domingo, 28 de septiembre de 2025

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -441

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se publicaba un libro sobre al Viruela.

En el pleno municipal de Getxo del 17 de febrero de 1898, el rematante de los terrenos comunales de Aiboa, ofrecía una propuesta al Consistorio por el terreno vivero del municipio, existente en el punto de Iturribarri, para que se le reconociera como propietario de aquellos terrenos: “...La Comisión designada en enero pasado próximo, manifestó que de la conferencia tenida con D. Ignacio Ituarte, este señor había hecho las siguientes proposiciones: La primera, que sele reconozca como dueño propietario que ocupa el terreno del vivero del Municipio en el punto de Iturribarri pagándole el Municipio una peseta de renta al año: la segunda, que en su defecto se ponga la cuestión a decisión de de arbitradores. Tras discutir ambas propuestas decidió el Ayuntamiento: Se consulte el caso con el abogado del Municipio para adoptar la resolución que proceda...”

Seguía el pleno municipal tratando otro asunto del Sr. Ituarte: “...Se da cuenta de una instancia de D. Ignacio Ituarte, vecino de Bilbao, solicitando se señale día y hora para fijar caminos en el terreno que ha comprado en el punto de Aiboa. Tras una razonada discusión acuerda este Ayuntamiento: Se consulte el caso con el abogado del Municipio para resolver lo que proceda, por hallarse pendiente de recurso, promovido por esta Corporación, contra la venta de los terrenos de que se trata...”

En aquel pleno municipal, además, se daba cuenta de que un nuevo propietario pensaba instalar su residencia en el barrio de Las Arenas: “...Se da cuenta de una instancia de D. José Amann, propietario de esta, quien manifiesta que como dueño trata de edificar en el solar contiguo a la propiedad de D. Juan Barrueta, por lo que suplica se señale o marque la alineación y deslinde de dicho solar con las otras vías públicas, y se le conceda permiso para para conducir las aguas de la casa que piensa edificar a la alcantarilla del Municipio...”

Eran tiempos de crecimiento y las obras en el municipio se sucedían, alguna de las cuales se estaba realizando en Algorta, y afectaba a un importante hombre del barrio. Para quien más tarde se construiría uno de los monumentos escultóricos más originales del patrimonio funerario del País Vasco en el cementerio de Bostgarrena: “...Se da cuenta de una instancia de D. Emilio Basagoiti, de esta vecindad, suplicando se trate de arreglar y evitar los daños que le originan las obras de reposición que están ejecutándose en la calle de la “Carretera”, contra la casa en la que habita...”

Seguía el pleno municipal, del 17 de febrero de 1898, y en otro de los puntos del mismo, se trataba sobre algunos soldados del municipio que habían vuelto enfermos de la Isla de Cuba: “...Se da cuenta de las instancias presentadas por D. Juan Aldecoa Icaza, y Alejo Ayo, ambos residentes en esta Anteiglesia, solicitando se les haga algún socorro por ser soldados procedentes de este Pueblo, y que habiendo permanecido en la Guerra en la Isla de Cuba han vuelto a casa de sus padres enfermos y sin recursos para atender el restablecimiento de su salud. El Ayuntamiento de Guecho en vista del mal estado en que se encuentran ambos soldados acordó: Hacerse cargo con cuenta a al Capítulo V Artículo 2º del presupuesto, se de por una sola vez a los citados soldados, 50 pesetas de socorro...”

La prensa local ilustraba sobre la longevidad en aquellos años, según un estudio realizado por un galeno Italiano, quien afirmaba la misma se debía a hábitos alimenticios y forma de vida: “...El afán de prolongar todo lo posible la existencia incita al hombre a pensar en los medios de conservar se fuerte y robusto el mayor tiempo posible, y en este deseo que constituye una de las preocupaciones más generales, se afana en estudiar los climas y los alimentos, como si de ellos exclusivamente dependiera la longevidad. Es uno de tantos errores como extravían a la imaginación; el secreto de la vida está en la costumbres del individuo.

Allí donde los faltos de placeres, o rendidos por la fatiga del trabajo, los hombres buscan el reposo en su lecho a una hora no muy avanzada de la noche, para levantarse a la salida del sol; donde no se abusa de los excitantes, de la comida o la bebida, y se tiene en constante equilibrio el esfuerzo del musculo y el cerebro; donde las costumbres son más puras y los pasatiempos más inocentes; allí se vive más y mejor que entre el vicio de las ciudades.

El Doctor Samboni de Roma, acaba de publicar una nota explicativa de sus numerosas observaciones respecto a la longevidad. Protesta en ella de la vulgar creencia de que la vida es menos larga en los países cálidos que en los fríos, y aduce en ella que las estadísticas no dejan lugar a dudas.

