Getxo, un barrio que fue
rural, y que aun celebra su fiesta de labradores, los San Isidros.
Este relato, no trata si no de responder a la historia de un núcleo
de población, que con el paso del tiempo ha ido cambiando hasta
perder algunas de sus señas de identidad.
Así que previamente
realizaré un pequeño recorrido histórico sobre nuestro Getxo originario:
La
Anteiglesia de Getxo, tiene cinco barrios reconocidos oficialmente
como tales (Getxo, Algorta, Areeta-Las Arenas, Neguri y Romo). Los
dos últimos adquirieron esa condición de barrios en el acuerdo
plenario del el 28/09/1960, en el que se decidió incluirlos como
“Entidades Singulares de Población”.
Getxo,
tuvo origen en un área alrededor de la cual los descendientes de la
casa solariega de los Getxo, fueron construyendo caseríos, hasta
constituir un grupo humano, la Anteiglesia.
Su
núcleo originario, Getxo, fue una población eminentemente de
origen rural, que se formó en torno al Monasterio de Andra Mari,
levantado en el siglo XII con el patronazgo de la casa de Jauregi
(señores de Getxo), en el pórtico de su iglesia se reunía, previo
tañer de las campanas, el Congreso de la República Getxotarra.
Su
asentamiento, tardío, es de 1.515, se formó entorno a aquel
monasterio, junto al que se construyó la Torre del linaje de los
Getxo, torre que para 1.692 ya había sido destruida. Con algunos de
sus restos se construiría más tarde el Caserío Jauregi. Este
caserío se llamo “Guecho” en 1746 y “Jauregui” a partir de
1795.
En
su zona alta, quedan hoy los restos de la actividad agraria y
ganadera, de carácter familiar, que un día alimento al municipio,
con agricultura a pequeña escala basada en el maíz y el trigo,
también con la ganadería de carácter minifundista, hoy está en
proceso de desaparición.
A
mediados del Siglo XIX Getxo contaba con una amplia producción
ganadera. Tenía
unos terrenos comunales que daban argomas y pastos. La plantación
hortícola era de Trigo
y maíz. La actividad hortícola se realizaba fundamentalmente en el
caserío, en el que se producían cultivos para el autoconsumo,
siendo el sobrante destinando al mercado de Algorta. En la actividad
frutícola destacaban los cerezos, ciruelos, manzanos y perales.
Hasta
1863, en que se implanto la llamada “Desamortización de
Mendizaval” (Ley que se promulgó el 1 de mayo de 1855), los
baserritarras
recogían en los terrenos de propiedad del Municipal (Galea, Baserri
y Aiboa), las argomas para hacer compost para sus huertos y para
camas del ganado.
Parte
de la historia de nuestros barrios transcurrió, en el último cuarto
del Siglo XIX, influida por un acontecimiento bélico, la “Tercera
Guerra Carlista” (1872-1876), que para nuestro municipio terminaba
el 29 de febrero de 1876, con la lectura de un Boletín enviado por
el Gobernador de la Provincia al Ayuntamiento de Getxo.
Aquellos
acontecimientos bélicos originaron serios enfrentamiento entre Getxo
y el resto del Consistorio (Algorta). Diferencias
debidas a posiciones respecto de las simpatías políticas de los
bandos contendientes en la guerra y muy probablemente a
personalismos.
Los
enfrentamientos los protagonizaron los regidores de Santa María y
Algorta, Juan Bautista de Aguirre y Robustiano de Larrondo. El
primero al parecer se negaba a obedecer las ordenes emanadas de la
Diputación Provincial y las autoridades militares.
Enfrentamientos
que yo me atrevería a decir fueron parte del origen de la “perdida
de capitalidad” por parte de Getxo.
En
el Siglo XX, el abandono del campo debido a las políticas económicas
impuestas por el franquismo, unido a la especulación del suelo, que
era adquirido por promotores urbanísticos, pronto harían
desaparecer esas viejas actividades. Buena prueba de ello es la
desaparición de las Cooperativas Agrarias: La
“Nekazari Etxea”, la Casa del Sindicato Agrícola Católico de
1916 y posteriormente la Cooperativa Agrícola y Ganadera de 1946.
Pero
entretanto algunos acontecimientos daban crédito de su pasado
agrario:
De
su pasado festivo decía un diario bilbaíno allá por agosto de
1898: “...Con
motivo de la festividad de la Virgen, se celebró una solemne función
religiosa en la parroquia de Santa María de Guecho. El altar,
adornado e iluminado con sumo gusto, dejaba ver la mano maestra de
una respetable dama que en esta época del año habita en su chalet
de Guecho. La capilla, dirigida por el organista de la parroquia D.
Cesáreo Ocariz, cantó la brillante misa de “Craozi”, en el
ofertorio el afamado bajo D. Emilio Icaza cantando el «Ave María”
de Olivares. El sermón, en vascuence, corrió a cargo del R. P.
