domingo, 5 de octubre de 2025

CUANDO EL PUERTO PERDIÓ SUS BARCOS



Antes de comenzar esta entrada añadire un par de apuntes para situar la historia del Puerto de Algorta: 

En 1627, se constituyó la Cofradía de Mareantes bajo la advocación de San Nicolás, momento en el que deciden construir un nuevo muelle en el Puerto de Algorta. En 1740 el Puerto tenía 12 embarcaciones pesqueras.

Una de las actividades relacionadas con el Abra y con dicho Puerto fue el lemanaje. Algorta a finales del Siglo XVI (1699) contaba con 79 Pilotos Lemanes, los cuales se agrupaban en la “Sociedad de Pilotos Lemanes”, y tuvieron su sede en el edificio conocido como “Etxetxu”, manteniendo la figura del “Piloto Mayor de Barra” hasta la implantación de la “Comandancia de Marina” en el año 1830.

Ese edificio, el “Etxetxu”, además de ser sede de la Sociedad de Prácticos “Lemanes”, acogió al segundo Ayuntamiento de Getxo, hasta que a finales del Siglo XIX se construyera el edificio adjunto a la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari.

Y es a partir de ese momento, en 1836, cuando inicio esta historia relacionada con la perdida de sus barcos, la misma se sitúa en la Primera Guerra entre Carlistas y Liberales.

A pesar de que algún medio escrito afirma que “No hay datos históricos que confirmen un bloqueo del puerto de Bilbao en marzo de 1836, ni un traslado específico de barcos desde Algorta”. La conformación de hecho aparece recogida en uno de los expedientes del Archivo Foral de Bizkaia, en los del Consulado de Bilbao y en los de la Junta de Comercio.

Uno de los protagonistas de aquella historia fue D. José Ramón Sarria, vecino de Algorta, que fue Mayordomo de la Cofradía de Mareantes del Puerto de Algorta, además de Piloto de Carrera de Indias y Piloto Leman.

Durante la Primera Guerra entre Carlistas y Liberales (un conflicto por el trono de España entre los Liberales, partidarios de la Reina Isabel II, y los Carlistas, que apoyaban a Carlos María Isidro de Borbón). El Puerto de Bilbao fue Bloqueado, corría el año 1836, y el puerto de Algorta vio como sus barcos eran confiscados por orden del Gobierno. Por dicho motivo algunos suministros y auxilios que los habitantes del Puerto realizaban por mar habían sido suprimidos, y las lanchas del Puerto fueron unas de las afectadas.

La victoria liberal en la Batalla de Luchana puso fin al segundo sitio de Bilbao a finales de 1836. Transcurridos todavía tres años las lanchas del Puerto seguían sin volver a su base de Algorta, por lo que en octubre de 1839 comenzaron las reclamaciones al Gobierno, lideradas por el Mayordomo de la “Cofradía de Mareantes del Puerto de Algorta”: “...D. José Ramón Sarria Mayordomo de la Cofradía de Mareantes del Puerto de Algorta, con su encargo, se presenta ante V.I. solicitando permita volver a este puerto las lanchas que por orden superior fueron llevadas dentro del Río Nervión en marzo de 1836. Las lanchas llevadas por dicha orden fueron once. Sin embargo habiendo cesado los motivos de dicho traslado, solamente una ha vuelto al citado Puerto. Por otro lado el Puerto presenta un estado lastimoso por haber abierto la mar una gran brecha en uno de sus muelles, y no hay seguridad de poder tener en el lancha alguna. Por lo que para poder traer y construir nuevas lancha se hace necesario la reposición de los muelles.

La Cofradía no se halla en disposición de poder realizar dichas obras, por no haber ingresado en su caja en estos cinco años los ochocientos reales anuales, que en quinquenio se hacían del producto del quiñon destinado a la reparación de estos muelles, y así poder pagar los intereses del capital de los noventa mil reales que debe. Por lo que nos dirigimos a la protección de V.I., para ayudarnos a salir de este apuro, conociendo los auxilios que pueden proporcionar a la navegación de este comercio, con la permanencia de las lanchas en este Puerto...” (Archivo Foral de Bizkaia, Junta Comercio 0056-023_000300).

