miércoles, 20 de noviembre de 2024

LA TUBERCULOSIS Y EL DISPENSARIO DE AREETA-LAS ARENAS -I-

Esta entrada, por su extensión, la realizaré en tres días consecutivos.

La tuberculosis, una enfermedad que incluso fue llevada a la gran pantalla y a la literatura, que la padecieron personajes famosos (Ovidio, Lord Byron, Gustavo A Becquer, Anton Chejov, Rafael Alberti y otros más).

Tras los tiempos de las epidemias (Cólera morbo, gripe, difteria, sarampión y tifus, etc.), otra enfermedad apareció por nuestros barrios a principios del Siglo XIX, que a decir de algunos encarnaba la enfermedad infecciosa conocida como “mal romántico” y también “peste blanca”, se trataba de la tuberculosis, la cual primero recibió el nombre de “tisis”. Fue la segunda causa global de muerte y la primera entre las enfermedades infecciosas.

Esta terrible enfermedad supuso un verdadero quebradero de cabeza para los médicos, que tras una larga lucha culminaría con el descubrimiento del bacilo de Koch en 1882. Todavía a la terapéutica avanzaba lentamente, en pleno siglo XX el tratamiento era de cura dietico-higiénica y los sanatorios eran las únicas armas, demostrándose altamente ineficaces hasta la llegada de los antibióticos en la mitad del siglo XX.

En 1885, en Bilbao, los niños morían de difteria, sarampión, viruela, tuberculosis y desnutrición, mientras los mayores, principalmente los hacían de fiebres tifoideas, accidentes laborales, alcoholismo, tuberculosis y cólera morbo.

El proceso de la segunda industrialización en las márgenes de la ría bilbaína entre 1877 y 1900, traería consigo, sobre todo en la etapa inicial, graves consecuencias sanitarias. A finales del siglo XIX su incidencia creció y causó una gran alarma entre las clases médicas. Estos graves problemas sanitarios ya se habían observado previamente en otras zonas de Europa, donde se habían producido anteriormente grandes procesos de industrialización.

El desarrollo de esta enfermedad estaba condicionado por las características sociales, laborales, urbanísticas e higiénicas de los habitantes de Bizkaia. Enfermedades endémicas (tifoidea, tuberculosis, etc.) incrementaron su incidencia en la población.

A principios del siglo XX Bilbao era un foco endémico tuberculoso, con una incidencia superior a la de otras capitales de mayor población. En esa época aparecen las primeras tentativas para crear la Liga Antituberculosa en Bizkaia (Bilbao). Uno de los precursores de esta lucha fue el Dr. D. Francisco Ledo, quien propuso crear una Liga antituberculosa que tuviera como base las siguientes motivaciones: “...Instruir e informar a la población de que era la tuberculosis, crear leyes que protegieran al tuberculoso indigente, buscar o conseguir subvenciones, hospitales, sanatorios y dispensarios dirigidos por médicos de prestigio...” (La Tuberculosis de José María Urkia).

La primera tentativa tuvo lugar en Bibao en 1905, vendría de la mano del Gobernador de Bizkaia D. Pedro de la Breña quien, tras infructuosos intentos, consiguió nombrar la Junta de la Liga Antituberculosa, la misma estuvo formada por: “...Los subdelegados de Medicina, Farmacia y Veterinaria, Inspectores de Salubridad Pública e Higiene, el médico Inspector de Cadáveres y los 8 médicos de distrito de Bilbao. Su primer cometido consistió en proyectar la creación de dos dispensarios en Bilbao...” (La Tuberculosis de José María Urkia).

Bien pronto se dieron los primeros pasos en Getxo para crear las condiciones de salubridad necesarias para proteger a la población: “...El 18 de julio de 1911, el Gobernador civil de Vizcaya escribe un oficio al Alcalde de Plencia en el que le comunica su decisión de formar una sola agrupación, uniendo al municipio de Guecho los de Plencia, Gorliz, Sopelana, Urduliz, Barrica y Lemoniz, para el sostenimiento del Laboratorio e Instituto de Higiene. También ha decidido que, en representación del resto, los Alcaldes de Plencia y Guecho comuniquen a ese Gobierno los nombramientos de personal interino, designación del local y adquisición de los elementos para la creación de dicho laboratorio...” (De Farmacia a Museo, casi un Siglo de Historia a través de la Farmacia Aramburu 1888-1982).

