domingo, 16 de septiembre de 2018

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -53-



En la anterior entrada veíamos cómo en agosto de 1885 el Gobernador de la Provincia decretaba, en el Boletín Oficial, una orden para una suscripción Nacional para la atención a las necesidades derivadas de la epidemia de cólera en la cercana provincia de Santander y otras del reino.

En septiembre de 1885, otro de los temas que el consistorio defendía era la exención de cupo del servicio de marina para los mozos, que siendo hijos únicos y con madres viudas, que por su condición de pobreza, no tuvieran más ingresos que los derivados del trabajo de sus hijos. Y que en criterio del consistorio estaban amparados por la Ley de reemplazos del 28 de agosto de 1878.

A finales de septiembre de 1885, el consistorio de Getxo solicitaba a la Compañía del Tranvía de Bilbao a Algorta, que trajera de las canteras de Axpe siete vagones de resebo, con destino al camino peatil que iba desde el Ángel a Goñibarri, descargando dicho material frente al casino de Algorta.

Y ya entrabamos en octubre de 1885, cuando varios vecinos de Getxo solicitaban al Ayuntamiento poder cortar argoma en los prados comunales de la Galea, desde el punto de la casa o barrera de la jurisdicción de Dilizandi hasta enfrente de la entrada del caserío Cortiñe. También lo hacían pidiendo se les concediera la corta en el monte de Baserri y la zona de la cantera de Aiboa. El Ayuntamiento ponía como condición que el corte se realizara entre los días 16 de octubre hasta el 15 de noviembre; que dicho corte se realizara desde las siete de la mañana hasta la puesta del sol; y que solamente pudiera ser realizada por un vecino, no pudiendo extraer cada uno más que seis carradas.


En esos mismos días se había terminado de realizar la limpieza de la parte inferior del río Gobela, por parte de D. Juan Bautista Elortegui, para dar libre circulación a sus aguas y evitar que su estancamiento provocara daños a la salud de los vecinos de la cuenca del río. Aquella limpieza supuso la cantidad de 747,28 reales.

El día 1 de octubre de 1885 el consistorio trataba una propuesta de la Junta Local de Primera Enseñanza, en la que solicitaban reconocer la labor de la Directora de la Escuela Fundación de Niñas Pobres Dña. Matilde Núñez: “...La Junta Local con motivo de los exámenes generales celebrados en la mencionada escuela, teniendo en cuenta el oficio pasado a la mencionada maestra el pasado 23 de septiembre, por al Junta de Instrucción Pública de la Provincia, en la que le agradecía el celo e interés que viene desplegando en el progresivo desarrollo de la educación e instrucción de niñas, no debe de quedar sin recompensa, acuerda el Ayuntamiento por unanimidad dar a la citada maestra una subvención anual de 250 pesetas...”


Al correo peatón, que era atendido en el municipio por D. Antonio San Martín, le había sido facilitada una nueva valija por cuenta del estado, se trataba de un saco de cuero colgado al cuello mediante una correa, que era usado por el servicio de correos para transportar la correspondencia. Correa a la que el consistorio, para mostrar a los viandantes a qué municipio correspondía, acordó acoplar una placa de metal en la que figuraba el nombre de la población.

El 8 de octubre de 1885, tras 38 días de vigilancia sanitaria, la casa denominada “El Café de la Marina” del Puerto Viejo de Algorta, propiedad de Dña. Crescencia Encera, de la que dos de sus alcobas, habían sido reservadas para controlar a posibles personas procedentes de poblaciones infectadas de cólera, quedaba sin efecto el contrato municipal al desaparecer las causas, por lo que el consistorio abonaba a razón de 1 peseta diaria, conforme a lo acordado el 3 de septiembre pasado.

El 13 de octubre de 1885 era nombrado Inspector Provincial de Salubridad el doctor en medicina y cirugía D. José Luis de Villabaso.

El alumbrado en Algorta, en esos días, era algo que preocupaba al vecindario, por ese motivo D. Juan Manuel de Ugarte y otros ocho vecinos, solicitaban al Ayuntamiento que se colocara un farol entre la Casa Ugartena nueva y Bastinchuena, situada a tan solo dos números de portal de la primera, en la “Calle de la Carretera” (actual Algortako Etorbidea).

El 22 de octubre de 1885 se trataba en el pleno municipal de Getxo sobre la carretera de la Avanzada a Asua. En 1882 el consistorio getxotarra, junto a los Ayuntamientos de Leioa y Erandio, había solicitado a la Diputación provincial la construcción, con fondos de la misma, dicha vía. La Diputación en un oficio informaba de la situación de esta carretera.

Por esos días el consistorio decidía que las llaves del cementerio de Algorta (La Campa del Muerto), que tenían como depositario a D. Ángel Egusquiza, fueran dejadas de forma permanente en la parroquia de San Nicolás de Bari, y que dicho encargado pudiera retirarlas de la misma en cuantas ocasiones le fuera necesario hacerlo. Parece que en aquel cambio, al igual que otro que se iba a producir a continuación, tuvo que ver la intervención del párroco de San Nicolás. Cómo decía, a la entrada de la capilla del cementerio de San Nicolás, a ambos lados de la puerta principal, estaban colocadas dos pilas de agua bendecida y al parecer había quienes en opinión de dicho prelado no respetaban dichas aguas, por lo que el Ayuntamiento anunciaba que: “...En algunas ocasiones se ha hecho mal uso del agua bendita, de las dos pilas destinadas al efecto, que se hallan a ambos lados de la entrada a la capilla del cementerio, por lo que este Ayuntamiento acuerda desaparezcan ambas pilas, siendo colocadas en un lugar en el que no se pueda hacer mal uso de las mismas...” Se autorizaba al Síndico Sr. Amezaga a realizar aquella reforma.


Y en previsión de la salud y los resfriados del personal del Ayuntamiento, acordaban en esas fechas: “...Se pongan dos estufas en las oficinas de la secretaría, para templar la misma en los días de frío invierno...”

A finales de octubre de 1885 el director de la Banda de Música Municipal era D. Juan Pablo Arzuaga, que a su vez era tamborilero municipal. Quien presentaba las cuentas de los festejos celebrados en aquel verano que ascendían a 1.210 pesetas.

Los gastos de aquel año en materiales para el alumbrado público, presentadas por D. Pedro Garay Artabe, importaban 1.641 reales, pertenecientes a una partida de 20 cajas de esencia mineral y 6 de petróleo traídas desde Bilbao.

En la próxima entrada veremos cómo D. Juan Bautista Eguia extraía piedra en la playa de Ereaga para realizar obras en el barrio. Y otro vecino D. Domingo Arancibia lo hacía en las proximidades de su casa Dendariena, en el término nombrado Alangoetas del barrio de Algorta.

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