Pasaba el tiempo, y las lanchas no llegaban al Puerto, por lo que nuevamente el Mayordomo de la Cofradía de San Nicolás, volvía a insistir, ya que lo que motivo aquella requisa de las lanchas, seguía provocando que algunos suministros y salvamentos que con las lanchas del Puerto se realizaban, estaban afectando a la vida de los marineros del Puerto.

Por ello el Mayordomo del Puerto de Algorta, D. José Ramón Sarria, se dirigía el 11 de septiembre de 1939 al Presidente de la Junta de Comercio D. Ambrosio de Orbegozo en los siguientes términos: En primer lugar exponía como se tomó aquella decisión: “... D. José Ramón Sarria, Mayordomo de la cofradía de Mareantes del Puerto de Algorta, expone que en el mes de marzo de 1836, por disposición del Gobierno, fueron llevadas de este Puerto, adentro del Río Nervión, todas las lanchas, lo cual ha hecho que sus dueños y gentes que se ocupaban de ellas, quedaran el una situación calamitosa; más gracias a la Divina Providencia ya cesó el motivo por el que se tomó aquella medida...” Añadía en su escrito como justificación de aquella petición, el que los lancheros del Puerto daban socorro desde: “...La Punta de Guecho hasta Cabo Machichaco, aun con tiempos fuertes...”

Para finalmente solicitar la restitución de las lanchas al Puerto de Algorta: “...D. José Ramón Sarria, Mayordomo de la cofradía de Mareantes del Puerto de Algorta hago presente a esa Junta de Comercio, que habiendo cesado los motivos que mediaron para que se retiraran de este Puerto las lanchas de esta Cofradía, se disponga que las mismas vuelvan a su anterior ejercicio. Y penetrada esta corporación de la justicia de dicha solicitud, parlamento previamente con el Comandante General de las Fuerzas Navales del Norte, para que no se pusiera ningún obstáculo a dicha medida, y habiendo concedido en ello, permita por su parte que vuelvan las lanchas que se hallan en Santurce y pertenecen a esta Cofradía a su Puerto de Algorta...” (Archivo Foral de Bizkaia, Junta Comercio 0056-023_000500).

En septiembre de aquel mismo año de 1839, la Junta de Comercio de Bilbao intercedía, junto con la Diputación Foral, para que fueran devueltas a la Cofradía de Mareantes de Algorta, las lanchas de su propiedad, que fueron usadas para la guerra: “...Expone el Sr. vicepresidente de la Junta de Comercio de Bilbao que habiéndose levantado el bloqueo y la salida por tierra de todos los efectos comerciales y géneros, con la única excepción de los artículos necesarios para la guerra, solamente se ha permitido la salida por mar la extracción de sal y raba, a los puertos de Bermeo y Lequeitio, y como el levantamiento del bloqueo debe entenderse lo mismo por tierra que por mar. Y teniendo presente la Junta que se halla en la Villa, el Comandante General de las Fuerzas Navales del Norte, cuya autoridad puede permitir la libre extracción por mar, se comisiona al Vicepresidente para que acuerden con aquella corporación, las medidas para conseguir el objeto indicado...” (Archivo Foral de Bizkaia, Junta Comercio 0056-023_000200).

Tras esa primera guerra entre carlistas (partidarios de una monarquía tradicional y foral) y liberales (defensores de un gobierno constitucional y centralizado), nuevas guerras se sucederían entre ambos bandos. Las tres guerras principales tuvieron lugar en 1833-1840, 1846-1849 y 1872-1876. Como consecuencia se publicaría la Ley abolitoria de los Fueros del 21 de julio de 1876. Los Fueros de Álava, Gipuzkoa y Bizkaia persistieron entre 1844 y 1876. El liberalismo español utilizó una hipotética vinculación entre las instituciones forales vascas y la insurrección carlista para extender la unidad constitucional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario