domingo, 20 de junio de 2021

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -221-

 


En la entrada anterior veíamos como D. Ángel Lorente instalaba una tienda de telas y ropas en el barrio de Las Arenas.


El 2 de abril de 1894 “El Noticiero Bilbaíno” contaba en sus “Gacetillas”: “…Ha sido trasladado el jefe del Semáforo de la Punta Galea D. José Gimenez con igual cargo a Filipinas…”


Mientras la picaresca de algún propietario de terrenos y de los vecinos de una población colindante se dejaba sentir en la prensa local: “…Se practican diligencias por la Guardia Civil de Las Arenas para averiguar quienes son los ladrones de algunas estacas, robadas cerca de Lejona, junto a la fábrica de la Delta, que servían para dividir las propiedades municipales y particulares…” El río Gobela también era fuente de conflicto: “…Ha sido detenida una mujer de un municipio colindante por apoderarse de un pato en el cauce del Govela perteneciente a D. José Larrazabal…” Seguramente este caso era más de hambre que de intereses comerciales. En aquellos días el sueldo por jubilación de un carabinero ascendía a 75 pesetas mensuales.



El día 5 de abril de 1894 “El Noticiero Bilbaíno” publicaba una noticia que nos dejaba ver en torno a qué fechas se realizó el muro de protección, que desde Punta Begoña cerraba dando cobijo a las embarcaciones, en lo que hoy se conoce como el Puerto de Arriluze: “…En Algorta se trata de construir un muro de contención que partiendo del punto conocido por la “Begoña” dejando a este el lugar necesario para que las lanchas y pequeñas embarcaciones puedan transitar con facilidad…”



Otra noticia, ésta relacionada con las actividades deportivas del “Club Velocipedista de Bilbao, tenía como referencia el recorrido en nuestro barrio de Algorta: “…La Comisión Directiva del Club velocipedista de Bilbao anuncia que el próximo domingo a las ocho de la mañana se realizara una expedición a Urduliz, la ida se realizará por Lujua y la vuelta por Algorta…”


En el pleno del 5 de abril de 1894 D. Domingo Zubizarreta solicitaba fueran recibidas definitivamente las obras del nuevo Matadero de Alango. A la vez, se acordaba pagar 45 pesetas por la suscripción del teléfono desde el 1 de enero al 31 de marzo.


Resultaba cuando menos sorprendente, el 10 abril de 1894, la comparativa entre el número de viajeros de ambas márgenes de la ría, la misma se hacía entre los años 1893-1894:

...Línea de Bilbao a Las Arenas en marzo de 1893: 56.815 viajeros

Línea de Bilbao a Portugalete en marzo de 1893: 195.978 viajeros


Línea de Bilbao a Las Arenas en marzo de 1894: 54.193 viajeros

Línea de Bilbao a Las Arenas Portugalete en marzo de 1894: 167.413 viajeros...”


El 12 de abril de 1894, en el pleno municipal de Getxo, se daba cuenta de: “…La presentación de los planos, pliegos de condiciones y presupuestos formados por el arquitecto municipal D. Eladio Iturria, para la construcción de un Hospital Hospicio, de enfermedades comunes no infecciosas, en esta Anteiglesia, en una heredad perteneciente a la casa llamada Alango del barrio de Algorta, comprada para el efecto, por no haber sido posible construir dicho edificio en el punto o heredades que se expresaban en el expediente de la Diputación Provincial del 29 de enero de 1891, por haber sido partidas dichas heredades por el ferrocarril de Las Arenas a Plencia, dejándolas inutilizadas para el objeto…”


En el mismo pleno, se daba cuenta de la solicitud para instalar una tejavana en un terreno de Algorta, lo cual nos dejaba el dato del lugar del barrio en que habitaba el industrial D. Miguel Uria: “…Dicho vecino habitaba la casa llamada “Mariandresena” de la calle la Carretera…”



El consistorio de Getxo acordaba ponerse en contacto con el Congreso de los Diputados y el Senado para exponer lo siguiente: “…Unimos la voz de esta Corporación Municipal a las de otras corporaciones que reclaman contra los proyectos presentados por el Gobierno para la ratificación de los tratados de comercio con Alemania y otras Naciones por considerarlos funestos para el País ya que causaran de lesiones a las industria de ambas márgenes del Nervión…”


Por otro lado se acordaba: “…Poner a las casas de Las Arenas el nombre que deben llevar dichas calles y número correspondiente a cada casa…” Hasta entonces, las calles estaban siendo denominadas mediante una letra del abecedario.


