte...” También solicitaba poder realizar extracción de piedra, en otra zona de esas mismas canteras, en Aiboa: “...Solicita poder hacerse cargo de la extracción de piedra, de las canteras comunales de Aiboa, D. Robustiano Larrondo...”
Por otro lado se solicitaba la devolución del deposito de garantía de algunas obras: “...En vista de la certificación presentada por el Arquitecto Municipal, haciendo constar que procede recibir las dos alcantarillas, realizadas por el contratista D. Valentín Pomposo, la primera que va desde la casa del Sr. Ugarte en la carretera de Plencia hasta el caño de Mantequena, y la segunda desde la casa de Dña. Fidela Aldecoa hasta la calle Peligro. Acordamos, se devuelva dicho depósito...”
En el Ayuntamiento de Getxo, la papelería tenía gran importancia y el volumen de ella se dejaba notar. en el acuerdo que tomaron en el pleno municipal: “...Para facilitar la tarea de los trabajos que habitualmente suelen afluir al Ayuntamiento, la tirada de ejemplares que más usualmente debían de imprimirse, los cuales son: oficios de multas, certificados de buena conducta y papeletas para el ingreso de niños de ambos sexos en las escuelas públicas. Acuerda este Ayuntamiento: Se haga la impresión de 1.000 ejemplares de oficios, 900 de certificados y 1.000 papeletas de ingreso en las escuelas...”
Y finalmente se trataba sobre los lindes del Municipio: “...Teniendo conocimiento este Ayuntamiento de que los compradores de los montes comunales de Lejona, vendidos el día 3 de julio de este año, han amojonado y cerrado con alambre la parte lindante por aquel punto con este termino municipal. Acordamos autorizar al Regidor Sindico para que en unión de la persona conocedora de los límites jurisdiccionales, de ambos términos municipales, vean si afecta aquella demarcación a los intereses de este pueblo...”
Y volviendo a las costumbres de nuestros baserritarras, en las fiestas de navidad, decían en el diario “El Noticiero Bilbaíno” del 21 de diciembre, y eso era opinión del junta letras: “...Hoy, Santo Tomás, es el día señalado para, que los inquilinos de la población rural, acudan a casa de los propietarios de los caseríos en que habitan a satisfacer la renta anual, al propio tiempo que también de obsequiar al amo con el acostumbrado regalo de capones. Ataviados con sus trajes de los días festivos, tanto ellos como sus mujeres y familia, acuden a casa de su amo pues saben de antemano que allí les aguarda una opípara comida...” En aquellos días se señalaban algunos de los precios en aquel mercado: “...Las gallinas de 12 a 15 pesetas el par; los pavos a 15; los chorizos a 3,50; los besugos a 2,50 el par; la merluza a 1 peseta; las angulitas legitimas de la isla, solamente llegó un kilo, a 15 pesetas...” (“El Nervión” del 21 de diciembre de 1894).
Contaba “El Noticiero Bibaíno” del día 22, en relación con las costumbres de los baserritaras en el día de Santo Tomás, que terminado el mismo: “...Regresaran a su casas cargados de bacalao y botellas de buen vino para solemnizar las próximas fiestas...”
El diario “El Noticiero Bilbaíno” del día 21 de diciembre, informaba en sus páginas de las expropiaciones de terrenos para el Puerto Exterior: “...El Gobernador Civil remitió al Alcalde el expediente de expropiación de terrenos a los señores Zuazola, Escondrillas e Iturralde, para la construcción de las obras del contramuelle del Puerto Exterior...”
Durante los días de navidad, anunciaba la Compañía del tranvía eléctrico que: “...El día 24 del corriente se suprimirán, como en años anteriores, en la línea de Bilbao a Las Arenas, todas las salidas desde Bilbao y sus regresos desde las 19:30. Y el día 25 de diciembre en la línea de Bilbao a Algorta, dará comienzo el servicio desde las 8 de la mañana...”
Otra de las costumbres de los baserritarras de los alrededores de Bilbao, en el día de Nochebuena, era: “...Según tradicional costumbre, disparar durante las primeras horas de la noche buen número de tiros y chupinazos...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 25 de diciembre de 1894).
