En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como el Ayuntamiento de Getxo anunciaba las Fiestas de San Nicolás en Algorta.
En el pleno del 8 de agosto de 1895 el Ayuntamiento de Getxo, entre otros asuntos, trataba sobre el Hospital Hospicio de Algorta: “...Habiéndose visto que el aljibe que ha empezado a construir el rematante de las obras del nuevo Hospital Hospicio, no tiene la capacidad suficiente para contener el agua necesaria para el consumo que en su día precisará dicho establecimiento. Acuerda este Ayuntamiento se encargue al rematante que amplíe la obras del referido aljibe hasta donde sea conveniente...”
También acordaban en el mismo pleno: “...Asistir a las misas mayores que se celebraran con motivo de las fiestas del Pueblo, el día 11 de agosto en la iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta y el día 15 del mismo mes en la de Nuestra Señora de Santa María de esta Anteiglesia...”
En su tercera página, un noticiero bilbaíno, incluía un anuncio pagado por el Ayuntamiento de Getxo en el que ofrecían la programación festiva con motivo de las fiestas de San Nicolás en Algorta: “...Fiestas en Guecho.- Día 11 de agosto: A las cuatro de la mañana recorrerán las calles, tocando diana, las Bandas de Música o inteligentes Tamborileros; a las 10 solemne función religiosa en la parroquia de dicho Santo; por al tarde romería en la campa del Castillo; y por la noche, de 10 a 12, baile en la Plaza bajo la Casa Consistorial, que ha sido profusamente iluminada con luz eléctrica.
Día 12 de agosto: Diana a la misma hora que el día anterior. A las 9 de la mañana juegos de hombres ensacados, patos en fuga en el Puerto, y a continuación cucaña. Por la tarde romería en la campa del Castillo; y por la noche, de 10 a 12, baile en la Plaza bajo la Casa Consistorial, que seguirá iluminada con luz eléctrica.
Día 13 de agosto: A las 10 de la mañana y en la Plaza de San Ignacio, la bonita diversión del “Anillo de Júpiter”, por jinetes en burro, habrá premios de 1ª, 2ª y 3 ª. Por la tarde en el Puerto se correrán dos novillos embolados. A continuación romería el el paseo de la Avanzada, y por la noche, a las diez, se quemará una colección de fuegos artificiales, también en el Puerto. Estas diversiones serán amenizadas por al banda de Música y Tamborileros...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 9 de agosto de 1895).
Y
hablando de la electricidad, en otro diario bilbaíno se decía:
“...La
electricidad en los Ferrocarriles.- Parece un hecho indiscutible el
triunfo de la electricidad sobre el vapor en la construcción de los
trenes. La experiencia se ha llevado a cabo entre París y Nantes, y
su resultado se puede considerar como de partida de una próxima
revolución en los ferrocarriles. El primer tren eléctrico salió a
las nueve de la mañana de la estación de San Lázaro, en París,
conduciendo a la pintoresca ciudad de Nantes un pasaje de calidad en
que se hallaban notables de la ciencia y de la industria y
representantes de la prensa. Se puede afirmar que el resultado
obtenido es sorprendente. Marchó el tren a 120 kilómetros por hora,
en curvas de radio muy corto, y subió pendientes de cinco a seis
milímetros con velocidad de 90 kilómetros, sin sacudidas ni
reacciones violentas...”
Lo de las subidas de cinco a seis milímetros debió de ser un error
tipográfico. (“El
Nervión” del 10 de agosto de 1895).
Algunos de los regalos para la Tómbola de Sordo-,Mudos y Ciegos fueron realizados por algunos vecinos de Getxo, entre los que se encontraban: “...Los realizados por al familia Arias Menchacatorre que donó: Un cristo de acero niquelado, un San José de cartón piedra, un corazón de Jesús y otro de María, 6 cirios pequeños y dos candelabros de bronce.
Matías Romo por su parte regalaba: Un joyero de plata y cristal, un centro del mismo material, una docena de imperdibles para señora y una de alfileres de corbata y gemelos.
Mientras que el Ayuntamiento de Guecho entregaba a dicha tómbola: Un juego fumador de bronce labrado y un reloj de escribanía de bronce y madera...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 10 de agosto de 1895).
Las playas de Las Arenas, Algorta y Portugalete resultaron muy concurridas el domingo 11 de agosto de 1895, aunque al parecer, según relataba un diario bilbaíno: “...Las playas de Las Arenas, Algorta y Portugalete resultaron ayer tarde muy animadas. Lastima que la lluvia viniera a última hora a dispersar a la gente y a deslucir las fiestas, que resultaron pasadas por agua…” Resultaba curioso el menú y precio de un restaurante bilbaíno, de la calle Bidebarrieta esquina Jardines, “El Antiguo”: “...Almuerzo del 12 de agosto, incluido vino fino de mesa. Menú 4 pesetas:
Puré a la bilbaína
Aperitivos:
Filete de pescado fritos, con tomate y Pepitoria de ave.
Guisantes a la francesa
Solomillo asado con puré de patatas
Buñuelos a la mermelada
Postre variado…”
Verdaderamente resultaba un menú apetecible. Claro que un vino fino de mesa, de la marca “Landeta y Cía”, de la “Bodega Rodezeo” de Haro, de la cosecha de 1892, para embotellar sin casco costaba 0,50 pesetas. !Quien lo pillara a ese precio hoy! ”(“El Noticiero Bilbaíno” del 12 de agosto de 1895).
Al día siguiente, 12 de agosto, la noticia estaba relacionada con una avería en el transbordador: “...A las once y media de la mañana de ayer sufrió una avería el motor del “Puente Vizcaya”, en Las Arenas, por cuya razón quedó interrumpido el servicio…” (“El Nervión” del 13 de agosto de 1895).
En la próxima entrada de esta serie veremos como el tras el fallecimiento del concejal de Las Arenas, D. Juan Domingo Echevarria, la corporación acompañaba el cuerpo hasta el cementerio de Algorta.