Desde el Siglo XIX, algunas zonas y barrios de Getxo vieron cambiar su fisonomía. Andra Mari (Getxo) mantendrá su vida como área eminentemente rural. Algorta desarrollará un crecimiento de capitalidad (Ayuntamiento, Correos y Telégrafos, Mercado, Balnearios, etc.). Las Arenas va a aparecer en nuestro calendario poblacional, en este caso de la mano de la familia de Máximo Aguirre, quien compró en 1856 la llamada “Vega de Lamiaco“, que agrupaba la playa y marisma de Lamiaco, las cuales pertenecían a Getxo (actual barrio de Santa Ana), poco a poco fue convirtiendo aquella marisma en un área, cada vez más densamente poblada, al principio como zona residencial veraniega (Balneario, Club Marítimo) y más tarde creciendo en densidad de población, tanto en el centro de Las Arenas como en sus zonas adyacentes de Romo y Santa Ana. Neguri lo hará entorno a la Sociedad de terrenos de Neguri y Jolaseta. En todas estas zonas la vida tanto pecuaria, ganadera e industrial van a evolucionar de diferente manera. Mientras que Algorta y Las Arenas (Romo incluido) pronto atraerán a diversos comercios, los demás barrios tendrán un crecimiento desigual y más lento, algunos todavía inexistentes.
En 1894, todavía algunos barrios, que como decía anteriormente, ni siquiera existían. Las Arenas era un pequeño núcleo, rectangular, conformado por las calles Mayor con el Muelle de Las Arenas y Andrés Larrazabal con Evaristo Churruca, Santa Ana que formaba parte del primer barrio tan solo era una zona incipientemente urbanizada, de casas aisladas. Zugatzarte aún no existía. Algorta era un barrio diseminado, con edificaciones algorteñas entorno a Basagoiti, la Estación del ferrocarril y la zona del Castillo. Getxo era el núcleo rural, que tan siquiera era representado en los mapas que elaboraba la Junta de Obras del Puerto de Bilbao. Esos barrios aún dependientes de Algorta y Las Arenas (Neguri y Romo), inexistentes en los planos de la Junta, aparecerán reflejados en los de 1928.
A lo largo de los años, Getxo, al igual que otros pueblos de la Provincia de Bizkaia, realizó su declaración de bienes ante la Diputación bizkaina. En el periodo que va de 1894 a 1895, la riqueza y los servicios en nuestra Anteiglesia se veían reflejados en unos estadillos. Tres tipos de declaración se realizaron en esos años, referidos a la Riqueza Pecuaria (Propiedad y Tierras) e Industria y Ganadera.
Me voy a detener en una de ellas, la referida a la Riqueza Industrial. Aquellos estadillos nos dejaban conocer servicios y personas que los regentaban, nombres y apellidos de los contribuyentes, profesión, donde ejercían su actividad industria y domicilio; además de la renta que les correspondía pagar en función de la tarifa y clase en la que se les había situado. En esos años se indicaba que el Pueblo de Getxo tenía 3686 habitantes establecidos (INE).
En Getxo existían cuatro tipos de tarifas y clases, en función de las cuales se pagaba una renta. Los oficios de aquellos habitantes de Getxo eran: Confiteros (2), Canteros (3), Zapateros (10), Herreros (6), Barberos (6), Albañiles (6), Carpinteros (15), Hojalateros (3), Pintores (3) y un número elevado de Practico Lemanes (25), además de otra persona que se dedicaba con su lancha a ejercer ese mismo oficio amarrando barcos.
Dentro de aquellos oficios: Entre los Confiteros, había uno que vivía en la calle de la Carretera (Luis Santamaria) y otro en Alango “sic. Alanguetas ” (Juan Learra).
Respecto de los Canteros, dos vivían en la calle de la Carretera (Martín Berasaluce y Miguel Garaizar) y otro en Andra Mari (Juan Arrieta).