Con el pleno del 27 de diciembre de 1894 se daba por terminado el año. En ese pleno se trataron escasos temas, entre ellos estaban: “...Un oficio de la Comisión Gestora para la Beatificación de Fray Valentín de Berriochoa, dando gracias a la Corporación de Guecho por el donativo dado para los gastos de tramitación...”
También se aprobaban los trabajos de un puente en el punto de Lejarreta: “...Queda aprobada por el Ayuntamiento la diligencia de subasta, adjudicando las obras de construcción de un puente sobre el río Govelas, en el punpo de Lejarrera, a D. Santiago Landa, como mejor postor en la cantidad de 999 pesetas...”
Se daba cuenta del reconocimiento de la casa que había construido en el punto de la Cadena, D. J. José Sarria: “...Se da cuenta del informe presentado por el arquitecto municipal, relativo al reconocimiento de habitabilidad de la casa que en la calle La Carretera, en el punto de La Cadena, ha construido D. Juan José Sarria, que deberá de abonar los derechos de edificación que ascienden a 237,12 pesetas...”
En aquel pleno municipal se trataron algunos asuntos relacionados con los pobres del municipio, y mientras que a alguno se le ayudaba con fondos municipales, a otros foráneos, no se les aceptaba dentro del municipio: “...A los vecinos, D. Raimunda G. y a D. Pedro B., que ha solicitado ayudas que o bien estaban enfermos, ellos o sus familiares, se les socorra con cincuenta céntimos y una peseta diaria...” Así mismo se abonaba a la Tesorería General de la Provincia: “...Por 368 estancias en el Asilo de San Mames (a vecinos de Guecho), producidas durante el 1º y 2º trimestre de 1894, la cantidad de 184 pesetas...” Mientras, que en el apartado de pagos, se especificaba: “...El abono a ocho serenos, por su servicios extraordinarios prestados en la expulsión de pobres y vigilancia de día en las romerías de Santa Ana...”
Según relataba el diario bilbaíno “El nervión”, algunos aprendices de “Pitarque” se daban cita con una apuesta en Las Arenas: “...Ayer apostaron tres sujetos a que penetraba en una fonda, comían bien y bebían mejor, y se marchaban sin pagar. Efectivamente, penetraron e la primera fonda que encontraron, se sentaron y se mandaron servir tres docenas de ostras para abrir el apetito. Seguidamente despacharon la sopa y tres raciones de riñones, un besugo, una tortilla, tres chuletas con patatas y un pollo. A continuación los gastrónomos despacharon sosegadamente los postres que también fueron abundantes. Uno de ellos, que era el que llevaba la batuta, pidió la cuenta. La sirvienta sin sospechar nada dijo: 32 pesetas. ¿Tomaremos café?, pregunto el cuentista, dirigiéndose a los comensales. Mientras que al sirvienta se dirigía a la cocina, saltaron por al ventana, y hasta otra. Según nos dicen los tres gorrones habitan el el barrio de Algorta...” (“El Nervión” del 27 de diciembre de 1894).
Finalizaba 1894 con la mar embravecida, contaban “El Noticiero Bilbaíno” y “El Nervión” del 31 de diciembre: “...El estado de la mar era imponente. Las chubascadas con acompañamiento de huracán, vendaval y granizo, estuvieron a la orden del día. El vapor de los prácticos recorrió por la mañana la costa desde Portugalete a Castro pero no halló ningún buque en peligro. El Abra estaba convertida en espumosas rompientes. En el Abra estuvo a punto de ocurrir un naufragio, el vapor “Carolín” que navegaba con rumbo a Santander, en vista del fuerte temporal entro de arribada a nuestro puerto, pero antes de lograr su propósito, el “Carolín”, que había echado anclas frente al puerto de Algorta, debido a un golpe de mar perdió las dos anclas; después de grandes trabajos y una hábil maniobra de su capitán, atravesó la barra y quedó fondeado en los muelles de Portugalete...”
La próxima entrada de esta serie comenzara con los acontecidos en el año de 1895.
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