Para ello D. Francisco Ledo junto a otros compañeros de profesión, como los Drs. Somonte y Aparicio, crearon un organismo que dirigiera la lucha Antituberculosa en Bizkaia. Una de las herramientas que utilizaron fue sacudir las conciencias de los económicamente poderosos para que apoyaran su lucha antituberculosa. Ese intento no llegó a fructificar y habría que esperar hasta 1912. En ese año se crea la Junta Provincial Antituberculosa.

En el año 1912 se redactan las “Bases generales que la Agrupación de Guecho formula para la creación de un Laboratorio e Instituto de Higiene en la Anteiglesia. En la tesis Doctoral de D. Enrique Aramburu Araluce del 2016, titulada “De farmacia a museo: Casi un Siglo de historia a través de la farmacia Aramburu (1888-1982)”, en uno de sus capítulos se recoge la ubicación del local, equipamiento, personal a contratar, cuotas de participación en gastos de sostenimiento, etc. En esa misma tesis, en el apartado “Estudio de Mortalidad y Natalidad”, se recogen las causas de fallecimiento en la Anteiglesia de Getxo, siendo las de Tuberculosis, con la excepción de “Pneumonía y bronco-pneumonía” que ascendía a 21 personas fallecidas, la de mayor índice de mortalidad, según relataba en dicho libro las causas eran: “...Tuberculosis pulmonar 11, Tuberculosis de las meninges 5 Otras tuberculosis 1. En la siguiente década, este laboratorio cambió su nombre por “Laboratorio Químico e Instituto de Higiene de la Anteiglesia de Guecho”, sin hacer referencia a agrupación municipal alguna...” (Archivo municipal de Plentzia, nº 339.3).

En el libro de plenos del 7 de julio de 1912, aparece varios casos de fallecimientos por tuberculosis, en los que los afectados solicitaban ayuda municipal para sufragar los gastos a los que tuvieron que hacer frente por la quema de ropas y enseres para evitar la propagación de dicha enfermedad. En dichas actas aparece recogido lo siguiente:“...A propuesta de la Presidencia, el Ayuntamiento acordó que por el Director del Laboratorio Municipal de Higiene, informe sobre la conveniencia y forma en que podría instalarse un lavadero adecuado para la desinfección de ropas, y ver si podría adquirirse un aparato para la desinfección de muebles...” (Página 22 del Libro de Plenos del 7 de julio de 1912).

En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 9 de marzo de 1921, sobre los trabajos de incineración de las ropas infectadas se decía: “...El Ayuntamiento acordó se abonen al ordenanza del Laboratorio, Municipal, por el servicio de cada vez que tenga que quemar ropas y efectos de procedentes de enfermos infecciosos...” (Página 164 del Libro de Plenos del 9 de marzo de 1921).

Entorno a la lucha contra este mal, se iba a fundar a principios del Siglo XX la llamada “Fiesta de la Flor”, se trataba de una cuestación benéfica para la lucha contra la tuberculosis. La mortalidad por tuberculosis en 1922 en Bilbao, esta a la cabeza de las distintas causas de muerte. (El Nervión del 3 de enero de 1922).

En 1922 se formó el “Patronato de Getxo Antituberculoso”, el Alcalde D. Jacinto Araluce Ajuria enviaba un oficio a un grupo de personas del municipio, para componer el Patronato Antituberculoso de Getxo: “...Por la presente se convoca a los señores que se cita al margen: José de Camiña, Román Pereiro, Pedro G. Salazar, Saturnino Urtasun, Ernesto Alcibar, Juan Bautista Vidaechea, Agustín de Teleósteo, Evencio Cortina, Rafael Ferrer, Hermenegildo Lozano, José Arechederra, Moral, Dolores de Uriarte, Ansoleaga, Concepción Smith, Dolores Ibarra de Arana, Julián Venito del Valle, Francisco Astondoa y Juana Ibarrondo. Para que el próximo jueves día 27 de julio, a las seis de la tarde, se sirvan concurrir a esta Casa Consistorial al objeto de dar por constituido el Patronato Antituberculoso de Guecho...” (Expediente del Archivo Municipal de Getxo ….del 24 de julio de 1922).

El Ayuntamiento de Getxo en 1922 realizaba un informe acerca de las defunciones por tuberculosis en el municipio, en el cual se decía: “...El Alcalde de esta Anteiglesia, impresionado por los estragos que causa la tuberculosis, cree que ya es hora de que se adopten medidas especiales para evitar la propagación de dicha enfermedad.

La mortalidad atribuida a dicha enfermedad y registradas en las oficinas de este Municipio, da los coeficientes siguientes:

Año 1920: Algorta 1,70 por mil; Las Arenas 1,40 por mil; Santa María 2 por mil.