La media edad de dos pueblos colocados en los extremos de un eje, es decir en las antípodas uno de otro, los árabes y los esquimales, no excede de los veinticinco años. En cambio los habitantes de las inhospitalarias costas de la Tierra del Fuego y la Patagonia, en la América del Sur, viven tanto o más tiempo que los que moran en las altas cordilleras de los Andes; los indios o indostánicos entran a los nueve años en la pubertad, y, sin embargo alcanzan edades muy respetables.

¿Qué prueban estos datos? Que la situación geográfica en que el hombre vive, no influye o tiene escasa influencia, en que sea más o menos larga su existencia...”

A partir de hay dejaba una estadística a cerca de las personas centenarias en los distintos Países: “...En Inglaterra, país frío en casi su totalidad, con un censo de 27 millones de habitantes, no llegan a 150 los centenarios. Mientras que en España, con 17 millones de habitantes, país templado con zonas muy cálidas, registra 401 centenarios.

El termino medio de personas de más de los sesenta años es: En Inglaterra 102 por cada mil habitantes; Francia 127; Alemania y Holanda 77; Dinamarca 84; Suecia 88; Noruega 97; Austria y Portugal 71; España 58; Grecia 56. En América oscila entre 46 y 50 por 100; en la India no llegan a 40.

Notase en estas estadísticas que la mayor mortalidad se registra en las ciudades. Paris, Londres, Berlín, Viena, Madrid, dan más contingente de fallecimientos que igual número de habitantes establecidos en centros menores de población. Hay que advertir que este exceso de óbitos tienen que ver con la higiene pública y privada.

Finalmente llegaba a la conclusión de que: La alimentación más conveniente para prolongar la existencia es la más sobria. Comer carnes en exceso, hacer de la fibra único alimento del hombre, es tan peligroso para este fin como someterse a un régimen exclusivamente vegetal. Es preciso comer para vivir , huyendo de la costumbre de vivir para comer...” (El Noticiero Bilbaíno del 18 de febrero de 1898).

En la próxima entrada veremos como el carnaval ya estaba a las puertas y los comercios preparaban sus ofertas para los tiempos del dios Momo y el triste tiempo del “carnem levare”.


jueves, 25 de septiembre de 2025

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -440

 


En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se daba cuenta de la reciente composición de la Junta de Caridad del Hospital Hospicio de Algorta.

En el pleno del 10 de febrero de 1898 se informaba de la solicitud de un importante hombre de negocios bilbaíno para edificar una casa en Algorta: “...Se da cuenta de una instancia de D. José Amann, vecino de Bilbao, solicitando permiso para construir una casa en el barrio de Algorta...”

Contaba la prensa por aquellos días que en el Concurso de Ganado de Basurto se habían otorgado diversos premios, entre ellos uno adjudicado a un vecino de Algorta: “...Hoy se ha celebrado en Basurto, la anunciada feria de ganados, para la cual ha concedido varios premios el Ayuntamiento. Hubo muchísimo ganado, cotizándose a altos precios. Se hicieron muchas y buenas transacciones, a los premios se presentaron magníficos ejemplares, excepto en cebones. El jurado, que lo exponían los señores Allende, García, y los veterinarios señores Guerra y Pradera, concedió los premios siguientes: En ganado lanar, segundo premio a D. Manuel Correa de Algorta...” También era noticia la botadura de un vapor, con el nombre de “Algorta”: “...Ha sido botado en los astilleros ingleses el vapor «Algorta», propiedad de don Ramón de la Sota, cuyas dimensiones son: Eslora 285 pies. Manga 41,6 y Puntal 20,2...” (El Nervión del 13 de febrero de 1898). A finales del siglo XIX fue famosa Feria de ganado que se celebraba en la campa de Basurto (Bilbao).

Por esas fechas se publicaba un libro para la prevención de la temida “Viruela”, el cual incluía consejos para no enfermar de la misma: “...Vamos a ocuparnos del libro titulado “Consejos para no enfermar de viruela y medios de extinguirla”, escrito por el ilustrado médico D. Enrique de Echevarria G. de Suso. Para nadie es un misterio que en todas las epidemias grandes y chicas, allí donde encuentran condiciones abonadas de localidad para tomar derechos de ciudadanía, allí dejan sentir sus perniciosos efectos las enfermedades infectivas.