Lorenzo de la Concepción. Asistió a esta celebración religiosa el
Ayuntamiento y numerosa concurrencia de fieles. Por la tarde hubo
romería en la campa contigua a la iglesia. Ayer, como último día,
tanto forasteros como los del pueblo quisieron dejar bien puesto el
pabellón. Treinta y tantos jóvenes se reunieron a la una de la
tarde en el arbolado del caserío “Cortiñe”, se dirigieron
todos ellos a la campa de Guecho, llevando a la cabeza al concejal
del barrio y tocando los tamborileros alegres pasacalles. En la campa
bailaron un aurresku....”
(El
Noticiero Bilbaíno del 19 de agosto de 1898).
De
sus tiempos de esplendor agrícola y ganadero, y de sus penurias,
daban fe otras publicaciones bilbaínas, años más tarde, en una
carta dirigida a la Diputación Provincial: “...Los
labradores de Guecho han elevado a la Excma. Diputación Provincial
el siguiente escrito, exponiendo sus aspiraciones y reparos en orden
a la parte que les afecta en los presupuestos provinciales ultimados
para el presente ejercicio:
Tenemos
que reconocer, porque es justo, que la misión que han tenido que
acometer en la cuestión económica encomendada a la Excma.
Diputación, tiene bastante de ingrata y es pesada, ya que,
necesariamente el aumento de los cupos impuestos por el Estado,
tienen que repercutir en los contribuyentes
vizcaínos
ante la necesidad de reunir los recursos necesarios para poder cubrir
las obligaciones contraídas.
Pero
ya que no había otro remedio que reformar nuestro régimen de
Hacienda, singularmente en lo que afecta a los ingresos para
reforzarlos, entienden los labradores de Guecho que se pudieron
buscar nuevos filones de riqueza imponible, para que la onerosa carga
de los impuestos no fuera tan dañosa, principalmente para nuestra
clase, sumamente modesta, que sólo vive del trabajo rudo y tenaz, y
en el que se tienen gran constancia muchas veces las inclemencias del
tiempo.
Los
impuestos tan elevados establecidos sobre el ganado vacuno, vienen a
herir principalmente a las familias que no disponemos de sueldo
alguno, ni tenemos, como otros obreros, retiros para la vejez, como
tampoco de accidentes de trabajo, ni ayuda en caso de enfermedades,
aparte que nosotros tenemos que soportar todo, como también las
epidemias que se desarrollan sobre el ganado, con grave riesgo para
nuestros humildes intereses.
Estas
son, de momento, las observaciones que nos permitimos elevar a V. E.,
no dudando que la Excma. Diputación reconocerá el derecho que nos
asiste y estudiará un nuevo plan económico en el que cada vizcaíno
contribuya con arreglo al capital que posea...”
Firmaban aquel escrito: “...Setenta
Socios de las Hermandades Ganaderas de Guecho, entre los que estaban:
El Presidente, Juan
José Basarte, por 68 socios; el Presidente. Enrique Vidaurrazaga, por
53 socios y el Presidente. Mariano Yurrebaso...”
(El
Pueblo Vasco y la Gaceta del Norte del 29 de enero de 1927).
Aunque
aquel mismo año, quizá para animar a los visitantes fuente
importante de ingresos para las arcas municipales, un diario bilbaíno
ofrecía una pequeña estadística de nuestra Anteiglesia en su
apartado “De Bilbao al Abra”: “...Según
datos extraídos del Registro Civil de esta Anteiglesia,
durante
el verano último contando desde mayo a septiembre, ambos meses
inclusive, se registró en Guecho el siguiente movimiento
estadístico: Natalidad, 27,028 por mil anual; mortalidad, 8,623 por
mil anual. Aumento de la población, 18,405 por mil...”
(El
Noticiero Bilbaíno y Euzkadi del 30 de enero de 1927).
Hoy, pasados ya aquellos
años de esplendor y zozobra, nuevamente llegan las fiestas por
antonomasia de labradores, los San Isidros. Como en años anteriores,
y gracias al trabajo desinteresado de la Comisión de Fiestas
podremos disfrutar del siguiente programa:
El
prolegómeno de Fiestas comenzó el sábado
día 4 de mayo
con una kalejira, que partiendo a las 17:00 desde Malakate subirá
hasta el probadero de Andra Mari y continuará con un dantzaldi a las
17:30 ofrecido por Itxas Argia, el cual contará con la participación
de los siguientes grupos invitados:
Agurra
(Algorta), Aratz (Gorliz), Beti Jai Alai (Basurtu), Itxartu (Algorta)
y Txikiak (Lamiako).
El
txupinazo y pregón,
que se lanzará el viernes
9 de mayo
a las 17:00, al igual que estos años pasados, estará a cargo de la
Comisión de fiestas y de los Alumnos de la "Ikastola Geroa" de Getxo.
Las
calles del barrio se verán animadas, durante esos días, por
fanfarrias, y como siempre por los chicos y chicas de “Itxas
Argia”.
El
resto del programa se puede consultar en el cartel que acompaña a
esta entrada.
GORA
SAN ISIDRO JAIAK!
ONDO
PASA!
EZ
BETI DA EZ!!