Año 1921: Algorta 1,70 por mil; Las Arenas 1,66 por mil; Santa María 2 por mil.

Es decir que en la Anteiglesia murieron en el año 1920 por causas atribuidas a la tuberculosis 18 personas y en 1921 por las mismas causa 19 personas.

Hay que tener en cuenta que este coeficiente no es exacto, pues debido tanto a ocultaciones, como que las familias pudientes llevan a otras localidades a sus allegados, para enviarlos a Sanatorios y climas más adecuados, podemos suponer que el coeficiente real de superior al 3 por mil anual, coeficiente muy elevado si se tiene en cuanta las condiciones climatológicas e higiénicas de esta Anteiglesia.

Por lo que se propone tomar en consideración el siguiente acuerdo:

Crear una Junta Local en esta Anteiglesia para la lucha contra la tuberculosis, la cual estará formada por las personas más cultas y altruistas de la localidad, cuya presidencia será conferida al Alcalde y un capitular.

El Ayuntamiento subvencionara, una vez constituida dicha Junta, con la cantidad de 1.000 pesetas anuales y solicitara a la Diputación Provincial de Vizcaya, conceda una subvención igual.

Para el nombramiento de vocales de la expresada Junta, se contará con la Junta de Sanidad Local, citándose al Inspector de Sanidad Municipal y a los Médicos titulares...” (Expediente del Archivo Municipal de Getxo, Signatura 3601-35 del 10 de mayo de 1922).

A continuación se fueron designando los vocales y se recibieron sus conformidades a ocupar el cargo en la Junta o Patronato Local, entre ellos estaban: “...El Párroco de Santa María D. Francisco Astondoa; el médico D. Román Pereiro; el médico D. Ernesto Alcibar; el farmacéutico D. Pedro G. de Salazar; Dña. María Ansoleaga; D. Manuel Moral; Dña. Dolores Ibarra de Arana; Dña. Juana Ibarrondo...” La lista de los invitados a la formación de aquella Junta, que se iban a reunir el jueves 27 de julio de 1922, era más extensa, la formaban los siguientes vecinos de la Anteiglesia de Getxo: “...José de Camiña, Román Pereiro, Pedro G. de Salazar, Primo Urtasun, Ernesto Alcibar, Juan Bautista Vidaechea, Agustín de Elejoste, Evencio Cortina, Rafael Ferrer, Hermenegildo Lozano, Juan José Arechederra, Manuel Moral, Dolores Uriarte, Ansoleaga, Concepción Smith, Dolores Ibarra de Arana, Julian Benito del Valle, Francisco de Astondoa y Juana Ibarrondo. Quienes son citados para constituir constituir el Patronato Antituberculoso de Guecho...” Las juntas del Patronato se celebraban en el salón de juntas del Hospital Hospicio de Algorta.

Elaboraron un reglamento de dicho patronato que básicamente decía: “...La misión del Patronato Antituberculoso de Guecho es:

a)- Proponer al Ayuntamiento de esta Anteiglesia la adopción de medidas, concernientes a la moral, juegos, reglamentación de tabernas y locales públicos e higiene de las viviendas.

b)- Proponer las practicas sanitarias de orden preventivo en la lucha Antituberculosa.

c)- Formar estadísticas de los casos de tuberculosis existentes en el Municipio y atender dentro de lo posible las indicaciones que los médicos titulares realicen de los niños de las escuelas considerados atrasados en su desarrollo físico y enfermos.

d)- Proponer y estimular colonias escolares, casas de salud, sanatorios, etc.

Así mismo creaban un articulado al respecto:

Artículo 1º: Divulgar por los medios a su alcance los conocimientos que tengan para conservar la salud en general y preservar la tuberculosis en particular.

Artículo 2º: Las sub-Comisiones que de la Junta tiene la facultad de hacer nombramientos en los distintos barrios de la Anteiglesia, adoptar medidas de aislamiento, procurar alimentos para los enfermos más necesitados y resolver sobre los casos de urgencia.

También la de procurar que se cumplan estrictamente las medidas sanitarias vigentes y las aplicaciones en caso de fallecimiento por tuberculosis, así como conseguir que se indemnice a la familia de los fallecidos pobres, por el importe de los objetos inutilizados.

A continuación aparecían otros artículos:

Artículo 13: La Junta del Patronato actuará de forma autónoma e independiente del Ayuntamiento, quien estará representado por un concejal como vocal.

