En
la anterior entrada veíamos cómo llegaba el verano y algunos
establecimientos se preparaban para recibir a los veraneantes.
El
21 de julio de 1892 en el pleno municipal se daba cuenta de una
instancia presentada por D. Miguel París, vecino del barrio de Las
Arenas y domiciliado en la calle Urquijo, en la que solicitaba:
“...Permiso
para extraer tierras en el monte comunal de Aiboa, junto a la casa
perteneciente a D. Justo Ugarte, unos quinientos o seiscientos metros
cúbicos para emplearla en un relleno de las obras del ferrocarril en
construcción de Las Arenas a Plencia...”
La única condición que puso el Ayuntamiento fue que debía dejar el
piso de la saca en buen estado.
Por
aquellas fecha el puesto de la Guardia Civil se encontraba en la casa
perteneciente a D. Santiago Lecumberri en el barrio de Las Arenas. El
alquiler de la misma era abonado por el Consistorio de Getxo.
La
ocupación y la demanda de espacio para las casetas de baño se
sucedían todos los años. En julio de 1892 la demanda de colocación
de casetas de baño partía de D. Pedro Zubiaga, quien solicitaba la
colocación de sus casetas en la playa de Ereaga, a quien se le
adjudicó el lote nº 6 de la misma. Pero también algunas veces se
producían abusos por parte de algún propietario de balnearios, como
fue el caso del dueño de la Galería Balnearia de Las Arenas D.
Eladio Berriatua: “...Los
dueños de casetas de la playa de mar de Las Arenas de esta
Anteiglesia, presentamos una queja por el uso que hace este
propietario de Galería Balnearia, quien no cumple el artículo 10
del bando publicado para este servicio, porque para sus 72 casetas
que ocupan siete lotes en la playa, no tiene si no un solo bañero.
El Ayuntamiento acuerda que habiendo oído con disgusto su falta de
lo prevenido en el articulo 10, le conminamos a que cumpla a la mayor
brevedad lo indicado en el mismo, ya que de no hacerlo este
Ayuntamiento se verá en la necesidad acordar lo que proceda para
evitar prevenir toda desgracia irreparable...”
Aquel año el Ayuntamiento de Getxo abonó a D. Antonio Rivero por
seis trajes de verano para los alguaciles y vigilantes de las playas
102,95 pesetas.
La
llegada del verano y la mayor afluencia de visitantes, los cuales
ocupaban sus segundas residencias, balnearios y casas de alquiler en
nuestro municipio aconsejaban darles servicios y mejorar las
comunicaciones. Por ese motivo la corporación municipal acordaba el
12 de julio de 1892: “...Que
siendo llegada la época acordamos autorizar al Alcalde para que
practique las diligencias conducentes con el fin de establecer, lo
mismo que en los últimos años, correo extraordinario o doble por
cuenta del municipio...”
La
banda de música del barrio de Algorta, algunas veces trasladaba sus
actuaciones a otras localidades vecinas; el 21 de julio solicitaba
permiso al Ayuntamiento de Getxo para poder actuar en las próximas
fiestas de la Villa de Plencia. El Ayuntamiento le contestaba al
director de la misma que: “...Esta
Corporación será benévola y no exigente por algunas pequeñas
ocupaciones que se les diere fuera de lo señalado en su compromiso
con esta población, pero esta autorización no se concede al
tamborilero y atabalero si no se ponen sustitutos...”
Y
como de fiestas hablaba anteriormente, qué menos que recordar el
anuncio que hacía el Ayuntamiento de Getxo el día 30 de julio de
1892 en “El Noticiero Bilbaíno”. El mismo se refería a las
inminentes de San Ignazio de Algorta y a la repetición de las
pasadas de Santa Ana en Las Arenas. Las
de San Ignazio en Algorta,
se iban a celebrar al día siguiente, 31 de julio, que amanecerían
bien temprano según el anuncio, cosa por otro lado que no parece
lógico por lo temprano salvo que fuera un error de impresión; en su
programación recogía: “...A
las cuatro de la mañana recorrerá las calles de la población,
tocando la diana, la banda de música de esta localidad; por la tarde
desde las cuatro hasta el anochecer, romería en la campa de la
iglesia de San Ignacio; a las diez de la noche se quemaran vistosos y
caprichosos fuegos artificiales del renombrado pirotécnico D. Juan
de Anta, los intermedios de aquellos voladores serían amenizados por
la banda…”
Durante los días de fiestas de San Ignazio la Compañía del Tranvía
aumentaba la frecuencia de los convoyes. Funcionaban cada cuarto de
hora, solo que no tenían parada en María Cristina como lo hacían
habitualmente.
Las
de Santa Ana
en Las Arenas,
del 26 de julio, comenzaban en la víspera con actividad cinegética
en el campo de Lamiaco, en el que se iba a celebrara la jornada
inaugural del Tiro Pichón, en lo que llamaban el Hipódromo de Las
Arenas. Lo anunciaba D. Manuel Castellanos, secretario de la
sociedad. La romería del día 26 de julio, día de Santa Ana era
relatada por el “Nervión” del 27 de julio, de la siguiente
manera: “...La
romería de Santa Ana celebrada ayer en Las Arenas se vio
concurridísima. EL tranvía y particularmente el ferrocarril de Las
Arenas transportaron infinidad de romeros bilbaínos. A las cinco de
la tarde cayó una pequeña granizada, pero despejó el tiempo y la
tarde quedó espléndida y hermosa. Tomó parte en la fiesta la banda
de música de Algorta, en la que por cierto hemos encontrado muchas
mejoras desde el año pasado al actual. La banda de música alternó
con los consabidos pianos de manubrio y corros de ciegos. A pesar de
la aglomeración de gente, ni en la campa donde se celebró la
romería ni en los ferrocarriles ni tranvías ocurrió que sepamos
ningún suceso desagradable. Solo oímos que a un caballero le
hurtaron el reloj, pero no lo pudimos comprobar. La romería se
repite el domingo siguiente en Las Arenas...”
La repetición de la misma, que se iba a celebrar el día 7 de
agosto, fue anunciada por el Ayuntamiento de Getxo en “El Noticiero
Bilbaíno” del 30 de julio de 1892. Ofrecía el siguiente
programa: “...Repetición
de la romería
de Santa Ana en la Campa del barrio de Las Arenas con asistencia de
las bandas de música y tamborileros; contará con cucaña y patos a
las tres y media de la tarde en el río, a las diez de la noche
vistoso fuegos de artificio en la plazuela del barrio, que tendrá
iluminación veneciana...”
Como nota anecdótica: los usos que algunas familias pudientes
hacían en el barrio de Las Arenas, recogida del mismo periódico:
“...El
médico de Las Arenas D. Guillermo Lanchoves es el encargado de
informar sobre el deso de contratar a una Nodriza, primeriza, que
tenga de 21 años de edad y ocho días de parida, para criar en
casa...”
Un barrio, que a decir de una extensa carta sobre la ría bilbaína,
que escribía en ese diario el bilbaíno D. Francisco Ruiz de la
Peña, era un lugar en el que: “...De
tornar hoy a la vida López de Haro, con el ánimo resuelto de fundar
la predilecta Villa que hizo nacer en su día, sin duda alguna la
habría de dar cimientos en los bordes del mar, sobre la extensa
planicie de Las Arenas y Lamiaco...”
En
la próxima entrada de esta serie veremos cómo la Diputación
Provincial autorizaba al Ayuntamiento de Getxo para realizar el pago
de las obras de traída de aguas desde los manantiales de Berango.
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