Kresaltzu, Kresaltxu, Gresaltzu, Cresalchu, muchos nombres para una misma zona, de la llamada Vega de Santa Eugenia (Romo).
Ya en 1882 se hablaba de de nuestra Vega, y lo hacía una revista de carácter político, científico y literario, se trata de la madrileña “La raza Latina”; publicación que salía los días 15 y 30 de cada mes. Esta publicación se editó en Madrid a partir del 15 de enero de 1874. Su vida se alargaría hasta 1887.
En su edición del día 30 de agosto de 1882, en su número 182, hablaba sobre nuestro barrio. Lo hacía en un artículo dedicado al progreso y Adelanto de las Obras de la Ría de Bilbao. Y decía al referirse a su trazo hasta nuestra Anteiglesia: “...La ría hacia 1300, lejos de estar encauzada como ahora, se extendía en las pleamares por las vegas que se asentaban a uno y otro lado de ella, desde el paseo actual del Arenal hasta las marismas de Guecho, desecadas en nuestros tiempos. Aquella circunstancia hacía que el régimen de la ría fuera más variable que ahora; las grandes avenidas alteraban el curso de la canal y acumulaban en ella bancos de grava y arena, de modo que los buques que arribaban a la ría, después de salvar el obstáculo principal de la barra exterior próxima a Portugalete, se encontraban con otra barra mucho menos hondable, si bien no tan peligrosa como la anterior, llegando su límite superior muy cerca del bajo hoy llamado “El Fraile”, donde entonces se bifurcaba el canal de la ría, marchando uno de los brazos por las marismas hoy desecadas de Guecho (se referían a 1882), y el otro por la margen de Sestao, cuya situación consta aún en un plano levantado en 1731 que existe en el archivo del Consulado…”
Aquel documento hablaba sobre las vicisitudes diversas por las que había pasado la navegación de la ría y las obras emprendidas para mejorarla: “...En un documento cuyo original obra en los archivos del Ayuntamiento de Bilbao, el año 1502 fueron comisionados por «los señores del regimiento de esta noble villa y prior y cónsules de la ciudad de Burgos» los maestros Guiot de Beaugrand y Juan de Garita para dar dictamen sobre las obras que convenía hacer para mejora de la barra y parte inferior de la ria, los cuales fallaron: Que el rio que viene de Gresalzu, junto a la casa de Las Arenas hace tanto daño que si el remedio dello no se ponía en breve tiempo y con diligencia podrá ser que pierda toda la canal desde San Nicolás de Somorrostro fasta todo el sorgidero de las naos delante de la villa de Portogalete, porque el dicho rio trae mucha arena consigo de que con el grande corriente e yusente todo va a dar la dicha barra e al banco que está en ella, e atajando este dicho río a que no venga por donde viene sino por la parte de Las Arenas debajo de Gobela junto a las peñas vaya a dar en la mar fuera de la barra se remediará todo inconveniente e daño que dicho rio hace lo cual es cosa muy fácil de lo remediar…”
A continuación se expresa en dicho documento la manera como había de verificarse dicha obra: “...Resultando que la longitud del nuevo cauce había de ser 410 brazas, presuponiendo su apertura, presa de desviación, establecimiento de un paso superior y obras accesorias, en la cantidad de 620 ducados, o sea 6820 reales vellón, lo cual da idea del valor de la moneda en aquella fecha. El río cuya desviación se proponía, hoy llamado Gobelas, serpenteaba entonces por las arenas movedizas de las dunas de la desembocadura del Nervión, alterándose su curso con frecuencia y acarreando a la ría gran cantidad de arenas, cuyo inconveniente se trataba de evitar, haciendo que en lugar de desembocar en la ría, lo verificara directamente en el mar al final de la playa de Las Arenas…”
Y al referirse a nuestro río, el Gobela, decían en aquel informe: “...Aunque el nombre de Gresalzu casi se desconoce en el día, lo cual dio margen a que el Ingeniero D. Agustín Marcoartu en su Memoria de 1848 creyera que, el rio a que se hace referencia, era otro que el llamado hoy Gobelas, basta un poco de conocimiento de la topografía local para comprender que ambos nombres se refieren al mismo rio ó arroyo. Para mayor seguridad, he investigado entre los labradores que allí habitan si hay algún lugar que se llame hoy Gresalzu, dando por resultado que en efecto hay una tierra baja por donde corre el Gobelas que tiene aquel nombre, voz que en vascuence equivale a la palabra castellana marisma y que estaba perfectamente apropiada a aquellos terrenos, puesto que antes de la desecación de las marismas de Guecho o Lamiaco, se anegaban en mareas vivas encharcándose e impregnándose de sus sales...”
Esta obra no debió llevarse a efecto entonces, pues más adelante, en 1558 se volvió a informar acerca de la necesidad de ejecutarla. Pero así es como lo veían en aquel informe de 1882.
Y sin embargo algo más de cien años después se volvía a hablar de esta populosa zona y calle del la vega de Santa Eugenia (Romo), en un revista de tirada local, “Galea-Periódico de Getxo”, en su edición de noviembre de 1991 decía: “...El origen de la denominación de esta calle, arteria principal de Romo, hay que buscarlo, no podía ser de otra manera, en ese pequeño rio que marca el limite geográfico y sociológico entre Romo y Las Arenas. Etimológicamente, según nuestros historiadores locales, la palabra Kresaltxu seria una derivación de bresalzu, nombre con el que se conocía antiguamente a un arroyo que afluía al Gobela, y cuya raíz euskerica seria Kresal, traducción ultima de “Salitre”...”
La Vega de Santa Eugenia (Romo). a lo largo de los siglos tuvo mucho usos, mucha historia, pero de ello ya traté en otras entradas.
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