Artículo 14: Trimestralmente se celebrará una sesión ordinaria. El Vicepresidente tendrá la facultad de convocar sesiones extraordinarias cuando lo soliciten tres o más vocales.

Artículo 15: Para mejorar las necesidades de cada barrio, la Junta podrá nombrar Subcomisiones necesarias con personas que pueda relacionarse con los caso de enfermedad que interesan a la Junta.

La primera Junta que se constituye y aprueba este reglamento actuará hasta el día 31 de diciembre de 1923, y en la última sesión del año se sortearan la mitad de los miembros móviles que deben cesar, nombrado a continuación a sus sustitutos...” (Expediente del Archivo Municipal de Getxo, Signatura 3601-35 del 24 de julio de 1922).

En el próximo capítulo veremos como se trabajaba para poner las bases de lo que más tarde sería el “Dispensario Nuestra Señora de Begoña” de Areeta-Las Arenas.

domingo, 17 de noviembre de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -410-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se iba a proceder a la rotulación de las calles, plazas y edificios del barrio de Las Arenas.

Hay servicios públicos que son esenciales para los habitantes de una población, el abastecimiento de agua era uno de ellos. Cuando a finales del Siglo XIX, ante el intenso crecimiento demográfico y urbano, junto a la insalubridad de las aguas y los alimentos, se decidía abastecer de agua potable desde los manantiales de Berango a nuestra Anteiglesia. Los molinos fueron piezas calves para el suministro de agua a nuestros antepasados. Entre los años 1885-1889 los molinos de Errotatxu y el de Lanzako-Goikoerrota, sirvieron para el suministro de este preciado elemento. En 1892 el Ingeniero Director de la obra D. Laureano G. Santa María, indicaba que “...Una vez concluidas las obras para el abastecimiento de aguas al vecindario de los barrios de Algorta y Las Arenas...” Durante 1897 la preocupación por el preciado elemento seguía dando trabajo a nuestros ediles.

En el pleno municipal del 2 de septiembre de 1897 se daba cuenta de una queja de los vecinos de Getxo: “...Se da cuenta de una instancia de varios vecinos de Santa María de Guecho de esta Anteiglesia, quejándose por haber desaparecido el agua de la fuente de Elejalde con motivo, sin duda, de las obras que se están llevando a cabo para el saneamiento de al ría de Bilbao...”

En este sentido el seguimiento de perdidas de agua, bien en los manantiales o en las conducciones eran atendidos por el responsable de Aguas Municipal de Getxo: “...Se da cuenta del informe del empleado de Aguas Municipal de Guecho, D. Desiderio Mendez, quien manifiesta que que se halla en mal estado y al descubierto el tubo de las cañerías de aguas del puente de Villabotas, por haber caído sobre la misma un trozo de pared en la zona que pasan los carros; así como de la falta de reposición o relleno de tierra de los depósitos de los manantiales y sus tapas; por otro lado las tapas de los contadores de las fabricas de los Señores Uria y Larrondo, no indican correctamente las aguas que pasan a ellas. El Ayuntamiento comisionaba al encardo de aguas Sr. Méndez para soltar los contadores y llevarlos a Bilbao para que comprueben su funcionamiento y repongan el mecanismo en caso necesario...”

En el mismo pleno municipal se acordaba: “...Que al igual que en años anteriores se proceda a la limpieza del Río Gobelas para facilitar el libre cursos de sus aguas, por medio de jornaleros, nombrado como trabajador preferente capataz a D. Ramón Achutegui, lo mismo que en los últimos años...”

Como el Ayuntamiento necesitaba controlar las casetas que se habían colocado en el último años en las playa del Municipio acordaba: “...Se acuerda se obtenga una nota indicando las casetas de servicios para bañistas que existen en las playas de mar de esta jurisdicción, nombrando para esta función para ls playas de Arrigunaga y Ereaga al Sr. regidor Ardanza; y para la de la playa de Las Arenas al Regidor Elcoro...”

La prensa local incluía entre su noticias de interés una referida a las regatas de balandras, botes de pesca, bateles de recreo y pesca y lanchas de lemanaje, que próximamente se iban a celebrar en el Abra: “...Club Náutico.- Los señores socios que deseen asistir a las Regatas que se verificarán en el Abra el próximo domingo, pueden pasar a recoger la tarjetas de embarque en la Administración de la Sociedad, a partir de las cuatro de la tarde del sábado...” Dicho diario incluía una relación de las embarcaciones inscritas hasta la fecha: “...Embarcaciones inscriptas para las regatas en el Abra organizadas por el Club Náutico para el próximo domingo. Balandras: «Manu», de D. E. Echevarria, de Bilbao; «Migñón», de D. R. Ferrer, «Pilar», de Santander.

