jueves, 6 de junio de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -388-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, llegaba la temporada veraniega y se recibían las primeras solicitudes para ocupar puestos de vigilantes de playas.

Continuaba el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 26 de mayo de 1897, en el se trataba sobre la comida de la inauguración del Hospital Hospicio de Algorta: “...Se abonarán a Dña. Josefa Uribe la cantidad de 807 pesetas, por la comida servida a 45 personas en su fonda, el día 7 de febrero último, con motivo de la inauguración del nuevo Hospital Hospicio municipal...”

Algunos arreglos de calles se realizaban solicitando su aportación a la Compañía del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Las Arenas y Algorta: “...Acuerda el Ayuntamiento se arregle la calle Avenida Basagoiti desde frente a la Botica de Sarria hasta próximo a la casa de Dña. Leona Larrazabal, debiendo reclamar cuando menos el recebo necesario a la Sociedad del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Algorta...”

Finalizaba aquel pleno del 26 de mayo de 1897 tratando sobre el camino de Alango, que desde la campa de Alango pasando por las casas de Alangüetas y Arene se dirigía a las Canteras de Aiboa: “...Se da cuenta del proyecto formado por el Arquitecto del Municipio, D. Fidel Iturria, para la construcción de un trozo de camino, en el punto de Alangüetas, desde cerca de la casa de D. Juan José Unzaga va hasta la conclusión de la casa de D. José I. Amann y se dirige al Fuerte las Canteras, cuyo presupuesto asciende a 4.341, 12 pesetas...” Seguí el mismo punto para el arreglo de otro de los caminos, este que pasaba frente al Hospital Hospicio: “...Se da cuenta del presupuesto formado para el arreglo del camino por la calle que va, desde junto a la casa de D. Juan Luis Uriarte llamada “Cueva” pasando frente al Hospital Hospicio, matadero y deposito de aguas llegando a la casa de D. Antonio María Ugarte, realizando el ensanche en la propiedad de Dña. Felipa Arana en el punto de Alangüetas de en Algorta...”

Y mientras en la Diputación divagaban sobre si colocar tablillas en las casas afectadas por la viruela, y como era mayo, el llamado mes de las flores, en que la devoción a la Virgen María se hacía sentir, en una época de gran influencia religiosa, la prensa bilbaína anunciaba la creación en euskera de algunas canciones, que más tarde en los años 50 del Siglo XX, se entonaban en aquellos improvisados “altares”, que se colocaban en los colegios adornados por calas y otras flores: “...Euskerazko ereziak Elizarakoak (Cánticos bascongados sagrados).- El primer cuaderno que acaba de publicarse en la imprenta de la revista Euskalzale contiene lo siguiente: Iº- Erdu, goazan gustiok, (venid, y vamos todos); IIº Maiatzeko lorakaz (con flores de Mayo); IIIº- Mariaren semeak (Hijos de Maria) y IVº- Biotz gozo gozoa (o corazón dulcísimo o por voluptas coelitum). Cuyo autor es el presbítero, Dr. D. Resurrección Mª de Askue. A esta publicación de «Euskerasko ereziak» se suscribe en casa de Aranguren e hijos, Bidebarrieta 12, Bilbao, y en la misma imprenta, de Jardines 10. Cada cuaderno cuesta 2 pesetas...” Y quizá por aquello de mayo florido y hermoso, las temperaturas en aquellos días, a decir de la prensa, eran verdaderamente primaverales. (El Nervión del 27 de mayo de 1897).

También por aquellos días las obras del Puerto Exterior avanzaban: “...El miércoles último se colocó en las obras del puerto exterior, el cajón de hierro número 48, el cual, en unión de los anteriormente colocados y los que todavía se han de colocar, formarán la base o cimentación para el contramuelle que se construye en la parte de Santurce...” (El Nervión del 28 de mayo de 1897).

Mientras, en la Republica vecina de Francia, parece que la moral, el pudor y la buenas costumbres eran cuidadas mediante Leyes punitivas: “...Por virtud de un proyecto de ley que, seguramente, será, aprobado por las Cámaras francesas, se dará mayor amplitud al articulo de la ley del 2 Agosto de 1882, referente a los castigos que han de imponerse a todos los que ofendan el pudor y las buenas costumbres por medio de libros, grabados, anuncios y pinturas. Según el citado proyecto incurrirán en las mismas penas señaladas para los autores, editores, ejecutores ú intermediarios en la venta ó colocación de las pinturas, anuncios, grabados y libros que ataquen a la moral, los que pronuncien discursos, entonen cánticos ó profieran gritos que puedan escandalizar a sus gentes. Las penas que se aplican en Francia por tan groseros delitos, son: Prisión de un mes a dos años, y multa de 10 francos a 3.000. Con arreglo al proyecto de ampliación del artículo 1° de la ley de 1882, los citados castigos serán dobles de los que hoy se aplican, cuando el delito se cometa ante menores de edad...” (El Nervión del 28 de mayo de 1897).