En ese pleno del 12 de abril de 1894 volvía a estar sobre la mesa un tema ya recurrente, el suministro de agua potable para los barrios de Algorta y Las Arenas. El temor a que con la llegada del verano la amenaza de falta de suministro se pudiera agravar, lo confirmaban los datos que en el pleno se presentaron: “…La Comisión permanente de Fomento y Policía Urbana manifiesta que: El depósito de agua único, existente en el barrio de Algorta para el suministro de agua para los barrios de Algorta y Las Arenas, se encuentra completamente vacío, por lo que no hay presión suficiente en algunas fuentes de los barrios, y tampoco en las restantes la necesaria para todo el día. Circunstancia esta que pone al vecindario en una situación crítica, a la que es urgente poner remedio. De lo contrario, el mal sería de funestas consecuencias, ya que ahora que estamos en la mejor época del año para que los manantiales tengan la mayor cantidad de agua, si carecemos de ella, se puede prejuzgar lo que pudiera suceder en los meses del verano. El verano pasado tuvimos una prueba práctica de esta situación, de la cual fueron testigos algunos miembros de la Diputación Provincial. La falta de agua llegó a tal grado que la Corporación Municipal se vio precisada a reglamentar el consumo, permitiéndose solamente en ciertas horas del día, el suministro de esta en las fuentes públicas, cerrándolas por las noches a fin de poder recoger alguna pequeña cantidad en el depósito de Algorta. El clamor del vecindario fue grande, y teniendo en cuenta que una gran parte de la vida económica del Municipio, se debe a la afluencia de forasteros a sus playas de baños de Algorta y Las Arenas, si se careciera de dicha agua, es innegable que dicha afluencia mermaría de una manera considerable, lo que llevaría al Municipio a una vida lánguida y miserable, puesto que mermarían sus recursos. Y parte del vecindario huiría en pos de otros pueblos en los que no existe este problema de suministro. Máxime si apareciera, como el año anterior, el terrible azote del cólera o cualquier otra enfermedad epidémica. Urge que antes de la llegada del verano se acometan todos los trabajos para que el Municipio este perfectamente abastecido de agua…” Explicaban en aquel pleno que en el año 1885 le fue concedida a la Corporación Municipal la autorización para: “…El aprovechamiento de los 207.132 litros diarios de agua que brotaban en los montes de Berango, que fue inaugurado en el año 1887. En el presente, tras verificarse los aforos, tan solo llegan 100.000 litros de agua por día, y teniendo en cuenta que por las pérdidas este aforo se limita a unos 96.000 litros día, hacía temer que la misma resulta escasa para el suministro ya que había aumentado la población, que según el último padrón pasa de quinientos. Tras un estudio realizado por el arquitecto municipal ingeniero D. Laureano G. Santa María, se decía que podría aumentarse el caudal de las aguas en los mimos nacederos, eliminado las pérdidas con un presupuesto de 41.176 pesetas, siendo la mayor parte del presupuesto de colocación de tuberías nuevas de hierro, en el mismo no se incluyen los honorarios del este ingeniero, ni las indemnizaciones que habrán que abonar a los propietarios de los molinos. Con esta mejora quedará bien abastecido el suministro de aguas al vecindario y cubiertas todas sus necesidades durante algunos años…”


El día 13 de abril de 1894 se anunciaba, en el diario “El Nervión”, de la llegada para dentro de cinco días, del vapor Ingles “Duplex”: “…Anteriormente llamado “Neutwater”, perteneciente a la Compañía Eastren Telegrafh, que tiene el encargo de arreglar el cable de la Direct Spanich Telegrafh, que une Bilbao con Londres, y que en lugar de penetrar en el mar, como lo hacía hasta hoy, por la playa de Las Arenas, lo hará por la de Arrigunaga de Algorta, esta desviación se hace necesaria a causa de las obras del rompeolas y muelle del Puerto Exterior…”


Ahora que la palabra pandemia esta de moda entre nosotros, mencionar que en 1894, llegaban algunas noticias de los pueblos limítrofes sobre virus provocadores de enfermedades que aterrorizaban a nuestros vecinos. Su difusión, al igual que hoy, se realizaba mediante los medios de comunicación bilbaínos, ello me lleva a recordar una referida a Leioa, que “El Noticiero Bilbaíno” incluía en su crónica “Gacetilla” del 15 de abril de 1894: “…El ilustrado médico titular de la Anteiglesia de Lejona, D. Ricardo San Martín, que tan buenos servicios prestó en el ejercicio de su cargo durante la última epidemia colérica, va a ser premiado por aquel Ayuntamiento con una medalla de oro…”


El 19 de abril de 1894 se daba cuenta en el pleno municipal, de un escrito remitido por vecinos de Las Arenas sobre la apertura de una nueva fonda: “…Queda enterado este Ayuntamiento del escrito de D. P. Craste dando cuenta de la apertura, el próximo domingo día 22 de abril, de la “Fonda de Las Arenas” en ese barrio…”


En la próxima entrada de esta serie, sobre el último cuarto del Siglo XIX, veremos cómo algunos pobres de Santa María de Getxo se quejaban por la falta de atención médica

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