miércoles, 10 de octubre de 2018

LAS ESCUELAS DE LA VEGA DE SANTA EUGENIA



Como suelen decir, la historia es una secuencia de hechos de acuerdo con el tiempo en que tuvieron lugar, que varía según la forma en que se cuente o el cariño que se ponga en ella. Algo de eso hay cuando nos acercamos a nuestros barrios, y vemos cómo el paso del tiempo va borrando nuestros recuerdos, pero tercos permanecen en nuestra mente, y a veces los contamos a los demás.

Ya desde que el 16 de julio de 1882 apareciera en el “Noticiero Bilbaíno” la noticia de que: “...«El año pasado, nuestro convecino el D. Miguel de Vitoria empleaba su Inteligencia y su instrucción nada comunes en la explotación agrícola de la Vega de Santa Eugenia»...” Las noticias relativas al barrio de Romo se repitieron en la prensa bilbaína.

Y una de ellas fue la relacionada con las “viejas” Escuelas de la Vega de Santa Eugenia, que ya desde el 19 de agosto de 1929 aparecían en la prensa bilbaína (La Tarde), la cual indicaba que la permanente del Ayuntamiento de Getxo había tratado sobre: “...«las impresiones obtenidas en Madrid por el alcalde de esta anteiglesia, don Juan L. Prado Mathurin, en orden a las projectadas escuelas en la Vega de Santa Eugenia (Las Arenas) no pueden ser más optimistas. Por el Gobierno se ha concedido la subvención necesaria y el asunto está pendiente de que se anuncie la subasta. Las citadas escuelas serán unitarias, con dos para niños y otras tantas para niñas»...” Cuatro días más tarde el Alcalde informaba a la Junta de Primera Enseñanza de que había visto en el Ministerio de Instrucción Pública los planos de las proyectadas escuelas. También el 29 de diciembre de 1929 aparecían noticias relativas a su construcción, en esa fecha se estaban dando los primeros pasos, bajo la presidencia del alcalde señor Prado Mathurin para la adquisición de un terreno del señor Earle en la vega de Santa Eugenia para construir dicho edificio escolar. Durante el mes de junio de 1929 ya se rumoreaba que “...«Uno de estos días se recibirá de Madrid un importante documento del Ministerio de Instrucción Pública relacionado con la escuela que se ha de construir en la Vega de Santa Eugenia»...” La misma volvía a repetirse el 17 de julio de 1929, cuando ya la prensa bilbaína recogía la Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes aprobando los proyectos referentes a su construcción. Para ello, el 22 de julio, el Ayuntamiento de Getxo, aprobaba en pleno ingresar la cantidad con la que el Ayuntamiento debía contribuir para la realización de las obras proyectadas. El 26 de julio de 1929 la prensa (“El Liberal”), informaba de que el ministro de Instrucción Pública había enviado al gobernador civil una real orden sobre la aprobación del proyecto de cuatro escuelas unitarias, dos para niños y dos para niñas, en la vega de Santa Eugenia, para cuya construcción iba a contribuir el Estado con 35.290,80 pesetas y 36.097,43 pesetas, y el Ayuntamiento de Getxo con 25.000 pesetas.


Casi a la vez, se estaba produciendo la iniciativa de la construcción de otro centro de enseñanza, este de carácter religioso, en la Vega de Santa Eugenia. El 14 de agosto de 1929, el pleno facultaba a la Alcaldía para la firma de la escritura de cesión en venta de parte de un terreno municipal de la Vega para construir en él un edificio destinado a enseñanza religiosa. Este centro formaba parte de un conjunto, capilla incluida, que fue parte de una donación de la benefactora de las escuelas parroquiales Sra. de Alday, que fueron inauguradas en 1935.

Ante estos avances, en la construcción de las deseadas escuelas, el barrio se movía, y en noviembre de 1929 se convocaba la Junta de Propietarios de la Vega de Santa Eugenia para tratar de la urbanización de la misma. Ya para el 14 de diciembre, en las oficinas municipales se hallaba a disposición de los vecinos el expediente incoado para sustituir en el plano de urbanización y ensanche, el destino que se iba a dar a una parcela de terreno de la citada vega con destino al emplazamiento de las escuelas parroquiales, la capilla y un parque.

En 1930 el padrón de habitantes de Getxo, el de diciembre de 1929, ofrecía una población de 16.153 habitantes de derecho y una de 15.854 habitantes de hecho. Una distinción jurídico-administrativa, que establecía la población de derecho (los residentes empadronados) y la población de hecho (los que eran población de derecho en otro municipio).


Fue el momento en que, bajo la presidencia de D. Pedro Careaga, se reanudaban las obras de las Escuelas de la Vega de Santa Eugenia, que habían estado paradas por causa de la huelga del gremio de la construcción. Esta era definida cómo “Escuela Nacional Graduada de la Vega de Santa Eugenia”. Estaba enclavada, entonces, en el barrio de Las Arenas. Aunque del diseño original, que era de dos plantas poco quedó, ya que lo realizado fue de una sola, tan solo cumplió el solar.