Bores de Pesca: «Cai» de D. G. de la Quinta, de Santurce; «Brisa», de D. H. Echechevarria de Bilbao; «San Luis», propiedad de D. G. de la: Quintana, de Santurce; «Politena», de D. M. Orozco, de Portugalete; «Maceo», de D. G. Ordorica, de Santurce; «Irurac Bat», de D. A. Allú y de D. José Arco, de Santurce; «Pilar», de D. P. Martin, de Santurce; «Joven Domingo», de D. Jesús Esma, de Santurce.

Bateles de recreo: «Estrella», de D. M. Taramona, de Santurce; «Beti-bat» de D. Salvador Rueda, de Portugalete; Batel de pesca: «Dos Amigos», de D. C. Egusquiza, de Portugalete.

Lanchas de lemanaje: «Virgen del Puerto», de D. E. Egusquiza, de Portugalete; «San Roque», de D. S. Ortiz de Zárate, de Portugalete; «María», de D. G. Algorri, de Santurce; «Daniel Onofre», de D. Ricardo Ageo, de Santurce. Bote de recreo: «Aizia», de D. J. Uresandi, de Bilbao...” Esas regatas crearon tal expectación que las Compañías de Remolcadores se apresuraron a hacer negocio: “...Con motivo de las regatas que se verificarán en el Abra el próximo domingo 5 del corriente, el Remolcador «Bilbao» admitirá pasajeros. Salida de Bilbao, a las tres de la tarde. Precio: Puente 2,50 pesetas y en Cubierta 1,50. También el vapor «Rodas» ofrecía sus servicios al precio de 2 pesetas el pasaje...” (El Nervión del 3 y 4 de septiembre del 1897).

La luz eléctrica iba llegando a los pueblos cercanos, en esta ocasión lo hacía a Plentzia, aunque primero lo hizo a su sociedad más importante: “...En plenas fiestas de San Antolín, en Plencia, se inauguró la luz eléctrica en su Casino, dejando para más adelante su instalación en calles y plazas...” Y como había que llenar las paginas de aquellos diarios, un corto hablaba sobre el origen de algunos árboles de gran celebridad a lo largo del mundo, entre ellos nuestro Árbol símbolo de los Fueros y Libertades: “...En la Orotava (Canarias), existe el Dracena Draco, que debe tener de existencia 6.000 años; y encima de su tronco se puede colocar una mesa para 24 comensales. El árbol de la Noche Triste, en Méjico. El Geiba, árbol gigantesco bajo el cual lloró el héroe inmortal Hernán Cortés, en la desastrosa retirada de Méjico. En Francia el castaño de los Cíen Caballos, por haber servido de re­fugio durante un temporal a la reina doña Juana de Aragón y su escolta de 100 caballos, cuyo tronco mide 165 pies de circunferencia. En Vizcaya el árbol de Guernica. Y por último, el gran nogal de Istria, que tiene su tronco 90 varas de circunferencia, pudiendo cobijar con su sombra a 5.000 personas.

Otro, árbol célebre, antiquísimo, está en Constantinopla, tan desmochado que su, enorme tronco está hueco: en torno de él se reunían los genízaros para preparar sus motines, y enviar al Sultán emisarios para pedir la destitución de algún bisá, o para exigir la concesión de nuevos privilegios...” (El Nervión del 4 y 5 de septiembre del 1897).

En esa mismas fechas el primer Presidente de la Primera República acudía a ver las obras del Puerto Exterior del Abra: “...A las dos de la tarde salió por el ferrocarril de Portugalete para dirigirse a visitar las obras del Puerto Exterior. Le acompañaban el ingeniero de las Obras Sr. Churruca, el diputado por Guerníca Sr. Gandarias, y los Sres. D. Federico Echevarriá y D. Manuel Zuricalday. A las dos y medía de la tarde la Comitiva de Castelar se dividió en dos grupos, pues el insigne orador quería ir en coche a visitar las obras y así lo hizo, en compañía de los señores Gandarias, Churrucá y Ferrer. Los demás expedicionarios efectuamos, el viaje en el remolcador de la Junta de Obras del Puerto «El Siglo». La mar estaba bella y la travesía la realizarnos muy agradablemente. Una vez en las gigantescas obras del rompeolas, se hizo funcionar la «Grúa Titán», admirando la precisión de sus movimiento. El Sr. Churruca nos explicó detalladamente la forma de construcción y la cimentación del actual rompeolas. Van construidos cerca de 500 metros del rompeolas con una solidez que encanta, faltan, por tanto, de construir 920 metros. Del contramuelle hay construidos 348 metros, a partir de la costa y faltan, para completar tan importantes obras, unos 300 metros. Visitadas estas obras, todos los expedicionarios embarcamos en «El Siglo» con dirección a Axpe, donde visitamos las grandiosas operaciones de construcción de los cajones y fabricación de bloques. El Sr. Churruca regaló al Sr. Castelar un plano de las obras y las Memorias de la Junta del Puerto de estos últimos años...” (El Nervión del 5 de septiembre del 1897).