Y como no en aquella prensa, de vez en cuando tocaba hacer afirmaciones o menciones, que seguro a las mujeres no harían mucha gracia, y que visto desde hoy son auténticos desatinos, decían: “...El corazón de la mujer ha dado mucho que hacer a los escritores: Para algunos la mujer no tiene corazón. Para Limayrac el corazón de la mujer es un santuario de oro en donde muchas veces reina un ídolo de barro. Para Byron, es una parte de los cielos; pero cree que, como el firmamento, cambia noche y día. Alejandro Dumas compara el corazón de la mujer con esas cajas de resorte, en las cuales saltan, al abrirlas, diablos de todas especies y de todas formas. Alguien ha dicho que el corazón de la mujer es un solón de casa grande en el cual no se puede entrar sin hacer antesala. Los poetas han dado infinidad de nombres al corazón de la mujer: le han llamado arcano, abismo insondable, trozo de mármol, etc, etc....” (El Nervión del 29 de mayo de 1897).

En la prensa bilbaína seguían apareciendo algunas quejas y consejos, respecto de las entradas y salidas de los buques en el Puerto del Abra: “...Repetidas veces nos hemos ocupado de las dificultades que existen para las entradas y salidas de los buques en nuestro puerto, de los trastornos y perjuicios que, por tal motivo, sufre el comercio y del peligro consiguiente para los tripulantes que tienen que prolongar su permanencia en el mar por no poder acogerse al amparo del puerto.

Con frecuencia han ocurrido casos que constituyen perfecta demostración de cuanto acabamos de decir. Hoy tenemos conocimiento de otro hecho análogo a los anteriores denunciados; hecho en el que aparece de relieve, una vez más, la imperiosa necesidad de que la Cámara de Comercio de esta Villa, tome cartas en el asunto y gestioné del señor Comandante de Marina, la introducción de radicales reformas.

Se trata del vapor de esta matrícula «Triano» que se presentó el martes último, 4 las tres y media en punto de la tarde, a la vista del puerto; en dicho día la pleamar fue a las diez y media de la mañana. Pitó dos veces consecutivas desde a bordo el Capitán, marcando los pies de calado del barco y pidiendo entrada, más a pesar de las señales del vapor, la torre del piloto permanecía muda.

El capitán del «Triano», en vista de que el piloto mayor no le respondía, puso con decisión la proa del barco con rumbo al puerto, acometiendo la entrada. El barco entró sin el menor contra tiempo, y en el momento mismo en que llegaba a la altura de entre muelles, fué cuando el piloto mayor izó la bandera de señales, dándole entrada. El caso ocurrido con el «Triano» indica claramente que hay deficiencias bien sea en el reglamento ó en el ser vicio, que indudable parece que deben ser corregidas sin dilación.

Padece que el reglamento solo permite la entrada en nuestro a los barcos hasta dos horas de iniciada la vaciante. Esta disposición estaba justificada hace catorce años, oséa el tiempo en que por el mal estado de la barra, perdían los buques la entrada de dos ó más mareas, efecto por el cual se aglomeraban 20 o 30 barcos para entrar a puerto, lo cual fue causa de que se adoptaran aquellas medidas de precaución. Pero hoy que el movimiento se hace a diario, con toda regularidad, los buques que solicitan entrada a puerto se les debiera de dar acceso, y que puedan fondear provisionalmente en el muelle de la Benedicta...” (El Nervión del 29 de mayo de 1897).

Y ya, abocando el estío, los establecimientos de Baños de Mar saltaban a la prensa, anunciando su próxima apertura, a partir del mes de junio, así lo hacían: “...Baños de mar calientes «Pabellón Balneario de la playa del Salto», de Portugalete. Desde el 1° de junio se abren al público los acreditados baños de mar calientes y duchas de este establecimiento.

Baños de mar calientes «Las Delicias» en Las Arenas. El día 15 de Junio se abre al público este establecimiento tan acreditado para los dolores reumáticos. Hay duchas frías y calientes y bonitas camas para poner al pie de la bañera para andar. En el mismo Establecimiento hay fonda, se reciben huéspedes a precios económicos, se sirven chocolates, almuerzos, comidas y meriendas; hay médico para los que quieran tener consulta...” (El Nervión del 31 de mayo de 1897).

En la próxima entrada de esta serie veremos como, la prensa bilbaína informaba sobre algún acontecimiento social en Las Arenas.

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