En
la anterior entrada veíamos cómo en 1884, muchos pueblos de Vizcaya
se veían en la necesidad de cubrir las cargas municipales por medio
de repartos o derramas al vecindario. A la vez que algunos pobres
imposibilitados del municipio se veían forzados a ser atendidos por
órdenes religiosas como “Las hermanitas de los Pobres” de
Bilbao.
Pero,
antes de seguir con esta historia, no quiero dejar sin comentar un
suceso de carácter religioso, relacionado con el barrio de Santa Ana
(Areeta-Las Arenas). El 1 de junio de 1884 aparecía recogido en el
“Noticiero Bilbaino”: “...«Se
ha obtenido de Su Santidad autorización para que permanezca el
Santísimo Sacramento en el sagrario de la capilla de Santa Ana, en
las Arenas. En acción de gracias por este fausto suceso, mañana
lunes se celebrará en dicha capilla una solemne función
religiosa»...”
Al parecer los vecinos de este barrio debían de acudir a Algorta en
demanda de auxilios sacramentales. El promotor de aquella
autorización fue el párroco D. Martín Fernández de Retana.
El
11 de septiembre de 1884 se recibía la carretera que iba desde
Urduliz a Getxo y el ramal a Sarri. En ese mismo acto se recibía
para esta anteiglesia la denominación de Pueblo de ruta para los
efectos del plan de iguala (Los Ayuntamientos dependientes de al
Diputación de Bizkaia obtenían por su participación en la
construcción de las principales vías de comunicación una rebaja en
los tipos concertados para el sostenimiento de dichas carreteras por
las cantidades que invertían en esas obras). Dicha vía había
quedado abierta al servicio público el 30 de mayo de 1884. Sin
embargo, el consistorio de Getxo presentaba una queja ante la
Comisión Provincial por entender que con aquella declaración se
lesionaban derechos adquiridos con anterioridad: “...«De
reintegro de arbitrios que antes venía percibiendo, habiendo sido
dañados muy seriamente intereses muy sagrados de este pueblo,
adquiridos a costa de grandísimos sacrificios»...”
El jueves 13 de noviembre se recibía la desestimación por parte de
la Diputación: “…«Desestimar
la reclamación interpuesta por el ayuntamiento de Guecho contra el
acuerdo considerándole como pueblo de ruta a los efectos del plan de
iguala, desde el 30 de mayo último en que fueron abiertos al
servicio público los ocho trozos de la nueva carretera de Urduliz a
Guecho con su ramal de Sarri»...”
El
26 de noviembre de 1884, la Diputación de Bizkaia anunciaba en el
“Noticiero Bilbaíno” la subasta de acopio de piedra para algunos
tramos de dicha carretera.
A
mediados de septiembre una de las cosas que preocupaba a los ediles
de Getxo era dónde depositar las basuras del vecindario de Las
Arenas: “«…Se
trata de recoger en un sitio las basuras y desperdicios de las casas
del barrio de Las Arenas»...”
Para ello, por indicación previa del gobierno de la provincia, se
dirigieron a los señores D. Diego de Uribarri y D. Niceto de Urquizu
para que prestaran terrenos situados en sus pinares para depositar
las basuras.
El
18 de septiembre de 1884, a propuesta del edil D. Manuel de
Zalduondo, el Ayuntamiento de Getxo decidía enviar un oficio a los
Sres. Diputados a Cortes por esta Provincia, en el que se solicitaba:
“...«Todo
su valimiento y apoyo en los centros oficiales de la Corte, a fin de
saber el estado en el que se encuentran los importantes negocios de
este municipio y gestionar caso de que sea posible su despacho
favorable a esta Corporación»...”
Entre aquellos negocios a los que se referían estaban 40 solares de
Las Arenas, que el Gobierno había vendido como bienes del Estado, a
cuyo remate (subasta) protestó el ayuntamiento en 1865 por ser
propios de este municipio; además de que en 1873 se vendió, así
mismo, un terreno pegado a aquellos solares, próximo al mar. En la
solicitud se pedía que “...«Se
averigüe el estado de dicha protesta, y se aplique el valor total de
los mencionados 40 solares a este municipio»...”
Por otro lado se solicitaba que: “...«Que
teniendo este municipio, con arreglo a la Real Orden del 20 de enero
de 1862 comunicada al señor Gobernador de Vizcaya por el Ministerio
de Hacienda el 14 de marzo del propio año y a la Diputación el 26
del mismo mes, derecho sin el descuento del 20% al total del valor de
los terrenos, que cómo propios le han sido vendidos, se emitan a
favor de este pueblo las correspondientes inscripciones, que le han
sido descontados en la venta de los mencionados terrenos propios»...”