Este azote de la humanidad, cuya cuna de origen fue el centro del Asia, donde era conocida en la India mil años antes de Jesucristo, fue propagada a Egipto por el califa Ornar, esparciéndose luego por las regiones del Norte de África penetrando con ellas en Europa en el siglo VI. Por más que la naturaleza del virus variolosos es desconocida en la actualidad, todo hace sospechar que el agente productor de esta infección es un esquizomiceto, así lo acusan las investigaciones llevadas a efecto por los bacteriólogos Cohn, Klebs, Bareggí, Keber, Guttman y Pfeiffer.

Esta enfermedad es una de esas que de siglos atrás viene dejando fatales huellas en el mundo, poniendo de relieve, de que la décima parte de la humanidad, antes de la vacunación, era víctima de esta pestífera afección...” A continuación hacía una descripción de las condiciones de vida de aquellos enfermos: “...Unas de la zonas de mayor afección eran la contiguas a los hospitales. En Bilbao, cuando estuve al frente del Hospital, pude comprobar que en las calles de Zabala, Amparo y Mena, que daban la mano como puntos de contacto con dicho Hospital, pagaron muy cara su vecindad, pues, dieron un contingente grande de casos variólicos, esto unido a que en algunas de las habitaciones ocupadas por dichos enfermos dejaban aquellas bastante que desear en sus condiciones higiénicas, con ventilación pobre, dando la ventana de los cuartos a patios estrechos donde jamás penetró el sol; hacinados, no una, sino dos y tres familias en lúgubres viviendas llamadas cuartos habitables, rumiando un aire mil veces tamizado por distintos pulmones en el mismo local, muy deficiente la limpieza de la ropa del enfermo, el aseo personal desconocido, sin más baños de limpieza que el primero que recibió en la pila bautismal, con alimentación deficiente, y para mal de mis remedios muchos de ellos sin vacunar, y con un cerebro cerrado a cal y canto a admitir los consejos del medico. Estos seres, estas familias que ofrecen tal resistencia a la vacunación, son, en general, la clase más humilde de la sociedad, materia abonable que sostienen a perpetuidad las epidemias de viruela, sarampión, difteria, y demás infecciones...”

A continuación describía en que núcleos de población la misma había azotado con más virulencia: “...La viruela en el casco antiguo de Bilbao despuntó con mayor intensidad en los barrios más pobres: dejándose sentir al otro lado de la ría, y las calles que abocan a San Francisco, Cortes, Miravilla, Bilbao la Vieja. Donde los niños y el elemento joven dieron el pasto a la muerte entre la clase menesterosa...”

La cifra de fallecidos en la Villa era importante: “...Entre octubre de 1896 y septiembre de 1897, el número de fallecidos había alcanzado la cifra de 418, de ellos 187 eran varones y 173 hembras...”

Sin embargo en dicha obra daba una esperanza para terminar con dicha plaga: “...Toda población culta que en algo estime su bienestar y mire con el cariño que se merece los progresos higiénicos, sabe muy bien que, esta plaga de la humanidad que en algún tiempo sembró el terror y el luto por todo el orbe, está llamada a desaparecer, cuando la vacuna obligatoria sea un hecho...”

Y daba las pautas a seguir en el momento que se detectara dicha enfermedad: “...Cuando se presente un solo caso de viruela, sea este apagado en el acto con aislamiento; con una desinfección científica, y no con un simple simulacro de tal, con la vacunación y revacunación, sin contemplaciones ni atenuantes, único medio de quitarse de la vista esta repulsiva infección...”

También ofrecía datos sobre la mortalidad de dicha enfermedad a lo largo del Mundo (Ver tabla adjunta).

Finalmente ofrecía pautas de actuación, que ya, en otros lugares del mundo se estaban realizando (Alemania, Francia, Rusia...): “...Aislamiento individual practicado en casa del enfermo, vacunación de las personas que ocupen estancias de esas casas. El personal encargado de la asistencia del varioloso, al salir a la calle, debe de dejar el traje de servicio que usa en la asistencia del enfermo, en una habitación para ello; lavarse manos, cara, cuello, cabeza (pelo corto y barba lo mismo, o mejor afeitado) repetidas veces, con soluciones antisépticas (cloruro de mercurio al uno por mil), y ponerse luego la ropa de calle.

Las ropas que usan estos enfermos deben esterilizarse con una solución de sublimado al uno por mil, donde se sumergen durante una hora, antes de darlas a lavar. La esterilización de los gérmenes, es la tercera de las medidas que se han de poner en juego para la extinción de la viruela. La esterilización debe de abrazar: los locales contaminados, los vestidos y las ropas de la cama, y las personas que están en contacto con el enfermo. También existen alternativas de fumigaciones: En Alemania, Austria y Rusia, son partidarios de las soluciones de sublimado y ácido fénico que aplican en pulverizaciones y en lavados. En Francia se inclinan por las fumigaciones sulfurosas. Como desinfectante tenemos, de fecha reciente, el formol, que según sus partidarios llena por completo las condiciones que debe de tener un buen desinfectante.

