miércoles, 30 de abril de 2025

MAIATZAREN LEHENA LANGILEEN EGUNA

 

Beste urte batez, iristen da mundu osoko langileek euren Jaia ospatzen duten eguna, 1886ko maiatzaren 1a gogoratzen duena, milaka langile Chicagoko kaleetara irten zirenean eguneko zortzi orduko lanaldia eskatzeko.

Otro año más, llega el día en que los trabajadores de todo el mundo conmemoran su Fiesta, que recuerda aquel 1 de mayo de 1886, cuando miles de obreros salieron a las calles de Chicago en demanda de la jornada laboral de ocho horas diarias. Aquellos días cinco dirigentes Anarquistas y Socialistas fueron condenados a la pena de muerte y otros condenados a cadena perpetua.

Tres años más tarde, en 1889, el II Congreso de la Internacional, celebrado en Paris, aprobó conmemorar del Día del Trabajo a nivel Mundial.

Aquellos trabajadores, al igual que otros del mundo, al igual que hoy, eran explotados por quienes decían que sus costes eran elevados.

Decía un diario bilbaíno: “...América es el país de la paradoja. Por donde quiera que se viaja, en esta famosa “Tierra de los libres”, se tropieza con la paradoja y a veces con algunas risibles por lo absurdas. ¿En qué otra parte del Globo habréis de oír la doctrina democrática, trompeteada hasta el cielo, en toda ocasión, para luego hallar que las división de clases poseen cada una su respectivo código?. América no es un país libre, nada es libre allí, este hecho se explica mejor viendo su Gobierno y Administración.

Al promulgarse su Constitución, el poder del Presidente de definió de forma diáfana, mediante el que se establecía un equilibrio entre el cual descansaba entre el Ejecutivo de la República y el Senado, limitando el poder presidencial. Pero la falsedad utópica se dejó bien pronto ver. En la actualidad, la República se halla gobernada por un solo individuo, con grandes poderes plenarios, el presidente es poco menos que todopoderoso...” (El Noticiero Bilbaíno del 1 de mayo de 1934). Al parecer ciertas élites bilbaínas no veían bien algunas de las acciones que el Presidente Americano había puesto en marcha, cuando comenzó su mandato en marzo de 1933, Franklin D. Roosevelt presentó al Congreso un plan de medidas para recuperar la economía estadounidense y aliviar la situación crítica de millones de pobres y desempleados.

El ambiente en el Estado nos lo daba la prensa, que en su mayor parte era de derechas, rugían contra las manifestaciones obreras. El diario “Madrid” decía: “...Deploramos la actitud que ha alcanzado el paro con motivo del Primero de Mayo...”. Mientras que aquí, en casa, alguno de los diarios informaba sobre el desarrollo del Primero de Mayo: “...El comercio cerró sus puertas. En las fabricas y talleres tampoco se trabajó. Los tranvías no circularon. La mayor parte de los cines y teatros no abrieron sus puertas...” (La Tarde del 2 de mayo de 1934).

Y el semanario nacionalista “Jagi-Jagi” decía: “...No hay estigma más degradante que comer la sopa boba que, como amansos corderos, nos echa el enemigo de nuestros derechos de trabajadores, para tenernos dóciles y sumisos...” (Jagi-Jagi del 5 de mayo de 1934).

Ahora, nuevamente, sin equivocarnos de enemigo, otro déspota agita el mundo con sus aranceles, y desvía la atención de las nuevas esclavitudes a las que se ve sometida la clase trabajadora. Y como decía un diario catalán de 1934: “...!No podemos hablar de crisis, los trabajadores siempre estamos en crisis!...” Mientras, los nuevos comerciantes discuten como repartirse la plusvalía de las clases más desfavorecidas.

!GORA MAIATZAREN LEHENA!


!VIVA EL PRIMERO DE MAYO!

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