jueves, 11 de septiembre de 2025

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -438

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, se trataban asuntos relacionados con las incipientes comunicaciones por carretera de nuestra Anteiglesia.

Un nuevo deslinde de fincas aparecía en el pleno del 27 de enero de 1898, se trataba de la finca de una familia ilustre de Algorta: “...Se da cuenta del informe de la Comisión de Gobernación y Policía acerca de la instancia de Dña. Manuela Arteta viuda de Basagoiti, solicitando deslinde de del terreno de la parte de la huerta caída hacia la ribera perteneciente a su casa de la Avenida Basagoiti número 58...”

En ese pleno municipal un vecino de Bilbao, rematante de terrenos comunales, presentaba una queja acerca de un vivero existente en la zona de Iturribarri: “...Se da cuenta de una instancia de D. Ignacio Ituarte, vecino de Bilbao, rematante de los terrenos comunales de Aiboa en esta Anteiglesia, referente al terreno vivero del municipio que existe en el punto de Iturribarri. Acordó el Ayuntamiento nombrar una Comisión con el fin de encararse con el exponente sobre el terreno citado, quedan nombrados para tal acto los señores concejales: El Primer Teniente de Alcalde D. Santiago Diliz y el Síndico D. Manuel Cámara...”

Por aquellos días se trabajaba en el arreglo de las vías del Tranvía en la Plazuela de Las Arenas y en la Avenida Basagoiti: “...Se dio cuenta y quedo enterado, por hoy, el Ayuntamiento de una instancia de los Sres. Directores de la Compañía del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Algorta, referente a las obras ejecutadas en la Plazuela de Las Arenas, y del recebo conducido para arreglo de la calle Avenida Basagoiti...”

Y como la temida enfermedad de la viruela, que como todos los años, se ensañaba con nuestros vecinos, por lo que el Ayuntamiento de Getxo acordaba comprar algunos productos para combatir que esta se propagara por nuestros barrios: “...Se da cuenta de una comunicación de la Compañía Barandiaran y Cía. de Bilbao, avisando del envío, según pedido, de 16 kl. de acido fórmico, 16 de alcohol, 6 de sulfato de hierro y dos envases en bidones, para su uso en este vecindario con motivo de la viruela reinante...” Por otro lado el Ayuntamiento encargaba a personas que tenían la función de vigilancia de dicha enfermedad entre el vecindario para: “...Que en las casa donde exista viruela, se suministre carne, pan y leche...” Además los cadáveres que con motivo de la enfermedad varilosa se producían entre el vecindario: “...Las dos personas fallecidas por viruela fueron conducidas por D. Ángel Egusquiza y otros al cementerio desde las casas mortuorias durante los días 20 y 22 del presente mes...” Según relataban días más tarde en la “Gacetilla” del Noticiero Bilbaíno: “...Según la estadística, que al efecto se lleva, durante el último año ocurrieron en Bilbao 418 defunciones por enfermedad varilosa, lo cual es una enormidad...”

En el apartado de pagos, en ese mismo pleno municipal, se daba cuenta de: “...Que tanto el Matadero Municipal como esta Casa Consistorial tiene prima de seguros con la Compañía “La Unión y el Fénix Español” por un año, por ambas se pagan 20,90 y 28,90 pesetas...”

Entre tanto, y como si fuera un cronista de la época, un articulista del diario “El Noticiero Bilbaíno”, enviaba una carta desde Algorta en la que relataba algunas obras y acontecimientos de nuestra Anteiglesia: “...En el convento de los R.R.P.P Trinitarios, de este pueblo, tendrá lugar los día 31 de enero y 2 de febrero un solemne triduo en conmemoración del séptimo centenario de la fundación de la Orden. Los tres días a las diez de la mañana habrá misa solemne con S.D.M. expuesto. Por la tarde, a las tres y media, se volverá a exponer el S.D.M. y se rezará la Estación y el Santo Rosario. Acto continuo sermón, después del cual se cantarán, escogidos motetes y el “Tantum Ergo” finalizado con la bendición del Santísimo.

El tercero de los días Triduo, a las diez de la mañana, se cantará acompañados por el armonium, piano y orquesta la brillante misa del maestro Arriola, en cuya intervención tomaran parte individuos del Orfeón Bilbaino y jóvenes de la localidad. El sermón estará a cargo del orador sagrado R. P. García Alcalde (S.J.), quien predicará los tres días.

Han dado principio las obras preparatorias para la construcción del muro carretera que, partiendo del punto denominado “Begoña” pasando por la playa de Ereaga, terminará en el puerto de este barrio. Actualmente el contratista de las obras Sr. Iturburu, está construyendo un pequeño edificio de cal y canto para almacenamiento de materiales y herramientas.

Ya que hablo de este muro-carretera, que indudáblemente ha de reportar grandes beneficios al barrio de Algorta, en particular, y a todo el Pueblo en general, seáme permitido llamar la atención a quien corresponda de lo siguiente: En la “Historia de Vizcaya” de J. Ramón Iturriza hasta 1787 y de Azcarraga hasta 1885, hablando de este Pueblo dicen: “Guecho es cuna del R. P. Fr. Andrés de Echeandia, religioso mercedario calzado, quien fuera Obispo de nueva Cáceres en América, nombrado por el monarca Carlos III”. Se me ocurre que dicho paseo bien podría llevar el nombre del R. P. Fr. Andrés de Echeandia...” No parece que aquella propuesta cuajara, ya que en el callejero de 1928 recibía el nombre de “Muelle de Ereaga” y describían su trazado (Es la que va desde Titan hasta el Puerto Viejo de Algorta); en la actualidad recibe el nombre de “Muelle Ereaga Kaia”.

Durante en comienzo del invierno, a veces las noticias sobre nuestra Anteiglesia escaseaban, por lo que no era extraño que algún sucedido de nuestros barrios ocupara las páginas de la prensa bilbaína, tal fue el caos de uno al que denominaron “El Pato del Súbdito Ingles”: “...En una casa de Las Arenas se apoderó ayer tarde de un pato un súbdito inglés, tripulante de un vapor surto en los muelles de la Benedicta. El dueño del pato persiguió al inglés e hizo que le abonase el importé de aquél, al que ya había retorcido el pescuezo. A pasar de haber abonado el importé, dos individuos dieron algunos golpes al inglés y más tarde lo detuvo el municipal del barrio, encerrándolo en la perrera. Dos compañeros del detenido se presentaron a reclamar a este y cuando ya se dirigían camino de su buque debieron cruzarse algunas palabras entre los ingleses y el municipal. En auxilio del municipal salió el peón caminero y los golpes menudearon. Logrose, por fin calmar los ánimos y los ingleses se retiraron a su buque excepto el que hurtó el pato, que quedó en cerrado en la prevención. Este último es el que ha pagado el pato por partida doble...” (El Nervión del 31 de enero de 1898).

En la próxima entrada veremos como la Comandancia de Marina recomendaba a los Cofrades del Puerto y sus familias la necesidad de vacunarse.

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