Y con estas sencillas medidas puestas en práctica con fe, constancia y a conciencia, existe la completa seguridad de que en un plazo brevísimo de tiempo la capital de Vizcaya, se vería libre del peso de la viruela, negro baldón del último tercio del siglo actual que por incuria aún conservan ciertos pueblos...” El trabajo de galeno era más amplio. (D. Enrique de Echevarria G. de Suso fue medico de la beneficencia bilbaína. Dicha obra fue publicada en 1898, en la imprenta de la Revista “Bilbao Marítimo y Comercial”).

A lo largo del año 1900 se produjeron varios casos de viruela en nuestro Municipio. El 23 de junio de 1900 se produjo el primer brote de viruela, que afecto a un niño y una niña, comenzó esa epidemia en la casa “Pitarrene” del barrio de Algorta. Urgentemente el medico local se puso en contacto con el primer teniente de Alcalde D. Francisco Goicoechea, para determinar algunas actuaciones tendentes a aislar el brote. Pero no iba a ser este el único foco, también en caserío “Iberre” la señora de la casa contraía esta enfermedad, enseguida se preparó un plan para evitar que la epidemia se propagara entre los vecinos, pero dicha enfermedad se propagaba rápido, afectando sobre todo a familias de condición humilde, ya en octubre llegaba al barrio de Las Arenas. Para ello y debido a esa condición modesta de los enfermos, fue el propio consistorio quien se hizo cargo de los costes. También, como medida profiláctica, en el caso del barrio arenero, se dispuso que: “...Un guardia urbano haga guardia en la puerta de la habitación del enfermo, evitando que nadie pudiera entrar o salir de la casa, cerrando la puerta con llave cuando tenga que ausentarse por motivos de servicio..., y las ropas del enfermo sean lavadas en agua hervida y posteriormente llevadas a la parte más inferior del río para ser lavadas...” Sobre esta plaga en nuestra Anteiglesia ya he tratado en otras entradas.

En la próxima entrada veremos como el rematante de los terrenos comunales de Aiboa en esta Anteiglesia, ofrecía una propuesta al Consistorio por el terreno vivero del municipio, existente en el punto de Iturribarri, para que se le reconociera como propietario de aquellos terrenos.

domingo, 21 de septiembre de 2025

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -439

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como la temida enfermedad de la viruela, al igual que todos los años, se ensañaba con nuestros vecinos.

En un diario bilbaíno aparecía un articulo firmado por D. Alfredo de Laffitte y D. Antonio Arzac, a cerca del Aurresku, decían en el mismo: “...En la mayoría de los países del mundo se conoce el “baile” que significa el primer efecto del brincar con arte sin que para ello sea precisa la música y se puede bailar solo, con otro y aún con muchos.

En el notable solar vascongado existe desde remotos tiempos una “danza” singular que el vulgo conoce con el nombre de aurrescu; “danza” que a veces merece el calificativo de “baile oficial euskaro” o “aurrescu a la usanza foral” y es una composición estudiada que se verifica en público y en fiestas ordinarias y en grandes y solemnes funciones por sucesos faustos teniendo esta especie de drama mímico cierta analogía con el objeto y fin de la festividad.

Dos son las entidades que en la “danza” que nos ocupa representan papel importante “el aurrescu” y el “achescu” o sean “la primera” y la “última mano”. Si ambos danzan cual es debido resultará plausible el papel que hagan; pero de otro modo si se concretan a piruetas sin orden ni concierto, aunque demuestren agilidad prodigiosa, resultará papel mojado.

Hoy en Guipúzcoa se encuentran muy pocos hombres que se hallen en el primer caso y si centenares que están en el segundo. Digamos la verdad en toda su desnudez. Muchos serán los culpables de ello; pero muy principalmente las autoridades locales, unas porque no han sabido castigar , ni siquiera amonestar a los que en bailes ordinarios usaban y usan formas destempladas; otras porque creyendo dar más realce a sus fiestas populares permiten la exhibición de músicos ambulantes (ciegos y tullidos, al parecer en su inmensa mayoría) que con desafinados instrumentos y canciones de mal gusto se hacen acreedores a que se les expulse de la Provincia; y hay también los que por su cuenta tienen la osadía de contratar a los mismos prescindiendo por completo de las muchas y buenas bandas de tamborileros que existen en el País. La resultante del proceder censurable de esas autoridades la vemos muy clara los días festivos en la mayor parte de los pueblos y nada digamos de nuestras capitales.