En la próxima entrada de esta serie veremos como el Ayuntamiento de Getxo, recibía con sospechas una noticia publicada en el Boletín Oficial, relativa a algunas propiedades de nuestra Anteiglesia.


jueves, 14 de noviembre de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -409-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se daba cuenta de la que fuera segunda rotulación de calles registrada en nuestra Anteiglesia.

En el pleno del 26 de agosto de 1897, la propuesta de algunos vecinos de Algorta, encabezada por los hermanos Libano, que había sido aprobada en el pleno anterior, tenía contestación por parte del Regidor Sr. Larrondo: “...Hace uso de la palabra el Regidor Sr. Larrondo y protesta sobre del acuerdo de la mayoría tomado sobre las obras de la que se trataba en él, considerando que las obras de las referidas calles no son de utilidad pública ya son de beneficio particular, y son atentatorias contra los fondos municipales, para ello dice que los presupuesto municipales para el sostenimiento de calles, caminos y otros trabajos fueron restringidos por el Ayuntamiento en el pasado presupuesto, reduciendo de 11.000 a 12.000 pesetas, y que en cuanto hubiere recursos es prioritario acometer la obra que empieza en la calle Cueva y termina en Marticuena. Que tiene el Municipio un convenio formal escrito con los propietarios del terreno vendido para construir el Hospital Hospicio, para abrir dicha calle transversal, por entre el mismo edificio y la casa llamada Alango en dirección al ferrocarril, y además, esta sin comprometer, desde la casa del Sr. Unzaga hasta el Fuerte de las Canteras; por todo ello solicito se rectificara el pasado acuerdo. También D. Manuel Inchaurtieta, que no concurrió a la anterior sesión municipal, protesta por el acuerdo adoptado en ella, para la apertura de una calle frente a la parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta. El Alcalde D. Santiago Diliz, que debía llevar adelante el citado acuerdo del 19 de agosto, tomado por la mayoría de los concejales, decidió que ambas obras se ejecutarían a la vez...”

Seguidamente se aprobaba la colocación de una fuente en el Puerto de Algorta: “...En seguida se dio cuenta de un informe emitido por la Comisión de Gobernación y Policía, acerca de la instancia del Mayordomo de la Cofradía de Mareantes del Puerto de Algorta, referente a la colocación de una fuente pública. Acordó el Ayuntamiento aprobar y autorizar para que la Comisión junto al vigilante de las obras municipales, ejecute las obras de colocación de una fuente en el punto llamado “Riberamune”, las cuales ascienden a la cantidad de 275,75 pesetas...”

La Casa del Juzgado, de la de San Nicolás, debía de estar en muy mal estado, ya que no solo eran los tabiques los que presentaban ruina, si no que el propio techo obligaba a colocar baldes para recoger las goteras cuando llovía: “...Se da cuenta de un oficio del Juez Municipal en el que expone la mala situación del techo de dicho juzgado. El Ayuntamiento acuerda, se manifieste al referido Juez que las obras del tejado, del edificio que ocupa el Juzgado Municipal, para evitar las goteras se ejecutaran en cuanto se hayan terminado de arreglar los tabiques y realizado los blanqueos interiores, y se den dos baños baños de pintura al enverjado de los huecos de dicho edificio...”

Llegado ya el momento de proceder a la rotulación de las calles, plazas y edificios del barrio de Las Arenas, en es mismo pleno del 26 de agosto de 1897, se decía: “...Presentada por la Comisión del barrio de Las Arenas, la nota para la rotulación de calles y plazas de aquel barrio, acuerda este Ayuntamiento se proceda a la construcción de los oportunos rótulos y su colocación, así como a pintar los números de los edificios y casas con pintura...”

Otras obras se estaban realizando por el barrio de Algorta, entre ellas la de la casa ”Abadena” de la calle de Aretxondo: “...Se da cuenta de una instancia de D. Juan Bautista Esesumaga, de esta vecindad, quien solicita permiso para construir una tejavana con destino al desahogo de su casa llamada “Abadena” en la calle de Arechondo...”

A pesar de que en algunas zonas Getxo presentaban claros síntomas de crecimiento y sus edificios señoriales a sí lo demostraban, la pobreza de algunos sectores se hacía sentir: “...Se da cuenta de una instancia de D. Marcelino..., en la que manifiesta tener una niña de cinco años, a la que no puede criar por hallase su mujer enferma y sin recursos el exponente, por lo que el exponente solicita se le sufrague la lactancia de la referida niña. El Ayuntamiento acordaba que no puede tomar en consideración dicha petición, teniendo en cuenta los gastos que ha costeado con la enfermedad de dicha mujer, y se facilite al exponente en clase de pobre, y por una sola vez, la cantidad de 25 pesetas de los fondos municipales...”

Y aunque no es noticia de nuestra Anteiglesia, me parece interesante reflejar como aquel año, la cabalgata de las fiestas de Bilbao era espectacular y a la misma, además de toda la liturgia de representantes municipales y militares, acompañaban unos símpaticos personajes que seguro hicieron las delicias de los más pequeños: “...Grupo quinto.- Director Sr. Pinillos: Acompañado de Chistu y tamborileros, gigantes y cabezudos. Cuatro barrenderos con antorchas alumbrando al Gargantua, dos dando bengalas a los del Gargantua, cuatro a los de enanos del Gargantua y cuatro tirando cohetes...” Aquella comitiva de fiestas llevaba en total cinco grupos. Además en los márgenes de la ría, entre el puente de Arenal y el llamado giratorio, un gran gentío contemplaba las regatas de chanelas y botes. Mientras en el paseo del Arenal se quemaron por la noche dos toros de fuego. (El Nervión del 28 de agosto de 1897).

En nuestro entorno, las noticias de prensa escaseaban, y era noticiable tan solo un hecho fortuito: “...En las playas de Portugalete y Las Arenas hubo ayer tarde gran animación. Cuando mayor era la concurrencia entró el vapor «Somorrostro» procedente de Rotterdam con cargamento de madera: Entró inclinado sobre la banda de babor a consecuencia de habérsele corrido la carga...”

El día de la festividad de San Ignacio un orfeón bilbaíno se iba a dirigir a Las Arenas para dedicar una serenata a uno de los ilustres hacendados de ese barrio: “...Esta noche se dirigirán a Las Arenas los socios del orfeón «Euskeria» con objeto de dar una serenata al socio D. Ramón de La Sota...” (El Nervión del 31 de agosto de 1897). La Sociedad Euskeria, fue una agrupación de caracter coral y cultural, creada en Bilbao a finales del Siglo XIX. Sota, jefe del partido liberal-fuerista y socio honorario y protector, en sus estatutos fundacionales se decía: “...Esta Sociedad, titulada Orfeón Euskeria, fue fundada el día2 9 de julio de 1896...”(Auñamendi Eusko Entziklopedia y Fundación Sancho el Sabio).

En la próxima entrada de esta serie veremos como algunos vecinos de Getxo se quejaban por haber dejado de fluir el agua de la fuente de «Elexalde».

domingo, 10 de noviembre de 2024

CUANDO SE HABLABA DE KRESALTZU

Kresaltzu, Kresaltxu, Gresaltzu, Cresalchu, muchos nombres para una misma zona, de la llamada Vega de Santa Eugenia (Romo).

Ya en 1882 se hablaba de de nuestra Vega, y lo hacía una revista de carácter político, científico y literario, se trata de la madrileña “La raza Latina”; publicación que salía los días 15 y 30 de cada mes. Esta publicación se editó en Madrid a partir del 15 de enero de 1874. Su vida se alargaría hasta 1887.

En su edición del día 30 de agosto de 1882, en su número 182, hablaba sobre nuestro barrio. Lo hacía en un artículo dedicado al progreso y Adelanto de las Obras de la Ría de Bilbao. Y decía al referirse a su trazo hasta nuestra Anteiglesia: “...La ría hacia 1300, lejos de estar encauzada como ahora, se extendía en las pleamares por las vegas que se asentaban a uno y otro lado de ella, desde el paseo actual del Arenal hasta las marismas de Guecho, desecadas en nuestros tiempos. Aquella circunstancia hacía que el régimen de la ría fuera más variable que ahora; las grandes avenidas alteraban el curso de la canal y acumulaban en ella bancos de grava y arena, de modo que los buques que arribaban a la ría, después de salvar el obstáculo principal de la barra exterior próxima a Portugalete, se encontraban con otra barra mucho menos hondable, si bien no tan peligrosa como la anterior, llegando su límite superior muy cerca del bajo hoy llamado “El Fraile”, donde entonces se bifurcaba el canal de la ría, marchando uno de los brazos por las marismas hoy desecadas de Guecho (se referían a 1882), y el otro por la margen de Sestao, cuya situación consta aún en un plano levantado en 1731 que existe en el archivo del Consulado…”