Del resto de las persona que ejercían aquellos oficios, solamente mencionaré a algunas de ellas, ya que la lista era muy extensa:
Entre los Zapateros, uno habitaba en Las Arenas (Benito Albeniz); el resto lo hacían en Algorta repartidos entre la calle: Carretera (Pedro Meaza) y (Saturnino Azcorra); calle Mayor (Marquines Hnos.) y (Daniel Arechavala); y en el Puerto y sus aledaños en la calle Rivera (Valentín Larrazabal), San Nicolás (Manuel Arambalza) y puerto (Manuel Ignacio Ugarte).
Respecto de los Herreros, decir que dos vivían en Las Arenas (Roque Ortiz) y (Isidro Inchaurtieta), otro en Santa María (Getxo) (Pascual Azcorra) y otro en Algorta en la calle San Nicolás (Felipe Landaida).
Le seguían los Barberos que se repartían entre Las Arenas (Venancio Ocano), (José González) y (Félix Cámara); en la calle Mayor de Algorta vivían (Eusebio Fernández), (Indalecio Bastardo) y (Aquilino Benito).
Otro de los gremios era el de los Albañiles, dos de ellos habitaban en Las Arenas (Braulio Ajuria) y (Juan Domingo Echevarria); el resto eran de Algorta, dos de ellos de la calle Aretxondo (Julián Aguiriano) y (Domingo Zubizarreta), que se repartían por este orden: en la calle Puerto (José Palacios), en San Nicolás (José Martín Zavala), en Alanguetas “sic”.(Gregorio Arzubiaga).
Respecto de los Carpinteros, se repartían entre Las Arenas y Algorta, del primer barrio eran (Antón Olavarria), (Marino Inda), (Rafael Elcoro) y (Pedro Goenechea); de Algorta eran (Manuel Aguirregabiria) de Alanguetas “sic”, cinco eran de la calle la Carretera (Antonio María Ugarte), (Teodoro Onagoitia), (Justo Ugarte), (Manuel Bengoechea)y (Juan José Sarria), dos de la calle Mayor (Higinio Cereceda) y (Luis Lasa) y uno de la calle San Nicolás (José María Maguregui).
Le seguían los Hojalateros, dos de Las Arenas (Felipe Charroalde) y (Eloy Martín) y uno de Algorta, de la calle Mayor (Genaro Gómez).
Entre el gremio de los Pintores estaban, (José González) de Las Arenas y (Félix Diot) de la calle de la Carretera.
El gremio de cotizantes más extenso lo componían los Prácticos Lemanes, todos ellos de Algorta, seis del Castillo (Antonio Zubiaur), (Juan Felipe Sierra), (José Ramón San Martín), (Santiago Saitua), (Leandro Astobizaga) y (Juan Bautista Echeandia); dos de la calle Nueva (Juan José Saitua) y (Francisco Bengoechea Arteta); siete de la calle Rivera (Francisco Bengoechea), (Casimiro Landarte), (Victor Zarraga), (Rufino Betolaza); de Aretxondo (Pedro Icaza), (José María Laucirica) y (José Landarte); de la Cuesta de San Ignacio (José Ramón Arana) y (Miguel San Sebastián); uno de la calle del Puerto (Joquín Ardaza). Y un propietario de de lanchas dedicado al lemanaje y amarre de barcos (Antonio Trueba). Cuyos pagos de rentas eran de entre 40 y 80 pesetas.
En 1894, en Getxo, la riqueza industrial y comercial se basaba en actividades ligadas a su naturaleza marítima como puerto de pesca, a su incipiente crecimiento como zona residencial de la burguesía bilbaína y en el empuje de su naciente comercio local. Recordar que los poseedores de título de pilotos lemanes en 1699 en Algorta casi doblan al resto de los puertos de la desembocadura del nervión, Algorta tenía en esos años 79 pilotos lemanes.
Getxo entre tanto, ya en 1894 tenía aprobadas ya sus “Ordenanzas de Edificación y Policía de Guecho” y las obras del Contramuelle del Puerto Exterior salían a subasta.
Aquella declaración de rentas fue remitida por el Ayuntamiento de Getxo a la Diputación de Bizkaia. (Archivo Foral de Bizkaia-Riqueza Industrial y Comercial- 1894-AH05091/003).