Para que esta danza euskara pase del peligro en que se encuentra a su debido ser, precisaba de una evolución en ciertas autoridades populares a fin de invitar a las de los pueblos. De lo contrario y siendo sumamente deplorable que una costumbre tan admirada por propios y extraños tienda a desaparecer cabe, en mi huidle opinión un medio sencillo, inclinar el ánimo de nuestra diputación provincial y esta, a su vez, el de los Ayuntamientos de la Provincia para que un profesor o reconocido aficionado enseñara a varios jóvenes percibiendo de ambas autoridades un sueldo diario en remuneración de su trabajo...” (El Noticiero Bilbaíno del 1 de febrero de 1898). “Decadencia del Aurrescu” fue un articulo firmado por: De D. Alfredo de Laffitte Obineta (Donostia, 1854-1934 periodista, escritor y político reconocido en los ambientes vasquistas de su tiempo) y D. Antonio Arzac Alberdi (Nacido en San Sebastián el 26 de julio de 1855 en el palacio de Banderas, en Ategorrieta. Poeta, hábil escritor y editor vasco).

En el pleno del 3 de febrero 1898 se recogía una recomendación de la Comandancia de Marina dirigida a los Cofrades del Puerto de Algorta y sus familias sobre la necesidad de vacunarse: “...La Comandancia de Marina informa de la recomendación cursada a los Cofrades del Puerto de Algorta y sus familias sobre la necesidad de vacunarse y revacunarse...” Por oro lado el avance de la temida enfermedad obligaba a cambiar de residencia al cartero municipal: “...Quedó enterado el Ayuntamiento del cartero de esta localidad, participando que habiendo ocurrido algunos casos de viruela en la casa donde ha vivido, ha cambiado su residencia con el fin de evitar contagio...”

En el mismo pleno municipal, el Secretario de la Junta de Caridad del Hospital Hospicio D. Juan Barasorda, daba cuenta de la reciente composición de dicha Junta: “...Se da cuenta de una instancia enviada al Ayuntamiento de Guecho por el Secretario de la Junta de Caridad del Hospital Hospicio D. Juan Barasorda, participando haber quedado compuesta dicha Junta desde el 31 de enero, como sigue:

Vicepresidente: D. Pedro Amezaga.

Tesorero: D. Emilio Basagoiti.

Secretario: D. Juan Barasorda.

Vocales los siguientes señores: D. Pedro Benguria, D. Antonio Uribe y D. Juan Líbano...”

Dentro del apartado de cuentas de aquel pleno se citaban los siguientes pagos: “...A “Barandiaran y Compañía” de Bilbao 89,65 pesetas por 33 kilos de acido férrico, 6 kilos de azufre y 6 de sulfato de cobre para emplear en las casas donde existe viruela en esta población.

Al empresario “Emperaile”, librero de Bilbao, 69,59 por carteles para la publicación de fiestas y festejos del verano pasado y suministro de papel y plumas, otra cuenta de 18,90 pesetas por tinta, plumas, porta plumas y tinteros, lapiceros para las operaciones del censo de población...”

En el pleno del 3 de febrero de 1898, además. Se trataba sobre las condiciones del edificio de obra construido por el rematante del murallón-carretera de Ereaga: “...Habiendo llegado noticias a esta Corporación Municipal de que el edificio, que con permiso de la misma, construye el rematante del muelle carretera desde Punta Begoña hasta el Puerto de Algorta, cerca de este último, no ofrece seguridad en sus cimientos por el mucho peso que ha de gravitar sobre los mismos, y con el fin de precaver toda desgracia, sea por hundimiento o caída del referido edificio, acuerda este Ayuntamiento que el mismo sea reconocido por el Arquitecto Municipal a fin de remitir un informe para la solución del problema...”

Por otro lado la letrina de la Iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta estaba causando problemas insalubres a dicha Iglesia y al frontón: “...Encontrándose en muy mal estado y destrozada la cañería del escusado o letrina que da contra la sacristía de la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari de Algorta, cuyo contenido se esparce en el piso bajo de aquel edificio confinante con el mercado público, acuerda este Ayuntamiento se ponga en conocimiento del cura de la citada parroquia esperando de su fina atención ponga cuanto antes remedio a dicho mal...”

