En la entrada anterior veíamos como se realizaban obras entre la llamada Plazuela de Las Arenas (Bizkaiko Zubia) y las cuadras del Tranvía.
En el pleno del 2 de mayo de 1894 se trataba sobre el edificio llamado Hospital (situado próximo a la iglesia de San Ignazio): “...Se ha examinado con detención la escritura del Hospital, instruida a favor de esta Anteiglesia por los señores, D. Luciano Alday y Ubao y D. Mariano de Arana y Olaguibel, como albaceas testamentarios de Dña. Francisca de Abaroa y Sarria (donante) y Dña. María Rosa de Abaroa y Sarria (coadyuvadora), habiéndonos encontrado con la dificultad de que el Ayuntamiento no puede, en su calidad de administrador de la fundación, vender ni enajenar los bienes legados para hacer figurar en los presupuestos del nuevo Hospital que trata de construir, por prohibírselo terminantemente la clausula 2ª de la escritura de fundación, que a la letra dice “sin que en ningún tiempo pueda ser destinado ni vendido por nadie para ningún otro uso”. Por lo que tuvimos que remitir a consulta la mencionada escritura de fundación a nuestro abogado consultor, quien es de la opinión de que el Ayuntamiento no está facultado para llevar a cabo la venta de los bienes que constituyen la fundación y que no puede enajenar los mismos legalmente. Por lo que el Ayuntamiento ha decidido este acuerdo a D. Luciano Alday y Ubao, único superviviente de los expresados albaceas, a fin de que vea en que manera se puede proceder a la venta del edificio llamado “Hospital”, y del solar en el que fue construido, bien entendido que esta corporación esta dispuesta a sufragar los gastos que pudiera originar en consultas o cualquier otra diligencia...” Aquella venta era necesaria para poder acometer las obras del nuevo edificio del Hospital Hospicio de Alango.
En
aquellos día se estaba procediendo al arreglo de las vías peatiles:
“...En
el barrio de Santa María de Guecho, desde Maidagan a Arteagas y
Diliz. Además de a la reparación de la fuente del punto de Salsidu,
que abastece al barrio de Zubilletas, y que se halla descompuesta...”
En la ría algunas veces se producían contratiempos con los vapores que entraban. El 5 de mayo de 1894 la prensa bilbaína informaba sobre un abordaje en las boyas de Portugalete: “...El vapor “Moratín”, de matricula de Sevilla, en el momento en que entraba en este puerto, abordo al vapor “Albia”, el cual se hallaba amarrado a una de las boyas de Portugalete. Ambos buques resultaron con averías de consideración...”
Mientras, en el informe comparativo del ferrocarril de la margen derecha (Bilbao-Las Arenas), los números resultaban negativos, respecto a periodo anterior del mes de abril. Decía el diario “El Nervión”: “...El número de viajeros ha disminuido en 8.931 personas, también en mercancías transportadas 51.013 kilogramos, con lo que el resultado económico había caído en 1.059 pesetas...”
Las obras del puerto de Bilbao llevaban buen ritmo, el día 8 de mayo de 1894, el diario “El Nervión” decía en su sección “Gacetillas”: “...Desde hace unos días se ha comenzado a echar la escollera para la construcción del contramuelle que parte de Algorta. El nuevo puerto, salvo imprevistos, estará terminado dentro de seis años, aunque de aquí a tres podrán los buques de gran porte venir a cargar al abrigo del mismo...” Otro de los equipamientos del puerto, la Grúa Titan, avanzaba a buen ritmo. Según decía la prensa: “...La Grúa Titan en construcción frente al rompeolas, (puerto exterior) destaca ya a simple vista, de lo que se deduce que su construcción se halla muy avanzada, lo cual facilitara las obras del nuevo puerto...”
Por aquellos días la empresa del tranvía trataba de mejora su servicio, construyendo siete carruajes para el invierno, que según decían eran de gran belleza, además de otros cuatro para el verano. También ampliaban su cuadra de caballos, con la compra de catorce equinos, para dedicarlos al servicio de viajeros.
El diario anteriormente mencionado, nos dejaba la estadística de los ferrocarriles, que se habían construido en el anterior año en el País Vasco: “...De Guernica a Pedernales (9,50 kilómetros), de Elgoibar a Deva (13,50 kilómetros) y de Las Arenas a Plencia (14 kilómetros). En toda Europa se habían construido un total de 4.152.751 kilómetros...”
En el pleno municipal de Getxo del 10 de mayo de 1894 se daba cuenta: “...De una comunicación del Director General del Tesoro Público, informando haber dejado sin efecto el nombramiento hecho a favor de D. Santos Larrazabal, para la administración de loterías de segunda clase de Guecho, y nombrar en su lugar a D. Mateo López Añua Ruiz...”
Por otro lado se daba informaba sobre lo que más tarde sería la “Casa del Cable” de Arrigunaga: “...Se da cuenta de una instancia de D. José Aparicio, representante en España de la Compañía del Telégrafo Submarino de Bilbao a Inglaterra, solicitando se le ceda en venta un terreno sobrante de vías públicas en el punto de Arrigunaga, para construir un pequeño edifico con destino al marre de dicho cable...”
En la próxima entrada de esta serie, sobre el último cuarto del Siglo XIX, veremos cómo el Convento de la Santísima Trinidad de Algorta, invitaba a la Corporación Municipal a una función solemne que se iba a celebrara el día 20 de mayo de 1894.
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