domingo, 12 de diciembre de 2021

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -245-


En la anterior entrada, de esta serie, sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos cómo la inauguración del Ayuntamiento de Leioa, daba lugar a una celebración en la que participaron algunas entidades de nuestra Anteiglesia.

En el pleno municipal del 11 de octubre de 1894, entre los asuntos tratados estaba el de una edificación que pretendía hacer un vecino de Getxo, en un terreno perteneciente a la casa “Govelena”: “...La Comisión de Fomento y Policía Urbana ha emitido un informe, a cerca de una instancia presentada por D. Santiago Deusto, para el deslinde con las vías públicas, de un terreno que le pertenece a la casa Govelena. En dicho informe expresa la Comisión haber marcado con estacas para hacer un edificio, con cocina y dos alcobas, en el terreno del Sr. Deusto. Quedando dicho señor obligado a derribar una pocilga de cerdos que esta en la vía pública...”

En ese pleno se hablaba de que: “...Las obras de la calle que va desde el ferrocarril va hasta la playa de Las Arenas, que ha ejecutado D. Valentín Cajigas, ha sido terminada, y este Ayuntamiento da por recibida la misma...”

En el apartado de pagos se consignaba que: “...La ampliación de las obras de traída de aguas habían sido realizadas por D. Ignacio Uribarri. Que el alguacil Sr. Miaragaray era el encarado de facilitar a los carabineros el traslado de sus equipajes a Bilbao y Plencia...”

En dicho pleno se trató también sobre: “...El mal estado en que se hallaba el cauce del río Govelas. Ordenado el Ayuntamiento que se procediera a la limpieza de dicho cauce, afín de que no quede interceptado el mismo. Cometido que se encargaran de gestionar los concejales Sr. Juan D. de Echevarria, Gregorio Arzubiaga y Antonio María de Ugarte...”

En aquel pleno del 11 de octubre de 1894, también se trataba sobre las obras del Hospital Hospicio, y de los perjuicios que estas obras causaban a algunos inquilinos del barrio de Alango: “...Habiéndose presentado en el Salón Consistorial D. Antonio Goicoechea, inquilino de la casa Alango, solicitando indemnización por el perjuicio que se le hace, al quitarle las cepas de un viñedo, al ejecutar las obras del Hospital Hospicio, al haber sido compradas por el Ayuntamiento la heredad donde existen dichas cepas. Acordaba el Ayuntamiento, que todo lo que pueda perjudicar dicho señor Goicoechea, con motivo del arranque de las cepas de la viña, así como el haber tenido que recoger la uva sin haberse madurado, por ello el Ayuntamiento le abone la cantidad de 50 pesetas, además de lo evaluado por personas autorizadas por el arrancado del maíz, así mismo arrancado en la heredad, por lo que se le entregarán otras 61,50 pesetas...”

Hay una información a cerca de las condiciones de vida en nuestras calles, que no me resisto a publicar, ya que a pesar de ser de la Villa de Don Diego, nos puede dar una visión de como eran en aquella época: “...El que se propone ir de un extremo a otro de la calle de la Ronda, por una de las aceras, por la única a la que se puede dar ese nombre, pues la otra es tan estrecha y y está en tan malas condiciones, que no sirve para el caso, el que quiere decimos, por al única acera que existe, no hace el viaje en las veinticuatro horas del día. Aparte de los innumerables carros que descargan sin solución de continuidad sus mercancías en aquellos almacenes, como la calle es tan angosta para el paso constante de carruajes de todas clases, amén del tranvía, que ocupa la mitad del tránsito, las gentes que van cargadas de bultos de mayor o menor tamaño, no se atreven a andar por el arroyo, y el desgraciado transeúnte que va confiado en las Ordenanzas Municipales, que prohíben el paso por las aceras de las gentes con cargas se encuentra a lo mejor o a lo peor mis bien con que le manchan o rompen el vestido, o le sacan un ojo de la cara más fácilmente que lo contamos...” Aquel 11 de octubre bajó por primera vez a la estación de Bilbao el ferrocarril de Lezama (“El Nervión” del 12 de octubre de 1894).

El día 13 de octubre, en los diarios “El Noticiero Bilbaíno” y “El Nervión”, se anunciaba la subasta del “Casino de Las Arenas” (“El Noticiero Bilbaíno” yEl Nervión” del 13 de octubre de 1894).

La noticia del acto de colocación de la primera piedra del Hospital Hospicio de Alango era ofrecida por el diaro “El Nervión”, del día 15 de octubre de 1894. El acto se había tenido lugar el domingo 14 de ese mismo mes. Sobre lo acontecido aquel día decía el referido diario: “...Magnifico ha resultado el acto celebrado esta mañana en este pueblo con motivo de la inauguración de las obras del nuevo Hospital Hospicio. A las 10 de la mañana se celebró una solemne misa en la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari de Algorta. El templo se hallaba lleno de fieles. La misa del maestro Mercadante fue ejecutada admirablemente. El director del convento del Corazón de María, R. P. Torrespar, ocupó la sagrada cátedra y pronunció un sermón que fue escuchado con sumo agrado por los numerosos fieles que llenaban el templo. Seguidamente la comitiva se digió al punte donde se va a construir el edificio. El párroco de la iglesia, D. Ángel Amunategui, bendijo el terreno, y el señor Eguiluz, en nombre del gobernador y la señora viuda de Valle cogieron una paleta y colocaron la primera piedra. Debajo de esta se colocó una caja de zinc que contenía los números de los periódicos del día y el acta de la ceremonia.

A continuación el Alcalde D. Santiago Diliz pronunció un discurso en el que elogió a la prensa local. El Diputado Sr. Larrucea en nombre de la Diputación dio gracias al pueblo de Algorta.

Se informó que el nuevo edificio hospital consta de dos pisos; en el primer piso se instalarán las oficinas y en los extremos las camas para los enfermos. La fachada principal tendrá 24 ventanas. El edificio es de 48,50 metros de largo y 21,60 de ancho.

El acto fue amenizado por la banda de música de Algorta dirigida por su director D. Millán Armero. La banda ejecutó el Guernicaco Arbola al colocarse la primera piedra; y antes y después al acompañar a la comitiva tocó una marcha de I. Santos y un pasodoble.

A continuación los invitados fueron obsequiados con un lunch; siendo de destacar la animación que reinó en el pueblo. El Circulo Algorteño, el Casino y algunas casas particulares se encontraban engalanadas. En el Casino Algorteño, por la noche, se celebró un baile...” (“El Nervión” del 15 de octubre de 1894).

Al parecer el organista de Algorta, según se decía en el pleno del 18 de octubre de 1894, era el armonizador de casi todas las ceremonias religiosas que se celebraban durante las fiestas de la Anteiglesia de Getxo: “...D. Pablo Mugica, organista de la parroquia de Algorta, percibirá la cantidad de 165 pesetas, como honorarios de su actuación en las fiestas de San Nicolás, Santa Ana y Nuestra Señora de las Mercedes...”

En la próxima entrada, de esta serie, veremos cómo algún vecino de Algorta, a quien se le había requerido cerrar sus cuadras de cerdos, solicitaba se le permitiera criarlos.


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