En la próxima entrada veremos como un conocido comerciante bilbaíno deseaba construir casa en el barrio de Algorta.

jueves, 18 de septiembre de 2025

AREETAKO BARRASKILOAK LEHIAKETA

Gure Elizateak (Getxo) aspaldiko tradizioa du lehiaketa gastronomikoei lotuta: paellak (Andra Mari), tortillak (Erromo), Marmitako (Algortako portua), txipiroiak (Algorta), babarrunak (Algorta eta Erromoko hezetasunaren auzoa) eta barraskiloak (Areeta-Areeta). Sarrera hau egitea pentsatu nuenean, burura etorri zitzaidan lehenengo gauza azken ekimen honetako protagonistak aurkitzea izan zen, eta zorionez, auzo horretako lagun batzuei esker, festa gastronomikoen sortzaile horietatik bizirik atera zen azken lagunarengana iristea lortu nuen.

Nuestra Anteiglesia (Getxo), tiene una vieja tradición ligada a los concursos gastronómicos, empezando por Paellas (Andra Mari), Tortillas (Romo), Marmitako (Puerto de Algorta), Txipirones (Algorta), Alubias (Barrio de la Humedad de Algorta y Romo) y Caracoles (Areeta-Las Arenas). Cuando pensé en realizar esta entrada, lo primero que vino a mi mente era localizar a los protagonistas de esta última iniciativa, y afortunadamente, gracias a unos amigos de ese barrio, conseguí acceder al último superviviente de esos creadores de festejos gastronómicos.

Areeta-Areetako barraskilo-kazolen lehiaketa, 2025eko irailaren 12ko nire azken sarreran "Areetako Jaiak 2025" aipatzen nuena, duela egun batzuk sortzaileetako batek esan zidanez, 1994ko Mesedetako Jaietan hasi zen. Kontakizun horretatik abiatuta, Areeta auzoan hain errotuta dagoen jaiaren historia txiki bat egingo dut, iraileko jaietako azken igandean ospatuko dena.

Kontakizun horretatik abiatuta, Areeta auzoan hain errotuta dagoen jaiaren historia txiki bat egingo dut, iraileko jaietako azken igandean ospatuko dena.

El concurso de Cazuelas de Caracoles de Areeta-Las Arenas, al que me refería en mi última entrada del 12 de septiembre del 2025 “Areetako Jaiak 2025”, tuvo su comienzo, según me relataba hace unos días uno de sus creadores, durante las Fiestas de Las Mercedes de 1994.

A partir de ese relato voy a hacer una pequeña historia de esa fiesta, ya, tan enraizada en el barrio de Areeta-Las Arenas, la cual se celebra el último domingo de fiestas del mes de septiembre.

Hasieran nioen bezala, ospakizun horren inguruko pertsonekin hainbat gestio egin ondoren, duela egun batzuk jarri nintzen harremanetan ekimen hartatik bizirik atera zen azken pertsonarekin. Jesús Méndez “Topi” da, 1994an María Cristina eta Amistad kaleen artean dagoen “Bar Topi” tabernako (gaur egun "Bar Gurea") gerentea. Berarekin izandako elkarrizketan honako hau kontatu zidan: “...Urte haietan Las Mercedeseko jaietan egiten zen apurra Eskola Plazan egiten zen. Hori dela eta, Jose Maria Zubiak (Bar Zubia) proposatu zidan bakailao pil-pil lehiaketa bat egitea, eta nik erantzun nion: «Hara zoazela, Berangon bakailao lehiaketarik onenetakoa daukagunean, historia luzea daukagunean, zaila izango da haiekin lehiatzea eta jendea Areetara etortzea! Barraskilo lehiaketa bat egiten ez dugulako ?». Josek esan zidan: «Barraskiloak egin eta prestatu, zuk badakizu zer lan egiten duzun ?». Nik erantzun nion: «Zerbait errazagoa egin daiteke, jendeari aukera eman egositako barraskiloak etxetik ekartzeko, baita marka komertzialen batetik erosteko ere, eta etxetik egindako saltsa ekartzeko...”

Como decía al principio, tras varias gestiones con personas del entorno de esa celebración, contacté hace unos días con el último superviviente de aquella iniciativa. Se trata de Jesús Méndez “Topi”, que en 1994 era gerente del “Bar Topi”, actual “Bar Gurea”, situado entre las calles María Cristina y Amistad; en la entrevista que mantuve con el me relataba lo siguiente: “...Lo poco que se hacía en aquellos años en las Fiestas de Las Mercedes, se hacía en la Plaza de Las Escuela, por lo que José María Zubia (Bar Zubia) me propuso hacer un concurso de bacalao la pil-pil, a lo que yo le respondí: !José a donde vas, cuando tenemos en Berango uno de los mejores concursos de bacalao, con una dilatada historia, va a ser difícil competir con ellos y que la gente venga a Las Arenas!, ¿Por que no hacemos uno de caracoles?, José me dijo: ¿hacer caracoles y prepararlos, tu sabes el trabajo que lleva?, yo le contesté: Se puede hacer algo más sencillo, permitir que la gente traiga los caracoles cocidos desde casa, incluso que los compren de alguna marca comercial y que puedan traer la salsa elaborada desde casa, ya que esto es una fiesta entre amigos, no es un concurso para hacerse millonarios...”

Azkenean horrela egitea adostu zuten. Barraskilo-kazolen lehen lehiaketa 1994an egin zen: “...Oso ondo gogoratzen dut, 2004an bandeja bat oparitu baitzidaten omenaldi gisa, XX. Lehiaketan.

Finalmente acordaron hacerlo de esa manera. El primer concurso de cazuelas de caracoles se celebró en 1994: “...Lo recuerdo perfectamente porque en el 2004 me regalaron un bandeja como homenaje, durante el XX Concurso...”

Abiarazleak nortzuk izan ziren galdetuta, Jesús Méndezek erantzun zidan: “...José María Zubia eta Ni. Lehen urte hartan, Carlos (+) "Bar la Proa" tabernakoa oporretan zegoen, ideia ona iruditu zitzaion, eta hurrengo urtean antolakuntzarekin bat egin zuen. Bigarren urterako, beste taberna batzuk Lehiaketan sinesten hasi ziren, eta Festan izena eman zuten. Urte hartan, nire koinatu Angel Diezek (+) irabazi zuen lehenengo lehiaketa, kristalezko garaikur bat zen; barraskiloak egiten hasi zen nire taberna ondoan, bere lagunen artean Javi Coria zegoen. Imajinatzen dut horrek moskeoren bat eragingo zuela, eskerrak epaile akreditatuak bazirela, Gaizka Macho (+) zena etorri ohi zen, Altsasutik, Idiazabalgo gazta lehiaketan epaimahaikide gisa parte hartzen zuena. Jaietako kartelak nik diseinatu ohi nituen, urtero kartel desberdin bat egiten nuen, Gaizkari oparitzen nizkion eta astronomo horrek jartzen zituen Areetan. 2002an hil ondorengo omenaldia egin zitzaion, alarguna bertaratu zen, eta plaka bat eman genion Gaizkaren omenez...” Euskal Gastronomia Kofradiak, bere argitalpenetako batean, esaera bat jarri zuen astronomo altsasuar honen eskutik: "Edatea erori arte, gainerakoa bizioa da!".

A la pregunta de quien fueron los iniciadores, Jesús Méndez, me contestó: “...José María Zubia y Yo. Aquel primer año Carlos (+) el del “Bar la Proa”, estaba de vacaciones, le pareció una buena idea, y al siguiente año se unió a la organización. Para el segundo año, otros bares empezaron a creer en el Concurso, y se apuntaron a la Fiesta. Aquel año, el primer concurso que se celebraba fue ganado por mi cuñado Ángel Diez (+), era un trofeo de cristal; se puso a hacer los caracoles junto a mi bar, entre sus amigos estaba Javi Coria. Me imagino que aquello causaría algún mosqueo, menos mal que había jueces acreditados, solía venir el difunto Gaizka Macho (+), de Altsasu, quien a su vez participaba como jurado en el concurso de quesos de Idiazabal. Los carteles festivos los solía diseñar yo, cada año hacía un cartel diferente, se los regalaba a Gaizka y este astrónomo era quien y los colocaba por Las Arenas. En el año 2002 se le realizó un homenaje póstumo, al mismo acudió su viuda, y le dimos una placa en memoria de Gaizka...” La Cofradía Vasca de Gastronomía, en una de sus publicaciones, colgaba un dicho de este astrónomo altsasuarra “!Beber hasta caerse, lo demás es vicio!”.

Zein zen barraskilo-festako abenturazale haien eginkizuna, zioen Jesusek: “...Gure eginkizuna, lehiaketa antolatzeaz gain, sponsorak eta hornigaiak aurkitzea zen. Nik lehenengo urtean eta bigarrenean, beste batzuek lagundu zidaten arte, esaten nien laguntzen zuten tabernariei: Eta balio duten dirua, BEZik gabe, trofeoak erosteko ematen duzue. Nik gauza bera egiten nuen nire hornitzaileekin, eta 30.000 pezeta batzen genituen festarako!...”

