En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos cómo en el pleno municipal de Getxo, del 21 de marzo de 1895, se trataba sobre una expropiación para regularizar la calle Mayor de Algorta (Actual Avenida Basagoiti).
Uno de los terratenientes del barrio de Las Arenas, D.Eduardo Aguirre, había construido unas escalinatas frente a su casa en dicho barrio, y el Ayuntamiento consideraba que las mismas estaban en terreno comunal: “...A este tiempo, teniendo presente la escritura de venta judicial otorgada en el año 1866 a favor de D. Eduardo Aguirre, del primer trozo de los arenales sitos en Guecho, así como de un plano del barrio de Las Arenas y del establecimiento de Baños de Mar Bilbaínos, sin que por estos documentos pueda el Ayuntamiento tener una idea del terreno en el que el Sr. Aguirre ha construido una escalinata en el paseo que da a la parte del mar, junto a una casa de su propiedad en Las Arenas; acuerda este Ayuntamiento se oficie a dicho señor Aguirre que a la mayor brevedad nombre un inteligente para que en unión del Arquitecto Municipal, vean, reconozcan e informen a quien pertenece el terreno que ocupan las escalinatas, para en su vista acordar lo que proceda...”
En esas fechas del 21 de marzo de 1895: “...Aún se seguían pagando los intereses de los censos de la Capellanía de Lecumberri...”
En el punto final del pleno del 21 de marzo de 1895 se daba cuenta del estado de la ejecución del la carretera que partiendo desde: “...Amorotoena va hasta Arrigunaga, que había sido construida en el año 1884, sin que a la fecha los rematantes, dos carpinteros de Bilbao, hubieran entregado la misma en las condiciones establecidas, dejando abandonada dicha entrega. Por lo que se acuerda que el deposito de 400 pesetas, que constituyeron para responder de su ejecución, se abonen como gratificación por los muchos servicios prestados en estos años al Secretario Sr. Ugarte...”
En los diarios “El Nervión” y “El Noticiero Bilbaíno” de los días 23 y 24 de marzo de 1895 se daba la noticia de que: “...El Comandante de Marina ha prohibido que las lanchas de la Cofradía de Algorta “San Pedro”, “Begoñesa” y “Joven Laureana” se dediquen al lemanaje, por hallarse en malas condiciones...” En el suelto también se mencionaba a otras de Santurtzi.
Y como critica por la supuesta inacción del Ayuntamiento de Getxo respecto del barrio de la Vega de Santa Eugenia (entonces perteneciente a Las Arenas y desde 1958 reconocido oficialmente como Romo), el diario antes mencionado, el 23 de marzo de 1895, escribía: “...Algunos propietarios de Las Arenas tratan de abrir por su cuenta varias calles en el barrio de Santa Eugenia. Su objeto es dar vida y animación a este pueblo de verano, puesto que el Ayuntamiento tan poco se preocupa por su mejora...”
En ese mismo diario y fecha se describía el uniforme que el cuerpo de Miñones iba a estrenar a partir del mes de agosto de 1895: “...El nuevo vestuario que es mucho más elegante que el actual, se compone de guerrera azul oscuro, con botonadura dorada. Los botones llevan en relieve las armas de Vizcaya. El pantalón es del mismo color de la guerrera, y lleva una estrecha franja roja. 'El capoto y la capa son también del mismo color que la guerrera; la botonadura idéntica. Respecto al correaje no se sabe hasta la fecha si ha de ser negro o amarillo. El nuevo armamento que se dará a los guardias, serán fusiles sistema Mausser, de un modelo adoptado por el ejercito, de siete milímetros de calibre...”
Una carta al director, publicada en el diario “El Noticiero Bilbaíno” del 24 de marzo de 1895, venía a dibujar como estaba en esas fechas nuestro pueblo respecto de sus instalaciones y obras: “...Abusando de su extremada amabilidad, muy especialmente cuando se trata de adelantos e intereses de esta provincia y sus municipios, me tomo la libertad de llamar su atención a cerca de este pintoresco pueblo, que con justicia ha sido calificado como el nuevo Biarritz, dado su inmejorable posición, y lo mucho que ha adelantado desde hace pocos años, tanto en el embellecimiento de este barrio de Algorta, como en el de Las Arenas. También en la instrucción de sus hijos, por contar con un crecido número de establecimientos de enseñanza, superior a otras poblaciones de mayor número de vecinos. Su sólida y elegante edificación llama la atención de los numerosos forasteros que concurren a sus magnificas playas en busca de la salud quebrantada de unos o simplemente por solazarse otros.
Su nuevo alumbrado eléctrico y sus aguas potables nada tienen que envidiar a otras poblaciones; pero es lastima que por falta de recursos, no haya establecido el Ayuntamiento más focos de luz en las vías públicas, y se hayan recogido otros manantiales de agua para asegurar un abundante abastecimiento a su población. Entre los edificios públicos llama la atención el suntuoso nuevo Hospital-Hospicio que se está construyendo para albergue de enfermos no infecciosos y asilo de pobres de la localidad.
Cuenta además este municipio con cuatro hermosas iglesias, entre las que destaca la de San Ignacio por su elegante arquitectura; todas ellas, a excepción de la de Santa María de Guecho, se han construido por suscripción y con donativos de personas piadosas. También hay un convento de los RR. PP. Trinitarios, costeado en su mayor parte con el legado que dejó la caritativa Dña. Rogelia Cortina.
Con verdadera satisfacción ha visto este vecindario el comienzo de las obras para asegurar, bajo el punto denominado la Avanzada, la carretera que se dirige a Las Arenas; pues de no hacerlo corría el peligro de que las impetuosas olas que rompen allí desapareciera la carretera el aquel punto. Lo extraño es que habiendo sido aquella parte de la playa la mas tranquila hasta que comenzaron las obras del rompeolas del puerto exterior, sea ahora la más castigada por las mares. Este fenómeno y algunos otros que se notan en esta costa, parece que se deben al cambio de corrientes producidas por las obras. Y aquí es opinión generalizada de que corren también peligro las propiedades situadas en la parte alta de Satistegui, pues no hace mucho se derrumbo allí una parte del monte. Este peligro podía evitarse construyendo la Junta de Obras del Puerto el muelle proyectado desde Arriluze hasta la peña Galdareche...”
La mar creaba problemas en el nuevo muro que se estaba construyendo en la Avanzada, según escribían en “El Nervión” del 27 de marzo de 1895: “...Las fuertes olas que había ayer tarde en el Abra se llevaron un trozo de algunos metros de extensión del muro que se está construyendo en la Avanzada de Algorta, para defensa de los terrenos paralelos a dicha carretera...”
En la próxima entrada de esta serie veremos cómo, en el pleno municipal se trataba sobre los montes comunales de Getxo.
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