Romo (Vega de Santa Eugenia), al igual que Neguri, no existían de forma oficial cómo barrios, en 1960 siguiendo las normas de la de la delegación de estadística, se aprobó por la Comisión Municipal permanente, “...«revisar la lista de entidades de población, por la que se creaban dos nuevas entidades singulares...,...se agreguen como de nueva creación las dos que en el transcurso de este tiempo se ha puesto de manifiesto su singularidad»...”, se referían a Neguri y Romo.

En el barrio de Santa Eugenia, que así era denominado por la prensa local, en abril de 1930 había un contingente de cerca de 400 niños y niñas en edad escolar, muchos de los cuales iban a las escuelas de Las Arenas y otros, según decía un diario bilbaíno, estaban sin escolarizar por falta de espacio en centros educativos.

El 31 de Mayo de 1928, el ministerio daba luz verde para la construcción de una Escuela Publica Unitaria en el barrio de Romo. La aprobación de aquel grupo escolar por parte del Ministerio se formalizaría el 25 de Julio de 1.929.

Esta escuela, no fue ajena en el momento de su construcción a conflictos obreros, no podía ser de otra forma, ya que Romo era un barrio que reunía esas características, y el momento hay que situarlo a la salida de la dictadura de Primo de Rivera y su último directorio civil, en pleno auge de las movilizaciones obreras en todo el Estado. Por aquellos días el movimiento huelguístico se extendía a todo el Estado y los paros en los diferentes sectores eran secundados por gran numero de trabajadores en Araba, Gipuzkoa, Asturias, Santander, Alicante y Bizkaia.


La Agrupación de Obreros Vascos, en Mayo de 1930, había enviado un escrito a la Alcaldía, dándole cuenta del acuerdo adoptado por todas las agrupaciones similares de ambas márgenes del Nervión, según el cual se habían declarado en huelga doscientos oficiales y cuatrocientos peones del ramo de albañilería por no haber sido atendidas sus aspiraciones de aumento de jornales. El 28 de mayo de 1930, un grupo de albañiles huelguistas se presentó en las obras de construcción del grupo escolar de la Vega de Santa Eugenia, invitando a los obreros que allí trabajaban a que se unieran a la huelga.

Un total de 300 obreros del ramo de la construcción pararon aquel día. No fueron ajenos a aquellos conflictos obreros, las fuerzas públicas, que se personaron en las obras para evitar que la huelga siguiera su curso. Por aquellos días se decía que la policía municipal, a quienes en Bilbao se denominaba “Chineles”, que con sus nuevos uniformes, parecían señoritos de postín. En las obras de las escuelas, solo un grupo de albañiles que actúan a las órdenes de un contratista local de Las Arenas, continuaron sus labores. Por la tarde, abandonaron de nuevo el trabajo los obreros de las escuelas, instados a ello por los peones. La prensa bilbaína decía que: “...«La actitud de los obreros es absolutamente pacífica, estando las obras vigiladas por fuerzas de la Guardia civil y policía municipal»…”

La huelga, que tuvo una importante incidencia, continuaba el 6 de junio, solamente en algunas zonas del municipio, ya que por intervención municipal, continuaron algunos trabajos que se venían realizando en Getxo. Entre ellas las del nuevo kiosco de música, en la Plaza de la Constitución en Algorta, y las que de una nueva plazuela, que se construía frente al Hospital municipal. A pesar de ello seguían paradas las de las Escuelas de la vega de Santa Eugenia.

Entretanto, el nuevo Censo electoral de la anteiglesia ya alcanzaba a un total de 2.802 electores entre las diversas barriadas de Santa María, Algorta, Neguri y Las Arenas.


Todavía a finales de junio, la huelga de oficiales y peones albañiles seguía enquistada. Para mediados de junio, los obreros de la construcción reanudaron el trabajo, poniendo fin a la huelga que sostenían. Pero a finales de julio las obras seguían paradas, parecía como si un maleficio hubiera ciado sobre las escuelas. Se preveía que las escuelas estuvieran terminadas para finales de 1930, pero había dudas de la fecha de finalización.

En marzo de 1931 se aprobaba un acuerdo de la Junta local de Primera Enseñanza relativo al establecimiento de cuatro escuelas unitarias en la Vega de Santa Eugenia. El 28 octubre de 1931, en una publicación del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, aparecían mencionadas entre las Escuelas Públicas Unitarias, creadas durante la Segunda República, en la Gazeta de Madrid, en el número 301, del 28 de octubre de 1931 en su pagina 566. Se las señalaba cómo localizadas en la Vega de Santa Eugenia (Las Arenas). Con fecha de puesta en marcha del 3 de octubre de 1931, disponían de dos aulas para niños y otras dos para niñas.

El resto  todos más o menos lo conocemos. Aquellas viejas escuelas dieron lugar otras más modernas. La vieja plaza de las escuelas, de tierra batida, donde en verano venían los volatineros, al igual que ellas dio paso a una moderna plaza, incluso llegó a tener un frontón. Más tarde las escuelas se convertirían en Aula de Cultura, y finalmente fueron derribadas. Las fiestas que en ella se celebraban, poco a poco fueron saliendo de su emplazamiento. Y en la actualidad su espacio ha sido ocupado por un gran edificio (Casa de la Cultura), en medio de la protesta de un sector del barrio.

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