Aquel documento hablaba sobre las vicisitudes diversas por las que había pasado la navegación de la ría y las obras emprendidas para mejorarla: “...En un documento cuyo original obra en los archivos del Ayuntamiento de Bilbao, el año 1502 fueron comisionados por «los señores del regimiento de esta noble villa y prior y cónsules de la ciudad de Burgos» los maestros Guiot de Beaugrand y Juan de Garita para dar dictamen sobre las obras que convenía hacer para mejora de la barra y parte inferior de la ria, los cuales fallaron: Que el rio que viene de Gresalzu, junto a la casa de Las Arenas hace tanto daño que si el remedio dello no se ponía en breve tiempo y con diligencia podrá ser que pierda toda la canal desde San Nicolás de Somorrostro fasta todo el sorgidero de las naos delante de la villa de Portogalete, porque el dicho rio trae mucha arena consigo de que con el grande corriente e yusente todo va a dar la dicha barra e al banco que está en ella, e atajando este dicho río a que no venga por donde viene sino por la parte de Las Arenas debajo de Gobela junto a las peñas vaya a dar en la mar fuera de la barra se remediará todo inconveniente e daño que dicho rio hace lo cual es cosa muy fácil de lo remediar

A continuación se expresa en dicho documento la manera como había de verificarse dicha obra: “...Resultando que la longitud del nuevo cauce había de ser 410 brazas, presuponiendo su apertura, presa de desviación, establecimiento de un paso superior y obras accesorias, en la cantidad de 620 ducados, o sea 6820 reales vellón, lo cual da idea del valor de la moneda en aquella fecha. El río cuya desviación se proponía, hoy llamado Gobelas, serpenteaba entonces por las arenas movedizas de las dunas de la desembocadura del Nervión, alterándose su curso con frecuencia y acarreando a la ría gran cantidad de arenas, cuyo inconveniente se trataba de evitar, haciendo que en lugar de desembocar en la ría, lo verificara directamente en el mar al final de la playa de Las Arenas

Y al referirse a nuestro río, el Gobela, decían en aquel informe: “...Aunque el nombre de Gresalzu casi se desconoce en el día, lo cual dio margen a que el Ingeniero D. Agustín Marcoartu en su Memoria de 1848 creyera que, el rio a que se hace referencia, era otro que el llamado hoy Gobelas, basta un poco de conocimiento de la topografía local para comprender que ambos nombres se refieren al mismo rio ó arroyo. Para mayor seguridad, he investigado entre los labradores que allí habitan si hay algún lugar que se llame hoy Gresalzu, dando por resultado que en efecto hay una tierra baja por donde corre el Gobelas que tiene aquel nombre, voz que en vascuence equivale a la palabra castellana marisma y que estaba perfectamente apropiada a aquellos terrenos, puesto que antes de la desecación de las marismas de Guecho o Lamiaco, se anegaban en mareas vivas encharcándose e impregnándose de sus sales...”

Esta obra no debió llevarse a efecto entonces, pues más adelante, en 1558 se volvió a informar acerca de la necesidad de ejecutarla. Pero así es como lo veían en aquel informe de 1882.

Y sin embargo algo más de cien años después se volvía a hablar de esta populosa zona y calle del la vega de Santa Eugenia (Romo), en un revista de tirada local, “Galea-Periódico de Getxo”, en su edición de noviembre de 1991 decía: “...El origen de la denominación de esta calle, arteria principal de Romo, hay que buscarlo, no podía ser de otra manera, en ese pequeño rio que marca el limite geográfico y sociológico entre Romo y Las Arenas. Etimológicamente, según nuestros historiadores locales, la palabra Kresaltxu seria una derivación de bresalzu, nombre con el que se conocía antiguamente a un arroyo que afluía al Gobela, y cuya raíz euskerica seria Kresal, traducción ultima de “Salitre”...”

La Vega de Santa Eugenia (Romo). a lo largo de los siglos tuvo mucho usos, mucha historia, pero de ello ya traté en otras entradas.