Acompañaban a aquellos Oficios una serie de documentos
justificativos que el Ayuntamiento había enviados el 23 de marzo de
1882 al Gobernador Civil de la Provincia.
En
esa misma fecha se hablaba de la posibilidad de destinar a hospital
de coléricos el matadero de Iturribarri: “...«Para
que en caso de que fuera invadido este Pueblo por la epidemia de
cólera que aflige a varias poblaciones del reino»...”
Así mismo de encomendaba, en esa misma sesión, a dos ediles a
hacerse cargo de la reparación de los caminos rurales y peatiles de
toda la Anteiglesia.
A
principios de octubre de 1884, el servicio peatón de correos parece
que dejaba mucho que desear, por ello el consistorio decidía ponerse
en contacto con los Ayuntamientos de Portugalete y Santurce, que al
parecer tenían el mismo problema para que, de forma mancomunada,
enviar una queja al Director de Correos y Telégrafos solicitando:
“...«Que
en lo sucesivo se envíen una o dos expediciones diarias por los
tranvías, con la correspondencia que haya para las tres
poblaciones»...”
Y
como ya estaba próxima la época de la corta de la argoma, acordaba
la corporación: “...«Acuerda
el Ayuntamiento conceder permiso, bajo las prescripciones y multas
consignadas en su acuerdo del 29 de octubre de 1883, a los vecinos de
esta Anteiglesia para que puedan cortar argoma en el monte comunal de
la Galea, en la zona llamada Baserri desde Jauregui-Argalena hasta
Erroteche, debiendo verificar dicha operación desde el 15 de octubre
hasta el 15 de noviembre»...”
Aunque días más tarde, el 9 de octubre, enmendaban dicho acuerdo
señalando que: “...«Para
que cada vecino pueda cortar, a lo más ocho carros de argoma,
debiendo abonar en el acto una peseta por cada carrada, a los
guardas que se establecerán para vigilancia de dichos montes»...”
Para dichos vigilantes se asignaba una soldada de dos pesetas diarias
procedentes de lo que iban a producir los argomales cortados. Hubo
una voz discrepante, la del edil Sr. Inchaurtieta, quien consideraba
que: “...Los
pobres quedarán sin cortar argoma por no tener con qué pagar»...”
Las
travesuras de algunos muchachos en el barrio de Sarri, el 9 de
octubre de 1884, llevó al consistorio acordar: “...Que
siendo prejudicial para el municipio, las actuaciones de algunos
muchachos en el techo de la fuente pública de Sarri, subiendo al
mismo y haciendo desperfectos, así como las molestias que causan a
la lavanderas; acuerda el Ayuntamiento que al padre del primer
muchacho que se encontrara sobre el referido techo, se hagan pagar
todos los daños causados, con imposición de multa correspondiente,
sin perjuicio de castigar a los mismos delincuentes, con arreglo a
las leyes»...”
Eran los tiempos de la alcaldía de D. José Antonio Uriarte.
Eran
los últimos días de octubre cuando el consistorio trataba sobre la
oportunidad de un nuevo puerto en Algorta: “...Habiendo
manifestado el regidor D. Manuel de Zalduondo, que en el día de ayer
estuvo el Diputado de este distrito D. Rafael de Mazarredo, a ver el
local donde se proyecta construir en el barrio de Algorta el nuevo
puerto, para en su vista presentar en Cortes el oportuno proyecto de
ley, acuerda este Ayuntamiento: Se le entregue el expediente
elaborado para que después de estudiarlo , en unión de los señores
Diputados D. Ángel y D. Manuel Allende Salazar, lo pasen al
Ministerio de Fomento para su debida tramitación»...”
Días más tarde el Diputado a Cortes por Markina D. Manuel Allende
Salazar agradecía por carta el envío de la documentación y
aseguraba que pondría de su parte junto a los Diputados de Bilbao y
Gernika y Lumo, afín de que ese y otros asuntos tuvieran un feliz
resultado.
El
30 de octubre el consistorio trataba sobre la Cantera de
Bolunzarreta: “...«D.
Federico Baquero de Aldecoa, vecino de Bilbao, se ha fijado en el
sitio de “Alto de Bolunzarrreta”, terreno comunal perteneciente a
esta Anteiglesia, para explotar una cantera de tierra arenisca, y
construir un camino de carros para llegar a ese punto»...”
El Ayuntamiento daba su autorización para un tiempo de explotación
de tres años, debiendo de pagar 250 pesetas anuales.
En
la próxima entrada veremos los abonos que percibía el Ayuntamiento
de Getxo, a principio de noviembre de 1884, por las cabinas de baño
instaladas en las playas del municipio. Así como de la protesta
presentada por la venta de terrenos propios.
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