Sobre cual era la función de aquellos aventureros de la fiesta de caracoles, en decía Jesús: “...Nuestra función, además de organizar el concurso, era encontrar sponsors y de los suministros. Yo el primer año y el segundo hasta que me ayudaron otros, les decía a los bareros que colaboraban: !Tenéis diferentes marcas de cerveza, decirles que os regalen algún barril. Y el dinero que cuestan, sin Iva, lo aportáis para comprar trofeos. Yo hacía lo mismo con mis proveedores, y solíamos juntar unas 30.000 pesetas para la fiesta!...”

Jesusek berak egindako beste funtzio batzuk azaltzen zituen, Areetako motiboekin egiten zituen diseinuen artean Txurrukaren estatuarekin lotutako bat egon zela esanez: “...Txurrukaren estatuak Barraskiloekin trukatzean, Txurrukaren senide batek errieta eragin zidan: "Goiko hori nire birraitona zen, eta barraskilo aurpegia jarri diozu!...”

Seguía Jesús relatando otras funciones que el mismo realizó, y me contaba que entre los diseños que realice, con motivos de Las Arenas, hubo uno relacionado con la estatua de Churruca: “...En el cambiaba las estatua de Churruca por Caracoles, aquello provocó que un familiar de Churruca me echara la bronca: !He ese de arriba era mi bisabuelo, y le has puesto cara de caracol!...”

Barraskiloen jaiaren azken kartelak Jose Andres Tellaetxe Elorriaga portugaletetetarrak egin zituen, eta "Pinturak, eskulturak eta liburuak" izeneko liburua argitaratu zuen, bere herriarekin lotutako gaiei buruz. Sarietarako garaikurrei dagokienez, Jesús Méndez "Topi" k kontatzen zidan: “...Hasieran, trofeoak Lamiakoko zilargintza batean erosten genituen, Languileria kalean. Geroago, prezioan, Portugaleten erostea erabaki genuen, kopurua handia izaten hasi zen, 30 garaikur baino gehiago ziren. Nik abentura gastronomiko hura txikiagotu nuen 1994an, eta 2003ra arte egon nintzen. Ordurako Zubia Madrilera joana zen...”

Los últimos carteles de la fiesta de los caracoles fueron elaborados por el portugalujo José Andrés Tellaetxe Elorriaga, quien publicó un libro titulado "Pinturas, esculturas y libros" sobre temas relacionados con su pueblo. En cuanto a los trofeos a los premios, me lo contaba Jesús Méndez "Topi”: “...Al principio los trofeos los comprábamos en una platería de Lamiako, de la calle Langileria. Más tarde, por precio, acordamos comprarlos en Portugalete, el número empezaba a ser importante, eran más de 30 trofeos. Yo empecé aquella aventura gastronómica en 1994 y estuve hasta el 2003. Para entonces Zubia se había marchado a Madrid...”

Hain zuzen ere, 2003ko Las Mercedeseko Barraskiloen Lehiaketan, sarrera hau egiteko aukera eman didan lagunetako bat lehiaketako Lehen Saria irabazten ari zenean, Julio González Etxeandia eta bere koadrila ziren.

Precisamente, fue en el Concurso de Caracoles de Las Mercedes del 2003, cuando uno de los amigos que me ha facilitado poder realizar esta entrada, ganaba el Primer Premio del certamen, se trataba de Julio González Etxeandia y su cuadrilla.

1945ean, José María Zubía eta bere familiak bere izena zeraman jatetxea sortu zuten Areeta-Las Arenasen (Getxo). Las Mercedes kaleko izkinatik Evaristo Churrucarekin igaro ondoren, 1999an izen bereko “Zubía” jatetxea ireki zuen Madrilen.

Areeta-Areetako bi laguni eskerrak eman nahi dizkiet sarrera hau egiteko laguntzagatik.

Lagun horiek abentura gastronomiko hartatik bizirik atera ziren azken laguneraino eraman ninduten, Jesús Muro eta Julio González Etxeandiarengana. Eta, jakina, sarrera hau egiteko informazio gehiena eman zidana, Jesús Méndez.

En 1945 José María Zubía y su familia fundaron en Areeta-Las Arenas (Getxo) el Restaurante que llevaría su nombre; tras su paso por la esquina de la calle Las Mercedes con Evaristo Churruca, en el año 1999 abriría en Madrid el Restaurante del mismo nombre “Zubía”.

Quiero agradecer la ayuda para realizar esta entrada a dos amigos de Areeta-Las Arenas, quienes me condujeron hasta el último de los supervivientes de aquella aventura gastronómica, Jesús Muro y Julio González Etxeandia. Y por supuesto a quien me facilitó la mayor parte de la información para realizar esta entrada, Jesús Méndez.